Mi hijo, es mi semental

Autor: Anónimo | 15-Feb

Amor Filial
Mi nombre es Begoña y vivo en una ciudad del norte de España, cuyo nombre prefiero no decir para mantener el anonimato de mi relato. Tengo 48 años y mi físico entra dentro del standard que puede considerarse normal para una mujer de mi edad: 1,68 m. de altura, pechos más bien voluminosos, anchas caderas, culo apretado, ojos verdes y cabello castaño. Estoy casada con Carlos, de 52 años, y tenemos una hija, Cristina, de 24 años, y un hijo, Borja, de 18 años. Pertenecemos a la clase media gracias al esfuerzo de mi marido, quien se pasa casi todo el día trabajando, demasiado tiempo para mi gusto. Es, como le digo muchas veces, un verdadero adicto al trabajo. Tanto es así que sus obligaciones "maritales" las tiene bastante olvidadas por lo que muchos días tengo que autosatisfacerme a escondidas, cuando estoy sola en casa, para compensar esa falta de atención de mi esposo.

El relato que les voy a contar ocurrió este verano, cuando alquilamos una pequeña casa en la costa para pasar las vacaciones de verano. Por razones de trabajo, mi marido solo podía venir los fines de semana a estar con nosotros, y lo mismo ocurría con mi hija Cristina, que se quedó en casa porque tenía que estudiar algunas asignaturas de la universidad que le habían quedado pendientes para los exámenes de septiembre. Así pues, nos encontramos solos mi hijo Borja y yo en la casa de la playa (salvo los fines de semana) durante todo el mes de agosto. Jamás había pensado que podría ocurrir con mi hijo lo que ocurrió ese mes.

Los dos primeros días transcurrieron con normalidad, pero el tercer día las cosas cambiaron. Como consecuencia de tomar excesivamente el sol nuestra piel se había quemado bastante, lo que nos producía un cierto escozor y grandes molestias. Al llegar por la tarde a casa decidí ducharme para quitarme la sal y la arena de la playa y al terminar le pedí a mi hijo que me diera crema por la espalda.

- Si quieres, Borja, me tumbo en la cama para que puedas extenderme bien la crema por la espalda.

- Esta bien, mami, como tu prefieras. - contestó él.

Solo tenía puesta una toalla de baño, así que me giré de espaldas a él y me tumbé boca abajo en la cama, cubriéndome solamente el culo con la toalla. Borja se echó crema en las manos y comenzó un lento masaje desde el cuello. Se entretuvo bastante en mi espalda y disimuladamente trataba de sobarme la parte lateral de mis pechos que sobresalían por ambos lados al estar boca abajo. Después de unos minutos así noté que empezaba a calentarme ligeramente, pero enseguida traté de dejar mi mente en blanco porque el masajista era mi hijo y esos pensamientos no estaban bien. Llegó hasta mi culo y me preguntó:

- Mami, ¿Te importa si te quito la toalla para darte mejor la crema?.

- Esta bien, Borja, pero que no se entere nadie que me has visto desnuda. - le dije en broma.

- Vamos, mami, hoy en día cualquier mujer enseña sus nalgas en la playa con esos mini tangas que llevan y nadie se extraña. - contestó él riendo.

Comenzó a masajearme las nalgas, apretándolas fuertemente una y otra vez, lo que provocó un aumento de mi calentura. Al llegar a los muslos, abrí ligeramente las piernas para que pudiera extender mejor la crema, siendo consciente de que con este movimiento quedaría parcialmente a la vista mi raja aunque seguía tumbada boca abajo. Y no me equivoqué porque con disimulo sus manos llegaban hasta la parte alta de los muslos y me rozaba con sus largos y finos dedos el inicio de mi vagina. Con estos leves movimientos mis flujos empezaron a ir en aumento a la par que mi calentura. A pesar de que mi conciencia me decía que terminara esa situación, mi cuerpo me pedía lo contrario. Así que le dije:

- Borja, me gustaría que me extendieras la crema también por delante, si no te avergüenzas de ver a tu madre desnuda.

- Claro que no mami, tienes un cuerpo estupendo y, además, estamos solos y nadie va a enterarse.

Sus palabras terminaron de convencerme y me gire en la cama, quedando boca arriba y totalmente desnuda delante de mi hijo. Al principio él se quedó medio paralizado. Sus ojos iban de mis tetas a mi muy velludo monte de Venus.

- Oye, Borja, dime la verdad. ¿Nunca habías visto a una mujer desnuda?.

- No, en serio, contestó él.

- Bueno, pues, no pongas esa cara de asombro. - le dije cogiéndole de la mano para tranquilizarle.

- Al fin y al cabo todas las mujeres somos parecidas y alguna vez tenía que ser la primera. Aprovecharemos el masaje para darte una lección de anatomía femenina.

Le puse sus manos sobre mis pechos y no tuve que animarle mucho. Rápidamente comenzó a masajearlos y a pellizcar ligeramente mis pezones, al mismo tiempo que con sus dedos rozaba con sensuales movimientos circulares las aureolas de mis tetas. Mientras realizaba este movimiento le miraba fijamente a sus ojos, que no perdían su aire aparentemente inocente, lo que me excitaba aún más. Al llegar a mi monte de Venus abrí descaradamente con mis propias manos mi raja para explicarle como era una vagina. A su vista quedó expuesta toda mi intimidad, totalmente húmeda y de un fuerte color sonrosado, que contrastaba fuertemente con el color negro de mi zona púbica. Le cogí su mano y la llevé a mi chocho para que pudiera palpar y sentir personalmente como era el órgano femenino, explicándole como se puede dar placer a una mujer. Dejé totalmente expuesto a su vista mi clítoris, diciéndole que ese "botoncito" era el que nos permitía a las mujeres llegar al orgasmo la mayoría de las veces. Estaba realmente embobado con esa visión, y su pene, como dejaba traslucir su corto pantalón estaba a punto de estallar.

Le expliqué que las mujeres disfrutan más cuando le chupan el "botoncito", y al mismo tiempo que empujaba su cabeza delicadamente entre mis piernas para que me lo comiera. Ya no podía aguantar más. El no opuso ninguna resistencia y empezó a lamer suavemente con la punta de su lengua mi clítoris, dándome pequeños mordisquitos, lo que me provocó un salvaje orgasmo. Eran tan fuertes mis gemidos que Borja pensó que me había lastimado. Tuve que explicarle que no eran gritos de dolor, sino de placer. Llevé otra vez su cabeza entre mis piernas para que siguiera lamiendo y experimenté una serie de continuados y maravillosos orgasmos, posiblemente los mejores de mi vida hasta ese momento. Solo pensar que era mi hijo quien me los producía me excitaba sobremanera. Después de más de cinco o seis orgasmos seguidos quedé rendida en la cama. Pero la cosa no podía quedar así porque mi hijo iba a explotar de un momento a otro. Para entonces los dos ya habíamos perdido todo recato y vergüenza.

Le dije que se desnudara y frente a mí quedo expuesta una polla como nunca había imaginado que pudiera tener un chico a su edad. Fácilmente tenía un tamaño casi el doble que la de su padre. Calculo que podría llegar a los 25 cms. de larga, por no menos de 8 cms. de ancha. Literalmente me la engullí, aunque a duras penas cabía en mi boca. Inicié una espectacular mamada, chupándole su enorme y rojo glande y recorriendo con la lengua el tronco de su polla, donde resaltaban sus potentes y jóvenes venas. No me dio mucho tiempo a disfrutarla porque en pocos minutos me di cuenta que se iba a venir y aceleré el ritmo de la masturbación con ambas manos, soltando un inmenso chorro de espeso y caliente semen que me llenó la cara, tetas y pelo, tanta cantidad como si hubieran eyaculado tres hombres a la misma vez, y con una fuerza tremenda. Nunca había visto algo así, aunque después tendría oportunidad que eso era algo habitual en él.

Quedamos los dos abrazados y tendidos en la cama, descansando, pero al poco más de media hora noté como su verga se hinchaba de nuevo. No lo pensé dos veces y la dirigí directamente a la entrada de mi vagina. Con algo de esfuerzo, debido a su gran tamaño, me la metió hasta dentro. Llenaba todo mi hueco e incluso algunos centímetros quedaban fuera. Comenzó una magnifica cabalgada que me provocó varios orgasmos más hasta que se corrió y me volvió a inundar por dentro. Ese mismo día los volvimos a hacer otras dos veces más y yo perdí la cuenta de mis innumerables orgasmos.

Desde entonces, cuando estamos solos, repetimos nuestras orgías, lo que ocurre con muchísima frecuencia.

Relatos relacionados

el primo de mi esposa que es muy amiggo mio llego a la casa un viernes por la noche con una botella de cognac y en un par de horas ya nos la habiamos bebido entre los 3, y de alguna manera empezamos a hablar de sexo, le confesamos que nos habiamos filmado cogiendo y demas, no se como nos convencio de que vieramos esa pelicula, no habian pasado ni los primeros 5 minutos cuando los 3 ya estabamos super exitados, ella nos pregunto si teniamos la verga parada, le...
03-Apr
29386
Sucedio hace 8 meses cuando estuve viviendo con mi hermano en Cancún Q.Roo durante una temporada mientras terminaba mis estudios de ingeniería en ese estado, ya que por un intercambio académico fue testigo de una experiencia un poco perversa pero difícil de olvidar. Mi hermano me recibió de maravilla, me llevaba 5 años de edad, llevaba mucho tiempo de no verlo y nos dio gusto estar juntos y recordar viejos tiempos de diversión, cuando solíamos jugar fútbol, ver tele, pelear, salir, en fin, muchas actividades que habíamos realizado años atrás. También...
15-Nov
51364
Mi tia una mujer de unos 31 años, tiene un hermoso cuerpo lleno de curvas ademas de que es la mujer mas gentil que yo conozco, llegue a ella por el hecho de que mi nuevo empleo estaba en la ciudad donde ella vive sola desde hace 2 años. ella es alta (mide 1.70 m) tiene un cuerpo muy bien proporcionado. Es un poco rellena, sin embargo la distribucion de sus libras es exquisita: tiene unas caderas y unos muslos, ademas de una cintura y sus pechos. Era...
19-Apr
266081
Mañana del día 16 de Mayo de 1997. Mis padres murieron en un accidente de coche. Aunque creen que no lo sé, todo ocurrió cuando iban tocándose y besándose, mi padre se salió de la carretera cayendo por el desfiladero de Despeñaderos. Todo este tiempo he estado viviendo con mi abuela, pero esta ya es muy mayor y le ha pedido a su otra hija Silvia, que se hiciese cargo de mí. Llegué al encuentro con mis tíos, apenas los conocía ya que no los había visto desde que era...
17-Jan
23957
Daniela ya había aceptado, en parte, ser poseída de nuevo por mi, aunque no estaba del todo de acuerdo, sabía que sufriría de nuevo y ahora por el culito.El problema que vivo es que me puse medio pedofílico, me gustan las niñas pequeñas; como dice el dicho: ?buey viejo pasto tierno?. Lo único que les digo que no todos somos iguales, la mayoría son santos varones, y eso es verdad...Pero basta de preámbulos y vamos al grano con esta experiencia nueva de Daniela que ya no puede escaparse está obligada...
30-Jun
36557
Descansando en el sofá, mire que Vera se había quedado dormida, producto de todo el placer y el orgasmo inmenso que tuvo? me levante sin despertarla y subí a la habitación tome una frazada y baje para cubrirla con ella. La mire dormir por un momento, incrédulo por lo que había pasado? pensé que ahí había terminado todo, suavemente la bese en la mejilla y susurre gracias, Vera?. Subí a mi habitación y me di una ducha, me meti en la cama y me dispuse a dormir, encendí la tele y note...
20-May
651873
Bueno por obvia razones los nombres no son reales, soy moreno mido 1,70 de contextura doble y algo de barriga tengo 30 años y esto paso cuando tenía 20, para ese momento cursaba el segundo semestre en la universidad y trabajaba en un cyber café en un centro comercial de 1 de la tarde a 10 de la noche de lunes a domingo, trabajando allí conocí a mucha gente, por mi forma de ser muchos clientes preferían ir en el horario en el que yo estaba por mi paciencia ya...
14-Oct
91334
Ver ami mamá completamente desnuda cambio mi vida totalmente y desperto en mi un deseo y un amor hacia ella que jamas he sentido por una mujer Descubri en ella toda una hembra y tras esas ropas halgadas que por años vistio escondia un cuerpo bastante aceptable y nunca imagine que mi mamá tuviese una vagina tan peluda y tan pequeña y estrecha y la verdad tampoco habia visto otras vaginas . Al otro dia mi mamá se puso nuevamrnte la minifalda de mezclilla con botones y sin...
14-Sep
79307
[Confesiones] Me llamo Nilda, tengo 53 años soy casada y tengo dos hermosas hijas ya mayores, soy Ing. Civil, y por razones de trabajo me mandaron a ver unos terrenos en otra provincia en donde tengo una tía a la cual no veía desde hace muchos años, y, decidí ir a verla para hospedarme ya que me quería ahorrar algunos viáticos. Fue así que luego de un largo viaje llegue a la casa de mi tía, ella se sorprendió al verme ya que, sacando la cuenta no nos veíamos desde hace casi 15 años, me sorprendió verla sola y le pregunte por mis primos, ella me contó que sus hijos mayores ya estaban casados y vivían no muy lejos de su casa pero cada uno ya con su familia y, que ahí ella vivía con Luis el ultimo de sus hijos.
12-May
190986