Esta historia fue hace mucho tiempo.
Cómo conté alguna vez trabajaba en la zona de flores.
Al volver a casa en el tren, casi siempre me encontraba con la misma gente.
Fue así que conocí a Juan Pablo. Machote de 1,80, pelado de barba candado que trabajaba de seguridad en el bingo de flores.
De verdad soy un poco tímido, me cuesta conquistar gente en la calle.
A Juan me costó un año y medio hasta que me regalo un linda cojida.
Desde la primera charla de andén porque venía el tren con retraso y super lleno a la invitación a comer al bingo que fui con mi mujer.
Ya no creía que iba a pasar algo con él.
Después de mucho tiempo una vez que fue con el auto nos fuimos a buscar unas putas a Flórez norte, la primera vez nos hicimos tirar la goma por unas chicas en el auto, el adelanto y yo atrás.
Hasta que un día, decidió a tener más comodidad, en cargamos las zona roja, a él le gustaban mucho las negra dominicanas, pero yo a veces iba a buscar a Vanesa un chica trans paraguaya, Super delicada y hermosa.
Eso lo hacía sólo nunca con él, pero me jugué una carta a ver qué decís.
Cuando el levantó a su negra, le indique para ir a buscar a Vane.
Cuando la hice subir al auto conmigo en la parte de atrás, solo expreso que hermoso culo.
Nos fuimos al telo, cada uno a su habitación con las chicas.
Estos polvos son ricos cómodos y rápidos.
No me acuerdo mucho pero habré tardado unos 20 o 25 minutos, cuando salí el ya estaba en el auto fumando un pucho.
Le pregunté cómo te fue? Una mierda me respondió. Y a vos? Me preguntó?.
Maravillosa Vanessa, me encanta, le dije.
Salimos y me alcanzó hasta la estación de Haedo, ya que el vivía ahí y yo en Ituzaingó.
En el viaje, fuimos hablando, y me confirmo lo que yo quería. Qué no era homofóbico. La próxima vez te la robó me dijo.
Desde ese día pasaron varios meses hasta que me animé a tocarle la pierna.
Ese día me acuerdo todo, por qué no sabía cómo lo iba a tomar.
En verdad no iba siempre con el auto, pero una o dos veces al mes si.
Cuando manejaba no dejaba de pasar de ver un culo de las chicas todos les gustaban.
Por eso mi miedo, no por el rechazo, sí por qué era muy grande físicamente.
Pero ese día, casi llegando al lugar donde habitualmente me dejaba para que yo siga mi viaje en el tren, cuando lo voy a saludar, apollo mi mano sobre su pierna antes de saludar y bajar.
Él me saludó con una mirada distinta.
Me bajé, salí caminando con mucho miedo y misterio.
Se abra enojado, lo entendió. Mi cabeza andaba a mil.
Esa noche no puede dormir.
Al otro día, tipo 17 hs me llegó el mensaje cómo me mandaba siempre que llevaba el auto.
Nos encontramos donde siempre estoy con el auto.
Si le respondí. Me acerco hasta la esquina que siempre pasaba.
Cuando lo veo llegar me temblaban las piernas.
Nos saludamos como siempre, y los comentarios de siempre del día laboral.
Un rato fuimos en silencio.
Casi llegando a la gral paz, frena el auto, lo apaga y me mira.
De frente me preguntó, que onda vos? Te gustan los travas, soy gay?
Solo me salió decir, soy bisexual.
Me miró, volvió a prender el auto y arrancó.
Fuimos así en silencio varios minutos.
Casi llegando a destino, vuelvo hacer lo mismo. Freno el auto lo apagó.
El miedo me recorría todo el cuerpo.
Me mira y me dice, todo bien con los putos, pero yo no sé si voy con esa historia.
Lo miró, y se lo digo, con lo machote que sos, nunca te encargó un gay?
En el bingo siempre,me dice, pero yo los corto.
Bueno, te pido disculpas me confundí. Le respondí.
Prende un pucho, mira al frente un rato muy nervioso, pero con dudas.
Lo miró, Juan todo bien, no pasa nada.
Fue cuando se me abalanzó buscadome la boca con la suya.
No besamos un rato.
Prende el auto y arrancó para subir por la autopista, pasamos haedo, pasamos Ituzaingó, pasamos moreno todo por autopista. En un lugar paramos que hay una pequeñas lomadas de tierra junto a la autopsia.
Estaciono casi ocultando el auto, y volvió a besarme.
Sentía sus lengua bien adentro de mi boca, después de unos meses de pasión, extiro mi mano para acariciar su verga.
En verdad con terrible machote esperaba una gran verga, no era gran cosa, normal.
Pero después de tanto tiempo esperando para tenerla en mi mano, no me importo.
Su cuerpo era increíble.
Así que primero se la acaricie por arriba de su pantalón de vestir negro del uniforme y despacho fui tratando de abrir su bragueta.
Él no paraba de besarme, la boca, el cuello.
Solo freno un poco para poder bajarse el pantalón y si ropa interior hasta los tobillos.
Fue cuando la conocí, por primera vez. Blanca cortita y media gordita.
Le desabroché la camisa, para poder disfrutar la mayoría de su fisco y piel.
Pectorales bien marcados.
Cuando me dejó, fui en busca de uno de sus pezones, le pase la lengua muy suave, mientras con la mano le daba caricia a su pija.
Le encanta, así que cerró los ojos y tiró la cabeza para atrás.
Ya entregado, baje un poco el asiento de auto, para que estemos más cómodo, y fui con la boca de pequeños besos en el cuello, lengua a su pezones, hasta llegar a su pija.
No medie mucho protocolo, así que de lleno me la llevé a la boca, bien adentro.
Arranque con una rica chupada de pija, saboreando de la de la mejor manera que sabía, mientras le acariciaba el pecho, suave y duro pecho.
Él solo expresaba uno ricos gemidos y con los ojos cerrados.
Con su pasividad, aprovecho todo su cuerpo que él me ofrecía.
Super caliente, no daba más, así que decidí sacarme la remera.
Él me acariciaba la espalda mientras se la chupaba.
Por desgracia, no duro mucho. Siento como se corre dentro de mi boca.
Vuelca todo su leche dentro, se la sigo chupando muy lento.
Como no era mucho, trago la poca leche que me dejó, y de apoco también con mi boca voy sacando y limpiando su verga que ya estaba media flacida.
Fue cuando cuando abrió los ojos, y le digo. Me encanta. Hermosa tu verga y la leche manjar de los dioses.
Me da un pequeño beso en la boca preguntándome, en serio te gustó?
Me encantó.
Nos vestimos y me llevo serca de casa.
A las pocas horas mando un mensaje.
Decía algo así, che no puedo de dejar de pensar en vos.
Le conteste, quiero que me cojas.
Pasaron varios días hasta que pudimos ir al telo, fuimos al telo que está a la vuelta del bingo.
Disfrute más de su cuerpo. Amo el tipo de machos bien varonil.
Así estuvimos por años.
Daniel Romero
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