4 años corneando a mi marido
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Soy una mujer de 36 años de estatura mediana, ojos verdes y tés blanca, hace 13 años me casé con manolo el cual me lleva 14 años de edad, hemos tenido altibajos en nuestro matrimonio como todos, sin embargo desde hace tiempo la idea de cornear a mi marido me ha dado vueltas la cabeza.
Resulta que he coincidido en la puerta del colegio donde llevo a mi hija, con otro padre de familia, siempre llegamos tarde y ya la puerta está cerrada por lo que siempre nos encontramos, hasta que un día nos atrevimos a hablarnos, el se llama Alberto tiene 34 años, alto, atlético bien parecido, me dijo que medía 1.85 y aparte tiene un cuerpo super atlético, a diferencia de Manolo que es bajito y medio gordo.
Platicamos brevemente, pero claro al día siguiente como sabía que iba a llegar tarde también, pues me puse un vestido sexy, tacones altos y escote, estacione mi camioneta casi enfrente de la puerta del colegio, lo espere, lo vi venir y sentí una emoción indescriptible, traía una playera que hacia notar sus enormes brazos y pecho bien trabajado en el gym, espere a que bajara de su coche y yo me adelante a dejar a mi hija.
Ya estando de nuevo en mi camioneta, espere a que saliera, cuando vi que salió me bajé de mi camioneta, dejándole ver mis mulos bien trabajados por el spinning que me gustaba hacer, note como me miró, note su sobre salto cuando vio mis piernas, a propósito tiré las llaves de mi camioneta para agacharme y enseñarle mis tetas, lo ví y estaba excitado sin duda, me le quedé viendo y le sonreí, me subí a mi camioneta y calles más adelante se me emparejo, intercambiamos whatsapps y nos escribimos.
Era tremendo, me mandaba mensajes en la noche , yo tenía que esconderme de mi marido para que no escuchara los whats, le gustaba la platica vivida, y la verdad a mi también, un día ya entrados en horas de la madrugada chateando, sin mayor miramiento me mandó la foto de su verga, era enorme, y bien cabezona, yo no supe que decir, Alberto me dijo, te gusta? me quede sin palabras, le mandé un emoticon con un beso e hice como que me desconecte, sin embargo no podía dejar de ver ese falo enorme, casi a las 3 de la madrugada me manda ahora un video masturbandose, yo ya estaba hirviendo, era una verga enorme, me calentó tanto.
Al día siguiente sin más le marque de inmediato, le dije que me había encantado el video que teníamos que vernos, así nos quedamos de ver en un estacionamiento de un wal-mart, y de ahí directo al hotel, me quite todo de prisa, solo deje mis tacones altos, el se quito su ropa y solo se dejo el boxer, por debajo sobresalía un falo enorme, listo para penetrar con todo mi panocha, me puse de rodillas frente a el, baje su boxer y dios mío!!! era enorme calculo 25 cms (mi marido tiene 16), le pase la lengua por su cabezón, mirando como eso lo llenaba de gozo, también le di lengua a sus huevos y comencé a mamar como loca.
Su cabezota golpeaba mi garganta, Alberto gozaba con cada mamada que le daba, yo lo empecé a mamar más rápido, como puta en celo, de pronto fuimos a la cama e hicimos un 69, mi boca subía y bajaba sobre su vergota, y sentía como su lengua entraba con desesperación en mi panocha, de pronto me pongo en el filo de la cama con mi culo al aire, el detrás de mi, dando golpes a mis nalgas con su tolete enorme y grueso, mi panocha pedía a gritos ser penetrada ya.
Él jugaba, me seguía dando vergazos en las nalgas, hasta que de pronto me centro muy bien y adentro, ohhh que rico grite!, Alberto comenzó a bombear con fuerza, la cama se movía con ganas, Alberto lo metía muy duro solo podía ver en el espejo su cara excitada, como si quisiera atravesarme con su tolete, me tomo fuerte de las caderas y siguió jediéndome la pepa por un buen rato, paramos y me hinque a mamárselo, era como si hubiera crecido aun más su tolete, de pronto me cargo y me llevó de nuevo a la cama, esta vez patitas al hombro, tenía mis piernas sobre sus hombros, completamente rendida viendo como su tolete entraba y salía con fuerza de mi panocha, yo gemía como puta en celo, y con cada gemido el sonreía, como si supiera la travesura que estaba haciendo, de pronto se quito el condón, bajo la cabeza de su falo enorme y me lo metió por el chiquito, exclame un grito de dolor, era enorme y no estaba acostumbrada al sexo anal.
El muy cabroncito sabía lo que hacia, comenzó a joderme muy duro, yo le pedía que se detuviera pero Alberto lo metía con más fuerza, era como si me quisiera castigar por puta y a la vez premiar por ofrecerle mi culo para que gozara, no paraba sentía como sus huevotes cacheteaban mis nalgas, traté de safarme pero Alberto se dio cuenta y se aferro más a mi, no tenía salida, estaba a mercede de aquel tolete grande grueso y cabezón.
Comenzó a darme más fuerte, me dijo que quería venirse en mi culo, eso me mojo toda, ni mi marido lo había hecho, la joda era espectacular, el no paraba, tenía una fuerza increíble y estaba excitado como un toro, de pronto vi su cara excitarse más y más y yo le suplique que llenara mi culo con su esperma, el bombeo cada vez más fuerte, ya imposible el ritmo, estaba empapada en sudor, hasta que empecé a sentir sus chorros calientes dentro de mi culo, y su adorable cara de satisfacción al saber que había bombeado y llenado de leche mi culo, lo adore.
Desde entonces Alberto y yo nos vemos una vez a la semana , llevamos 4 años así.
fin.