Desde muy joven tuve la verga mas grande de todos

Autor: Anabella70 | 06-Oct

Confesiones
Hace mucho tiempo que quería contar esto, pero no hallaba la persona indicada para ser mi confidente. Lo que voy a contarte sucedió hace unos pocos años, cuando yo aún era un adolescente. Iba a la secundaria estatal, y al principio todos me humillaban. La razón del maltrato era que se había filtrado la noticia de que mi mamá había sido prostituta en su juventud. El dato era absolutamente cierto, y aparte, en el primer curso, yo era bastante escuálido. Pero al año siguiente, como nos suele pasar a esa edad, pegué el estirón. Ahora ya era difícil tomarme el pelo, con mi metro ochenta y los brazos que habían criado músculos jugando al tenis. De hecho, a uno que volvió a mencionar el asunto de mamá, le pegué una piña que lo tuvo sangrando todo el recreo; por suerte el tipo estaba tan asustado que le mintió a la celadora y le dijo que se había caído.

A partir de entonces todos me respetaron. Y no sólo por mi contextura, sino por otra ventaja que en segundo año ya era notable, pero que, cuando llegamos a quinto se había hecho fenomenal: tenía una soberbia poronga, no sólo por los 27 cms. de largo, sino por lo gruesa: aún haciendo un anillo con el índice y el pulgar no alcanzaba a tocarme los dedos. Mis compañeros se habían dado cuenta en la clase de gimnasia; los más íntimos me cargaban, otros miraban admirados? Si algo faltaba para ganarme el respeto de todos era eso.

El problema era que no quería salir con chicas de mi edad, porque tenía miedo de reventarlas. Yo despreciaba mucho a las mujeres, pero tenía ciertos escrúpulos, acaso por mi juventud.

Con mi madre vivíamos solos, ya que mi padre, el fiolo que la explotaba, se había rajado hace tiempo. Como dije, yo no dejaba que nadie hablara mal de ella, pero íntimamente la despreciaba; para mí, seguía siendo una puta, aunque ya llevara años sin hacer la calle. Su manera de vestirse y de pintarse, sus movimientos, su indudable belleza (por entonces tenía 39 años, el pelo castaño enrulado, los ojos verdes; sus medidas, según lo que vi una vez en la nota de una modista, eran 96-62-110)? todo me lo recordaba. Como sea, nunca le perdoné las humillaciones por las que había pasado, y siempre las tuve latentes dentro de mí? Hasta que un día todo explotó.

Yo ya estaba en quinto año. Una tarde llegué del colegio temprano y, como no encontré nada en la heladera, me bajé un litro y medio de vino tinto. Después me quedé en la cama mirando la televisión. Cuando mamá llegó de su trabajo ?en esa época en una casa de familia-, le dije:

-Hace horas que quiero comer y no hay nada, andá a prepararme algo.

Se me quedó mirando, sorprendida de mi tono alcoholizado; enseguida se puso a reír y se fue al living sin dejar de lanzar carcajadas. Al rato escuché la tele de abajo: se había sentado a ver una serie, sin darme la más absoluta bolilla. Creo que, hasta entonces, jamás había estado tan enojado con una mujer. Terminé lo que quedaba del vino, y bajé.

Cuando me vio acercarme, me dijo:

-Si vas a la cocina, preparame un sánguche para mí.

Y siguió mirando la televisión, mientras meneaba la cabeza.

Yo me paré frente a ella y me la quedé mirando.

-Me estás tapando el televisor? ¿no te das cuenta? ?me dijo, con un tono cada vez más soberbio.

Dudé apenas un instante sobre lo que cabía hacer, hasta que, ya sin ser dueño de mí mismo, le metí un soberbio cachetazo. Ella se tomó la cara y me miró indignada. Pero antes de que pudiera reaccionar, le pegué otro de revés. Recién entonces se dio cuenta de lo que se le venía y me dijo en un grito:

-¡Calmate, por favor, calmate, soy tu madre!

-Vos sos una puta y lo sabés ?respondí yo, sin levantar la voz pero con firmeza, alentado por la bronca y el alcohol.

Los dos sopapos no habían alcanzado para calmarme, así que la levanté del brazo y la llevé a la cocina dándole patadas en el culo. Creo que ella gritaba cada vez más, pero todo pasó muy rápido y sólo alcanzo a recordarlo de forma borrosa. Lo que sí recuerdo bien es cómo mamá se puso a cocinar enseguida, mientras yo me sentaba en el mismo sofá de donde la había arrancado. Pero apenas sí le presté atención al televisor; mi mente estaba absorbida por las humillaciones que había sufrido desde niño. Nada me serenaba. Pensé que pronto sería mayor de edad y que, a pesar de haber sido beneficiado con una pija de burro, sentía grandes impedimentos para entablar una relación con una mujer. Lo único que me salía en ese momento era ir cada tres o cuatro minutos a la cocina, para cagarla a pedo.

-Mové el culo, puta, tengo hambre.

No sólo por mi fuerza física y por mi enojo, sino por mi rostro, que debió ser temible en ese momento, ella me respondía:

-Ya va a estar, hijo, dame un ratito más, por favor ?o cosas así. Y maniobraba con toda la rapidez de la que era capaz.

No creo que haya pasado más de media hora. Me había preparado un churrasco con ensalada y lo trajo hasta el living sin decir nada. Los vahos del alcohol empezaban a abandonarme, y me sentía un poco culpable; cuando terminé de comer ella me preguntó si podía retirar las cosas y lo hizo de inmediato. Yo me había hecho el propósito de pedirle disculpas cuando viniera de la cocina; pero no me dio tiempo.

Apenas volvió, se sentó a mi lado; yo no dije nada, atento a lo que ocurriera. Después de mirarme un rato, balbució:

-Perdoname.

Lo dijo tan bajito y con tanta ternura que apenas la oí. Empezó a lagrimear, mientras repetía ?Perdoname? a cada rato. Al fin, puso la mano en mi bragueta y estuvo un rato tanteando el vistoso monte que hacía mi poronga. Me di cuenta de que ya no era sólo mi madre, sino también mi puta, sólo que no se animaba a ir más allá. La idea que había tenido de pedirle disculpas me parecía ridícula ahora. En lugar de eso, le dije con suma calma:

-Arrodillate y chupame la pija.

Ella me miró suplicante. Tuve que repetir.

-Chupame la pija, te dije. ¿O querés que te cague de nuevo a patadas en el culo?

Dio un respingo; en dos segundos estaba arrodillada. Me desprendió la bragueta y dejó mi nabo en libertad. A pesar de que había visto muchos, dio un grito de sorpresa y temor. Sin embargo, sabía que ya no podía volverse atrás. Me miró a los ojos y empezó a sobarla, primero desde las pelotas hasta la punta, y al minuto, abriendo la boca cuanto le era posible, tragándose lo que pudo.

Yo encendí un cigarrillo, abrí bien las piernas para estar cómodo y la agarré de la cabeza, haciendo un bollo de su cabello castaño para poder manejarla mejor con el puño. Era mi primera vez con una mujer, pero llevaba años preparándome para eso. Sin embargo, debido a mi notable tamaño, me era imposible entrar más de la tercera parte. Así que, cuando ya faltaba poco para acabar, me paré sin soltarla del pelo, arqueé bien las piernas e inicié una feroz cogida en su boca. La agarré de ambas partes del pelo, aderezando dos riendas como si fuera una yegua, y logré ensartarle la mitad de la pija. Su rostro adquirió un color carmesí, su nariz empezó a largar moco y sus manos se apretaron con fuerza contra mis piernas. Pero no la solté. Al rato acabé y la vi expulsar guasca por las fosas; recién entonces aflojé mis poderosas manos y se la saqué.

Ella estaba sollozando e inclinó la cabeza hacia el piso; no pasaron ni diez segundos y vomitó sobre la alfombra. Estuvo un rato así, parando por momentos y volviendo a volcar.

Yo me prendí la bragueta, apagué el cigarrillo y le dije:

-Parece que ya habías comido.

Me sonreí y me fui al baño a lavarme.

Relatos relacionados

[Heterosexual] Me llamo Ángel y tengo 33 años, la otra protagonista de esta historia es Soraya una estudiante de bachillerato que acaba de cumplir 18 años; y fue el día de su cumpleaños cuando todo ocurrió. Pero empecemos desde el principio, yo estudié Filología Inglesa y por las tardes daba clase de ese idioma a chavales para ayudarles en los estudios. Soraya empezó a venir a mis clases un verano para practicar el inglés pues no se le daba nada bien en el colegio. Su madre habló conmigo para ver si podía coger a Soraya en mis clases, en principio le dije que no, pues yo ese verano quería descansar y relajarme un poco; por suerte para mí al final la acepté pues por otros compromisos tuve que dar clases a un grupo y tenía un hueco que lo ocupé con Soraya.
13-May
20509
Quiero contar la historia secreta de mi prima...Nuestros encuentros comenzaron desde que eramos unos niños yo soy 4 años mayor q ella, ahora tengo 31 y ella 27...Todo comenzo como un juego de niños descubriendo nuestros cuerpos experimentado cosas nuevas. Las primeras veces fueron caricias en sus pechos, besos en el cuello, las piernas hasta llegar a tocar su vagina. Ella se quedaba en la casa de mi mama y ella trabaja por las noches asi yo esperaba paciente para meterme a la cama con mi prima; desde chica su...
27-Nov
39948
Saludos como lo explique el día 05-01-18 mi madre enfermera) mi padre esta convaleciente por infarto que sufrió y decidimos mi madre y yo llevarlo a mi apartamento mientras se recupera para que luego regresen a su casa mi nombre es wilm ..bueno llevamos a mi padre lo intalamos todo marchaba normal claro cuando podíamos mi madre y yo dábamos unos besos full apasionados que nunca me había dado una mujer se notaba q mi madre tiene bastante experiencia... llega la noche mi madre nos dice q iría a ducharse...
18-Jan
26902
Me llamo ROSA tengo 24 años , y trabajo en un hotel de cuatro estrellas , de Barcelona.Mi trabajo principal es servir los desayunos en las habitaciones a los clientes que lo piden . En estos cuatro años que llevo en este trabajo me he encontrado de todo. Yo soy bisexual y muchas veces aprovecho las ocasiones en que me encuentro que son variadas y que os iré contando una detras de otra. Llegarón al hotel dos mujeres de unos trenta años , americanas , yo enseguida me di cuenta...
18-Feb
59955
[Infidelidades] Conocí al que hoy es mi marido hace veinte años, por aquel entonces yo tenia 18 y el 28, mi experiencia con los hombres era totalmente nula en aquel momento, ni tan solo un beso había dado nunca a un chico, y claro está, virgen. Nos casamos tres años después, yo ya no era virgen, y más cosas sabia de los hombres, bueno, mejor dicho, de un hombre. Tuvimos dos preciosos hijos, que llenaron nuestra vida de felicidad, también nuestra vida sexual era muy buena, mi marido si tenia experiencia, y me enseño muchas cosas que yo perfeccione.
26-Dec
31792
Me estremecí al sentir sobre la piel de mi espalda las fuertes manos del chico que trabaja para mi esposo y que es mi chofer pero ya no podía hacer nada para evitarlo yo misma le había pedido que pusiera bloqueador solar en ella y el solicito lo estaba haciendo suave y delicadamente y luego de un rato de sentirme tan bien le pregunte si podía darme algún tipo de masaje el me dijo que no sabía pero podía intentarlo y así comenzó a pasar sus manos por toda mi...
28-Sep
116378
Hola mi nombre real no importa pero me llamare antonio y actualmente tengo 28 años y soy del estado de puebla en mexico y la otra protagonista es mi madre ala que si llamare por su verdadero nombre de Inés y actualmente tiene 48 años y vivimos en un pueblo rural y nuestra historia se remonta cuando yo tenia 14 y ella 34 soy el unico hijo varón pues tengo dos hermanas que se casaron y se fueron a vivir a otro estado . me enamore perdidamente de mi mamá...
27-Nov
143692
Recordando ,me decido a publicar lo que fue hace un tiempo ya el primer trio que tuve...un dia sabado mi marido salio durante la tarde a juntarse con su gran amigo ,estuvieron bebiendo cervezas y conversando ,a las 21 horas me llama y me dice que si tengo problemas en recibirlos en la casa ,siempre ha sido educado y responsable y la verdad no invita a hombres a nuestra casa ,pero como yo conocia a su amigo desde años ,acepte,sabía que algo se guardaba entre manos ,hacia tiempo mientras me...
19-Aug
24098
[Heterosexual] Hay que reconocer, son cosas que uno propone y las circunstancias disponen. ¿Quién lo diría? La conocí hace unos cuatro meses, casi como un juego. Un sector que invita a la seducción y el juego, en el ciberespacio, y hoy estoy partiendo desde mi ciudad con rumbo a lo inesperado. Voy a verla. Reconozco que la intriga carcome mis entrañas, el nudo en el estómago, los nervios me juegan una mala pasada. ¿Será como la imagino? ¿Seré como me imagina? Mil preguntas, todas sin respuestas.
07-Apr
22894