Caudales de placer al contacto del agua

Durante toda la mañana lo planeé, tenía que hacer algo al respecto, los minutos avanzaban y un cosquilleo subía y baja por mi piel, cada vez mi corazón se aceleraba más y la sangre simplemente la sentía correr por todo mi cuerpo. Por fin, el momento adecuado, un baño y justo en ese momento puse el modo sexual en encendido. Bajo el chorro de agua me llené de imágenes, caricias y posiciones, mis manos poco a poco me acariciaban a la par del jabón, sentada en la regadera me recargo en la pared, abro mis piernas solo un poco y comienzo a tocarme. Tenía meses sin masturbarme, no había sentido el deseo ni la necesidad de hacerlo. Comencé a excitarme en demasía, no quería terminar, no quería que mi clítoris se sensibilizará al grado de ya ni siquiera poderlo acariciar, me detuve. Salí del baño, sin secarme solo tomé la bata y me fui a la cama. Quería hacer todo al mismo tiempo leer pornografía o ver un poco de ésta, no dejaba de tocar mis pezones que ya para ese entonces estaban rojos y duros, cada caricia era una pequeña explosión en mi vagina ya empapada. Busco algo que leer y no encuentro nada que me provoque, entonces será que tengo que ver algo? Nada, ya el placer era demasiado. Cerré la computadora, abrí completamente mis piernas y aún con la bata puesta solo cerré los ojos y aquellas imágenes previas que puse en mi mente las volví a vivir, todo aquello al tiempo que mi dedo índice le hacía círculos a mi clítoris ya caliente, hirviendo y mojado, ya mis pezones no recibían caricias ahora se habían convertido en una especie de pellízcos, entre mis dedos jalaba el pezón, después con mi mano apretaba, me apretaba el pecho, me apretaba mi pierna, mis latidos eran muchos y muy rápidos, mi respiración en exceso agitada, mi piel erizada por completo entoces doy inicio al primer orgasmo, justo cuando me llevo la bata a la boca para guardar un grito en ese instante introduzco el vibrador que yacía junto a mi, en espera de su momento, quise meter solo la puntita, pero estaba en pleno éxtasis, sin prenderlo y solo al ritmo que mi mano le iba marcando alcancé el segundo orgasmo, fue delicioso, no podía parar quería más placer y sabía que me lo podía dar, así que sin detener un solo momento aquel movimiento lo metía y lo sacaba, llegó un punto en que de ser un vibrador lo convertí en una palanca, subía y bajaba, lo volvía a meter y luego a sacar, lo hacía que rodera todas las paredes de mi vagina, lo metía hasta el fondo y luego lo sacaba del todo para con la puntita acariciarme el clítoris. No quería abrir los ojos, sentía que el placer menguaría y yo solo quería intensificarlo, así que mi mente no dejaba de reproducir imágenes, determe no era opción así mismo las palabras fueron saliendo en voz alta, yo misma me dirigía y me pedía: ahí, por favor ahí quiero más, allí me gusta también, más rápido, así? Estaba decidida por el tercer orgasmo, el placer no cesaba y no tenía intensión de que bajara, sin sacar el dildo me hinco en la cama pongo mi cabeza sobre la almohada con el culo al aire y me sigo cogiendo, con los mismos movimientos sólo que ahora yo estoy sobre él, mi mente ya era la más sucia y la más veloz, escarbó y produjo imágenes que nunca existieron y que sólo quedaron en la fantasía. Prendo el vibrador ya era una sensación triple: su movimiento, los míos y aquel derrame de placer sexual que mi imaginación estaba procreando, tenía mi mano mojada, todo aquel líquido la gravedad hacía que me fuera escurriendo entre los dedos? De pronto me imagino expuesta, así, en aquella posición, desnuda, con el culo al aire y el dildo adentro imagino que alguien me ve, me descubre pero ya es tanta mi calentura, lo caliente que tengo la cabeza que no me detengo hasta alcanzarlo, tengo que explotar frente a la nueva audiencia, sí eso es lo que me excita, que me vean como disfruto, como me cojo yo sola, como grito y como exploto de placer? En ese pensamiento me dejó caer de espalda a la cama, dejo el dildo adentro encendido y comienzo a sentir ese delicioso cosquilleo post-orgásmico...