Había sido desvirginado, mi macho me había poseído y había eyaculado en mí, no me había guardado nada, culeado completamente, pero sentía por un lado cumplida mi fantasía pero no había sido los espectacular que tanto se comenta, en los relatos gays. Además tenía un fuerte cargo de conciencia, me preguntaba, ¿Cómo esta calentura me había llevado a coger con un hombre?. Era un manojo de dudas. Ahora seguiré teniendo apetito sexual hacia las mujeres, ¿o no?. Bueno esa última duda, acerca de la atracción mía hacia las mujeres, me duro poco, solo basto ver a una compañera de trabajo para restablecer mi de heterosexual hacia las mujeres. Pero definitivamente deseaba seguir mi exploración.
Con mi primera pareja tuve dos citas más, la última fue bastante decepcionante, pues tuvimos sexo, pero decidí hacerlo gozar a él, que me coja con su acostumbrada vehemencia que me use como el desee y que se sacie, con la confianza que luego el me hiciese acabar luego. Pero eso no paso, me beso, lo bese, me lamio a medias el ano, de una forma un tanto violenta, me separo las nalgas, introdujo su lengua entre mis labios anales, un tanto los jalo con su boja, me metió la lengua, yo estaba expectante, pues era diferente a las dos veces anteriores, yo siempre receptor de nuevas experiencias, no le dije nada, y luego siento que me introduce sin mucho preámbulo el pene, me dolió, pero no me queje, yo deseaba mostrar mi sumisión dado que él me había comentado que no era lo dócil que él deseaba, Me arrincono hacia el respaldo de la cama penetrándome violentamente, en parte me gusto su actitud de poseerme, y siento que finalmente eyacula dentro de mí, como lo había hecho las dos veces anteriores, sentí sus gemidos y luego se recuenta sobre mí por un momento. Yo aún no me había ido, espero un momento a que él se reponga, luego de lo cual le pido que me haga acabar, a lo que me pide que me lave dado que tenía restos de semen en mis piernas y nalgas, y posiblemente dentro del ano. Me voy a enjuagar y regreso a la cama, le pido que me masturbe y me meta uno de sus dedos, pero luego de un rato mira su reloj y me dice que debe irse, pues la bodega la había dejado cerrada y debía volverla a abrir. Se vistió y se fue, Yo quede muy frustrado y decidí nunca más buscarlo.
Luego de este final agrio, recurrí a un travesti que era muy guapo, no solo por sexo sino para conversar sobre cómo podía mejorar mi disfrute. Me contacte con El 2 meses después de mi último encuentro y quede en ir a su departamento. En mi conversación quedamos con Michelle (así se llamaba el), el cambiar de roles, primero yo haría de activo y luego el realizaría ese rol. Me lave como lo había hecho antes mediante dos lavativas para tener un encuentro placentero. Al ingresar a su departamento fue adecuadamente camuflado mediante una gorra y lentes. Al ingresar el me esperaba con una espectacular lencería, él era preciosa, una cintura de locura y muy femenina, pero tenía un miembro más grande de mi primer hombre.
Yo comencé en el rol de activo, me hizo una mamada que me encanto, dejándome realmente erecto, y a continuación me puso el preservativo, de forma magistral, y luego el mismo se encargó de penetrarse con mi miembro. Fue mi primera vez como activo con un hombre, tenía la suavidad de una delicada mujer, ensayamos varias poses, era una maestra, o maestro, mejor dicho, estando a punto de eyacular, me detengo deseaba hacerlo estando desempeñando Yo el rol de pasivo.
Se la saco y le pido que él me coja, para eso su pene estaba bastante recogido, por lo que me pide que le haga sexo Oral para reanimarlo, yo accedo de inmediato, lo logro levantarlo y dejarlo completamente erecto, Yo al verlo supe que esa penetración si fuese posible, no sería fácil. Y así fue, él se puso el preservativo, y aplico tanto a su miembro como en mi ano lubricante, luego de lo cual me pidió que adopte la posición de cuatro patas, y comenzó la penetración, y como me lo temía, no fue posible, tenía una dimensión mayores que mis posibilidades, yo lo había tomado como un reto pero por más que tanto el como yo pusimos de nuestra parte no entraba. Yo estaba ya resignándome de abandonar la tarea, pero el me dio un ?Secreto Profesional?, ??. Si realmente deseas que te penetre tú debes pujar, como si quisieses defecar y así facilitaras la penetración?. Yo como alumno aplicado puse en práctica el consejo y puje, y puje hasta que poco a poco sentí que mi abertura cedía y finalmente su hermosa pieza entraba en mí. Finalmente sentí su pubis chocando con mis nalgas. Me emocione poder lograrlo, luego de esto quede sudoroso por el esfuerzo, nos quedamos un momento quietos, pasaron unos minutos y el comenzó un suave bombeo que me escarapelaba, por lo grueso y grande se su miembro, era definitivamente una experiencia nueva para mí, probamos varias poses, pero la que más me gusto fue cuando puso un cojín en mi cadera y me levanto y separo mis piernas y así me penetro, fue la mejor. Luego él me dijo que de esa forma masajeaba con la cabeza de su miembro mi próstata.
Agradezco a Michelle la paciencia que tuvo conmigo y los consejos que me dio, siento que desde esa vez mí el sexo con hombres adopta una madurez, dejar de lado la vergüenza y los tapujos que disfrutar completamente el sexo con tu pareja.
Este es parte real de mi vida Gay, enviajen tus comentarios a
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