MI MUJER SE HACE LA DELICADITA? CONMIGO
Hola queridos amigos de esta pagina tan especial. Ya tiene semanas que no he narrado nada porque la vida de la pareja tiende a ser aburrida cuando no hay cosas que emocionen. Vivo bien con mi esposa, lo admito, y más desde que ella me engañó con aquel negro ilegal, ya que al contarme lo ocurrido, lejos de afectarse nuestra vida en pareja, esta se enriqueció y desde entonces nos volvimos mas sensibles y abiertos. Actualmente soy diabético y lógicamente mi rendimiento sexual ha bajado así que entre mi mujer y o hay una gran apertura ya que ella sale y coge con amigos, aunque no tiene amante de planta. Las cosas se dan sencillamente, y aprovechamos alguna salida o unas vacaciones y ella puede obtener con confianza y discreción lo que de mi ya no recibe, un trozo de buena carne entre sus piernas y el premio de algunos orgasmos, y más ella, que es multiorgásmica.
Desde siempre ha tenido un gusto especial por los negros, y yo procuro que ella disfrute con hombres de color y bien dotados, y en este espacio les he contado algunos incidentes con negros sobre todo en Belice, a donde vamos con frecuencia, o ella viaja solita con una comadre que también coge ya que mi compadre tiene problemas de salud. Pero lógicamente uno tiene su corazoncito y de repente tengo ganas de echar un palito con ella. Por lo regular no aguanto mas de uno pero aunque sea con Viagra procuro darle gusto al cuerpo.
Hace cosa de dos semanas ya tenia mas de un mes que no intentaba siquiera cogérmela, y por alguna razón ella no había salido con algún amigo así que los dos teníamos ganas y una noche, ya acostaditos y después de darle un buen masaje en la espalda, mi esposa me abrazó y metió mano debajo de mi trusa para agarrar a mi amigo que se despertó emocionado, ya que a lo largo del día ella me había ilusionado y pensaba que esa noche cenaría Pancho como antes. Intenté sobarle los senos, ya que mi mujer responde a las caricias en los pezones y le gusta que se los succione o cuando menso se los sobe con cuidado mientras le hago el sexo oral, pero ella me detuvo y, enérgica pero sonriendo, me dijo:
-No papito; Déjame darme gusto mi amor?. Déjame que te la mame para ver si se te para bonito? no quiero que me hagas tu nada, pero tengo ganas de hacerte el amor yo a ti? ¡Quiero mamártela bien rico! ?y diciendo y haciendo, mi mujer se hincó en la cama y comenzó a sobarme los huevos y la verga, con suavidad, lentamente, como ella lo sabe hacer. Se pasaba hasta mi ano y con el dedo medio me acariciaba el cisirisco, algo que ella sabe que disfruto mucho porque me estimula la próstata. Esto forma parte de nuestra manera de coger, desde antes que me enfermara incluso, y sinceramente, experimentamos muchas cosas candentes en cuanto al sexo.
Pero la cuestión es que, después de estar sin nada de nada por bastantes días, me emocioné y clarito sentí que al mismo tiempo que su boca se pegaba a mi verga y pasaba su lengua por el glande, mis huevos se inflamaban y comencé a botar semen. No fuertemente como yo deseaba sino casi como si se me escurriera y aunque traté de evitarlo de plano no pude, y ella recibió toda la carga de leche en su linda boca? y cuando me estaba ilusionando que ella lo disfrutaba, resulta que levantó la cabeza y arqueó molesta, carraspeando, al mismo tiempo que me miraba enojada. Por lo regular cogemos con la luz encendida desde siempre y es que verla encuerada es un placer ya que tiene un lindo cuerpo y además, sabe usar todos sus agujeritos para dar y recibir placer? pero esa noche estaba muy molesta conmigo.
-¿Qué no te pudiste esperar tantito? ¡Ahhhhg, que cosa tan fea te salió! Ya sabes que no me gusta que te vengas en mi boca sin avisar, para que cuando menos no me trague tu leche? ¡Te sabe horrible, tal vez por la medicina que tomas!... ¡Ahhhhg, siento ganas de vomitar de tan feo que te sabe la leche? pásame el alcohol! ? y me enojé yo también. Primero conmigo mismo por no haberme podido aguantar pero también con ella, ya que se me hizo exagerada su reacción y mas cuando ella misma me cuenta cómo se han venido en su boca casi todos los hombres con los que ha cogido, desde aquel negro, SERGIO, hasta mi compadre incluso, con elq ue fuimos de vacaciones hace un año ya a Belice? aunque esa vez yo mismo vi cómo ella recibía toda la carga de leche y luego se la tragaba tan tranquila, como si fuera un manjar? y así se lo dije:
-Oye, mi amor, no exageres ¡Ni que fuera para tanto! En todo caso yo no te digo nada y hasta sabes que disfruto cuando te vienes en mi boca, cariño? y si dices que sabe fea mi leche? ¿A poco no te tragas enterita toda la que te han echado, desde Sergio hasta? todos tus amigos? Mira, si quieres enjuágate la boca y ya, pero no exageres con todo lo que me estas diciendo? ¡Ya ni yo, que incluso me he bebido directo de tu panocha los mecos de algunos de tus amigos? hasta de Sergio, el negro aquel, y no te la hago de tos para nada, cariño!
-¿Ya vas a empezar con Sergio esto y lo otro? Ya tiene mucho tiempo de eso, y sabes que no lo he vuelto a ver para nada? además, si sabes lo que hice con Sergio es porque tu me juraste que no lo ibas a estar sacando para todo? y si, si me bebí su leche pero lo que salía de la verga de Sergio sabia distinto? para mi que era porque el no tomaba medicinas y tu si, mi amor ?dijo mi mujer en tono conciliatorio, aunque yo seguía molesto, y continuó ? pero ya vamos a dejar las cosas por la paz? yo te la quería mamar y ni modo, no te aguantaste y te veniste? ¡Mejor vamos a dormir y nos dejamos de cosas!
Y así, lo que parecía una noche mágica con una buena ración de sexo oral terminó en una amarga discusión y aunque dos noches después me la volvió a mamar y entonces si me aguanté y todo salió bien, esa noche me quedé pensando en que las mujeres se ponen delicaditas con el esposo, y en cambio con el amante hacen cuanta cosa y se quedan contentas? o por lo menos mi mujer llega hasta anchada de las piernas y con el ponche rozado pero feliz. Y con todo y estas cosas, sigo siendo u marido complaciente por amor a mi mujer. Mi correo es
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