Mi AMIGO LA CREIA INOCENTE Y PURA

Mi AMIGO LA CREIA INOCENTE Y PURA POR GALENO ARDIENTE
Siendo joven, uno comete infinidad de tonterías y somos audaces sin meditar las consecuencias. Nos enamoramos, pensamos que las cosas van a ser hermosas y finamente cometemos errores de los que mas adelante nos arrepentimos. Los recuerdos de lo que hacemos en cuanto al sexo continúan vigentes y recordarlos es volver a vivirlos. La cosa fue así: Un amigo me invitó a su tierra a pasar unos días y sinceramente, se me antojaba conocer Chiapas, tierra de ensueño y magia, así que acepté gustoso, aun cuando el dinero que llevaba era más bien escaso. Después de un largo viaje en autobús el amanecer me tocó en Tonalá, un lugar muy caluroso, con cierto aire colonial, a diferencia de algunas otras ciudades de aquella entidad, mas modernas y mejor trazadas, como Arriaga, por ejemplo, que queda a pocos kilómetros de Tonalá, y en el camino desde el DF mi amigo y anfitrión me había platicado de las mujeres que ahí íbamos a ver, me recomendó, conociéndome, que fuera con todas ellas una persona tranquila y que respetara, pero mas a una chica en especial dado que el buscaba algo serio con ella. Me reí para mis adentros dado que en el DF tenia una novia y otra mas con la que cogía seguido y no trataba de ocultarlo, ya que el vivía en una casa de pensión y ahí todo se sabia.

Por ahí se dice que lo prohibido es lo mas deseado pero la verdad era que yo no tenia intenciones de ligarme a alguna chava pero mi llegada había sido anunciada y, lógicamente, algunas de las amigas de mi amigo tenían curiosidad por el extraño que llegaba. Dos o tres eran de verdad hermosas, altas, de buen porte, atrayentes físicamente, pero aunque muy amables, debo reconocer que para los estándares de ellas yo estaba muy abajo y se limitaron a ser condescendientes pero hasta ahí. Fue una, por la que precisamente mi amigo estaba interesado que además de hermosa, era más amigable y cordial que las demás. Tal vez por eso el se sentía atraído por ella. El caso es que platicamos un rato mientras mi amigo terminaba de bañarse, y cuando salió al patio, y vio que estaba ahí ella, me miró fijamente al tiempo que decía, con tono de enojo:

-Ah, veo que ya se conocen? ¡Oye tu! Hubieras esperado a que yo los presentara siquiera ?me dijo en un tono algo altanero que no me ofendió sino que me causó risa.

-¡Oye, tampoco es para tanto? solo lo saludé y le estaba preguntando cómo les había ido de viaje y donde estabas pero si andas con tus cosas mejor me voy! ?dijo ella y tomó su bolso de mano. Yo disimulé y me retiré pero los oí discutir, y pensé que la chica era linda, bastante linda, y aunque bajita de estatura, su figura era atrayente pero si mi amigo la pretendía había que hacerse a un lado por pura decencia, pero de que estaba linda lo estaba y ahí estuve en el cuarto por unos minutos hasta que mi amigo entró, aun un poco molesto, pero yo no le dije nada.

-¿Qué te parece ella?... ¿Verdad que está hermosa? Esta es la chica que te dije así que mucho cuidado porque te debo decir que me gusta, nos gustamos desde niños y a mi familia le encanta? pudiera ser que me case con ella una vez que termine la carrera.

-Es bonita, y te felicito; Con trabajos me saludó y solo porque yo le pregunté qué se le ofrecía, pero perdóname, amigo, no debes ser tan celoso? yo respeto y créeme que seria incapaz de cortejarla sabiendo que tu le tienes interés? ¿Ya vamos a desayunar? -Le dije, para cambiar de tema pero, sinceramente, el cuerpecito hermoso de aquella chica se me había grabado en la mente, y comencé a imaginarla desnudita y cogiendo? conmigo.

Lógicamente, mi amigo inventó salidas y me invitó a algunas reuniones entre sus amigos, nos tomamos algunas cervezas, conocí gente, pero una cosa que admiraba aun yendo en el coche con mi amigo o a pie, algunas de las pocas veces que me lo permitió su cortesía y la de su familia, era la belleza de la mujer chiapaneca, desde la mujer del campo, sencilla pero sensual, hasta las chicas que formaban el circulo de amistades de mi amigo, cuya familia era de cierto nivel económico y se rozaba con gente de igual calibre.

Hubo una fiesta en Arriaga y yo fui como invitado. Ahí había un lugar muy popular en donde se hacían bailes y en esa zona la gente es muy bailadora y alegre. El caso es que fuimos y entre las chicas de Tonalá estaba ella la pretendida por mi amigo. El ambiente era agradable y el baile permitía estar cerca de esas mujeres tan lindas. Mi amigo empezó a beber de mas hasta que se puso francamente ebrio, y por lo mismo un poco necio, así que tratando de evitar un problema le dije que si nos retirábamos y el, molesto, me dijo que no, que el no se iba pero que si yo me sentía cansado que me fuera, pero eran la una de la mañana y pensé que debía tomar un taxi para ir de Arriaga a Tonalá.
Tratando de evitar problemas decidí retirarme y caminé un poco rumbo al centro de Arriaga cuando una camionetita se detuvo junto a mí. La traía ella, que muy amable y sonriente me dijo:

-¡Hola!... ¿A poco de verdad ya te vas? Aquí las fiestas acaban en la madrugada y para eso todavía falta mucho? mejor regrésate? ¿O te mandó a dormir tu amigo?... ¡De verdad que se pone necio cuando se emborracha!... ¡Yo si me tengo que ir porque mañana tengo que trabajar pero tu regrésate al baile!

-¿De verdad ya te vas a Tonalá?... ¡y tu eres la que dice que hay que disfrutar la fiesta! Mejor nos regresamos los dos? ¿Qué te parece?

-¿Al baile o a Tonalá? Mira, mejor te invito a cenar allá en Tonalá? súbete ?me dijo sonriendo y siempre amable. Ya dentro del auto, ella me miró y dijo:

-¡Si, mañana tengo que trabajar!? en la radiodifusora? no es mi día de trabajo pero una compañera me pidió que la sustituyera y entro a las 8? ¿Que se te antoja cenar? La verdad que no hay aquí mucho de donde elegir pero hay un lugar aquí en Arriaga que se llama TÍA NATY? te va a gustar, son cosas sencillas pero sabrosas? ¿O tienes miedo de que alguien le vaya a tu amigo con el cuento de que nos vieron?

-No, desde luego miedo no, pero me pregunto si no te voy a traer a ti un problema? ¡Tu sabes, la gente habla y parece que mi amigo tiene interés en ti!

-¿Porqué han de hablar si el y yo no somos nada? El tiene ganas pero sinceramente cosas como las que hizo hoy son las me molestan y el lo sabe bien, y los celos que a veces tiene me enferman?

-Bueno, es que como dice el dicho, TOMADO NO SE VALE? pero tal vez el si te quiera bastante y espera que le des una oportunidad.

-¡Oportunidades, oportunidades! Ya tuvo la suya y de plano no la aprovechó; ahora si que me dejó así, así, y de plano se justificó de una manera muy tonta? por cierto? ¿Te gustan, o mas bien, te gustamos las mujeres de aquí de Chiapas?

Oír que de alguna forma mi amigo había tenido una oportunidad que no la había aprovechado y que la había dejado ?así, así?, hizo que pusiera toda mi atención en los mensajes que obviamente me estaba enviando la chica, así que le contesté:

-Por supuesto que si, y sobre todo las mujeres lindas, menuditas, y que tienen una nariz hermosa y el cabello rizado.

-¡Ya, no te pases conmigo? que me la voy a creer y luego nadie me para!... ¿A poco de verdad te agrado yo? Tu amigo me dijo que eras muy su amigo y que el te ha ayudado en algunas cosas de la escuela? ¿Es verdad? Y me dijo que hasta creía que a ti no te gustaban las mujeres? ¡No me vayas a salir con que eres raro!

-No, desde luego que no? y respecto de si me ha ayudado o es al revés lo dejo a tu criterio? es buena persona y si me invitó a venir a su casa debe ser porque a lo mejor me debe algún favor? ¿No te parece? Y respecto de si soy o no raro, eso es algo que finalmente tu lo debes observar? y tu dirás ?le dije sonriéndome pero mentándole la madre mentalmente a mi ?amigo? y continué ?Oye, ¿Y de verdad las fiestas terminan hasta la madrugada? Aquí si que son de carrera larga? pero la música es muy agradable.

-Si, así es pero? mira, ya vamos a pasar por el rancho de mi papá? está a bordo de carretera? mi papá se dedica al ganado? ¿No te gustaría ver el rancho?

-Por mi, encantado pero? ¿No te causará algún problema si llegamos los dos? Imagino que hay quien cuide o algo así.

-No, hay una casita nada mas pero nadie la ocupa? y yo traigo la llave? anda, vamos.

-Bueno, vamos? ¿Sabias que esta noche te ves muy guapa?

-¡Ya te dije que me la voy a creer!... ya llegamos? abre el portón para meter la camioneta? si la dejo aquí en la carretera vamos a tener que caminar algo.

-Claro, ahorita abro- le dije y rápidamente me bajé, destrabé el seguro y abrí la puerta. Ella rápidamente metió la camionetita y apagó los faros dejando solo los cuartos. La casita estaba a unos 40 o 50 metros del portón y la luz de la luna llena hacia visible aquel terreno sin problema alguno. Ella se bajó de la camionetita una vez que casi la ocultó detrás de la casita y sacó una llave para abrir la puerta. Era una casa muy pequeña pero bien acondicionada, con una recamara, un baño con todo lo necesario y una salita-cocina equipadas. Una vez dentro, prendió la luz y sonrió traviesa mientras arrojaba la llave al sillón y decía:

-Permíteme, voy a ir al baño? como me tomé unas cervezas me dieron ganas de orinar? siéntate por favor.

Me encantó que me dijera así, ya que en el DF las chicas como que se recataban si tenían ganas de ir al baño y de plano no decían nada? iban y punto, pero eso de que ella dijera algo así de forma tan natural me encantó. Se que tal vez narro demasiado, pero a lo largo de mi vida he visto que el proceso de seducir a una chica o que ella nos seduzca a nosotros, es muy importante no solo para coger en ese momento sino por las experiencias gratas que vamos adquiriendo. La puerta del baño no cerraba bien y sin embargo ella se sentó confiadamente aunque yo la miraba de reojo de manera muy discreta. Oí cómo orinaba y créanlo o no, la oí dejar salir algunos aires, cosa que solo me había pasado con una chica con la que ya tenia meses cogiendo y aun así lo había hecho con cierto pudor.

La oí lavarse las manos y usar una jícara para, supuse, lavarse aquella parte que sinceramente deseaba conocer, y cuando salió me dijo sonriendo:

-¡Siéntate, que no te voy a violar! ¿Sabes una cosa? Me gustas por discreto y porque se que te sabes controlar en eso de la bebida, y no como tu amigo. ¿No quieres un traguito? ?dijo, y se dirigió a un mini bar que ahí estaba. Sacó dos cervezas y me dio una mientras me miraba a los ojos. Entendía bien al situación pero de cualquier manera estaba atento a ruidos o ladridos de perro, que indicarían la llegada de alguien, pero todo era silencio en ese terreno ganadero. Me senté a su lado y pude aspirar un perfume delicado, fino desde luego, y decidí jugar con ella el papel de tímido que me ha funcionado de maravilla y que me ha permitido gozar de muchas damas lindas y sensuales.

-Ven, acércate que no te voy a comer? ¡Pero qué tímido eres, caramba! Bien decía tu amigo que a lo mejor no te gustaban las mujeres? ¿Yo si te gusto?

-La verdad me encantas, pero tu sabes, eso del temor y los escrúpulos? pueden buscarte o buscarnos, ¿A qué hora debes estar en tu casa? estas hermosa de verdad y me encanta tu cabello, tu perfume? ¡Que rico hueles, muñequita! ?Le dije, tocando suavemente su mejilla con mi mano, y luego, lentamente, comencé a meter mis dedos entre su cabello y por fin toqué sus orejitas, adornadas con unos aretes muy pequeños, apropiados al tamaño de ella, que como dije, es bajita pero bien proporcionada. Me acerqué mas y busqué tímidamente sus labios, delgados pero bien trazados, y la besé lo mas tiernamente que pude, justo en la comisura y como pensé, ella respondió al beso y créanme que besaba rico, y en su aliento había algo de la cerveza que había tomado y que le daba cierto desparpajo y la había desinhibido.
Me puse a pensar en mi amigo y su ebriedad, y comencé a acariciar con suavidad sus senos por encima de su vestido. Ella suspiraba y se dejaba hacer. Yo repasaba sus senos y volvía a su cuello, a sus mejillas, a su naricita, a sus orejas y besaba sus oídos y el lóbulo de sus orejas, que es para mi una especie de termómetro para saber que tan sensual y caliente es una chica? y esta era un autentico horno? ¡Lastima por mi amigo pero la chica estaba realmente preciosa y algo había que hacer con ella! Nunca me ha gustado, ni de joven ser demasiado obvio e irme al bulto, y prefiero que ellas, las damas, vayan marcando los tiempos y así el sexo se disfruta mas.
Entados como estábamos en el sofá, puse mi mano en su muslo, firme y tibio a través del vestido de fiesta que ella llevaba, y además, por el calor que hace en Arriaga, ella no llevaba medas o pantimedias, que en el DF es casi una cuestión de rigor, y sentía bajo mi mano ese calor de la mujer costeña, de la mujer chiapaneca, que es hermosa y sensual. Su vestido llevaba una especie de moño en la parte de la nuca y con suavidad le tocaba su cuello buscando al forma de desatar el nudo del moño, porque sentía sus senos turgentes y firmes, aun bajo la tela del vestido. Ella solita se separó un poco de mi y sin dejar de verme a los ojos pasó su mano por el cuello y zafó sin dificultad el moño y así pude ver ante mi sus hermosos senos, pequeños y perfectos, ya que ella no llevaba sostén.

-¡Hummm, que lindo eres, papacito! ¿De verdad no podías con el moño o solo es una táctica tuya, mi amor?... ¡A ver, permíteme? así mi amor, con cuidado, déjame zafarte el cinturón, papacito? así mero! ¿Porqué no te paras frente a mi, para poderte ver mejor? ?y desde luego me puse de pie frente a esa mujer tan sensual y que mi amigo consideraba una mujer decente y tranquilita, merecedora de que él se casara con ella de velo y corona, según me había dicho en el autobús Cristóbal Colon cuando veníamos a su casa.

Sin dejar de verme a los ojos, ella terminó por zafar el cinturón, luego bajó el cierre y mi pantalón cayó a mis tobillos, Ella sonrió y con suavidad pasó su mano por encima de mi verga, aun oculta por el calzón pero ya durísima de tan excitado como estaba. Yo no dejaba de acariciar sus senos y su cabello, y cuando me bajó el calzón, sonrió traviesa y me dijo:

-¡Vaya con el señor, con razón su amigo le tiene celos!, porque has de saber que el la tiene muy chiquita y además, es de los que ni entra cuando ya está terminando? y así le pasa con todas, o al menos las que sé que han estado con tu amigo.

-¿De verdad, mi amor? ¿Quién lo diría? En México el dice siempre que no deja títere con cabeza y que es mucho muy aguantador.

-¡Que va a ser! Te digo que una vez me invitó a ir a Puerto Arista el y yo solitos? y sin pedirme permiso se metió a un motel pero yo sabia ya lo que de el se hablaba así que lo dejé y lo dejé hasta que ya estábamos en los hechos y apenas me puso en posición cuando sentí el chorro de leche en mi tortuguita? ¡Y ni siquiera entró, te lo juro!

-¡Pues vaya sorpresas que uno se lleva a veces! Estas muy hermosa, y estos senos están lindos, tus pezones me excitan, mi amor? mira cómo se te paran, mi cielo? mi hermosa chiapaneca? así, sóbame los huevos, así mi amor? ay, que rico mamas mi amor ?le dije, cuando sentí sus manos sobándome los huevos y su boca abrazando el glande de mi verga. Me dio una sesión estupenda de sexo oral y la chica sabia hacer las cosas muy bien. Se notaba que aunque mi amigo se la pasaba ilusionado con ella en México, en realidad ella no tenia el menor interés en el, o al menos ese interés por casarse y formar una familia, como mi amigo pensaba. Luego me enteré, por mi amigo mismo, que si había estado con ella en un motel, y que había fallado, pero el lo atribuyó al deseo que tenia de casarse con ella y que deseaba que llegara virgen al altar? ¡Estupideces que uno piensa cuando se es joven!

Me senté junto a ella, zafé mi ropa, ya que no hay nada mas ridículo que un hombre desnudo y con los pantalones en los tobillos, y mientras ella se inclinaba para mamármela, yo sobaba su espalda desnuda, y acariciaba sus senos que ya tenían los pezones durísimos y sabrosos, para succionarlos. Me encanta estimular los senos de las damas ya que creo que son un punto erótico muy excitante y valioso pero que a veces los hombres no aprovechamos, y créanlo o no, hay mujeres con las que he cogido que han tenido orgasmos increíbles tan solo porque supe estimular correctamente sus senos y pezones? ¡Inténtenlo, tómense su tiempo y verán que no miento!

Subí mis caricias desde sus rodillas hacia arriba y era encantador sentir la tibieza tropical de esos muslos bien torneados, y de esas rodillas redonditas y sexis, y lo mas lento posible llegué hasta el tesorito? ¡Y me llevé tremenda sorpresa al no encontrar ninguna pantaleta tapándole el changuito sino una deliciosa mata de vellos rizados y bien recortados! Ella miró mi reacción y se rió de una forma muy cachonda, y créanme que ahí fue donde me enamoré realmente de la mujer costeña, que es mucho más ardiente que las del centro de México y desde luego al triple que la más caliente de las damas norteñas que si bien son muy hermosas, como que tardan horas y horas en calentarse? ¡Pero esa en mi opinión personal y usted puede pensar exactamente lo contrario y de todos modos estaremos bien los dos!
Sin prisa alguna, ya que ella debía llegar a su casa hasta las seis y apenas eran las dos de la mañana, la desnudé por completo y su cuerpo, menudito y hermoso, estaba absolutamente proporcionado, nada le faltaba o sobraba, con un pubis adornado por una mata de vello, con unos senos pequeños pero turgentes, firmes y coronados por unos pezones tres tonos más oscuros que el resto de su piel y además, ella tenia algunas pecas que le hacían verse realmente encantadora y si se quiere, hasta le daban un aire de traviesa o de mujer muy candente. La abracé y pude palpar sus nalgas, duritas, firmes y redonditas, y me la imaginé bailando conmigo de a cartón de cerveza? desnudos, y mi verga resintió esa imagen, poniéndose aun mas dura y con ganas de entrar en batalla con ella.

Tomados de la mano nos fuimos a la cama, una camita estrecha, individual, pero no sé porqué, estaba colocada encima de unos ladrillos, de manera que en cierta forma el bordo de la misma me daba a la altura de la verga, lo que facilitaría la cogida con ella. Me precio de que sé hacer de todo y pongo cuidado en hacerlo, así que le hice el sexo oral a ella cuidando estimular al mismo tiempo sus senos, sus pezones, sus nalgas, sus muslos y créanlo o no, hasta los pies, ya que los pies y el ombligo, muchas veces despreciados por un amante que se cree bueno en la cama, nos permiten conocer una sensualidad perfecta y mas definida aun en la mujer mas tímida, y sobre todo si la dama ha tenido experiencias sexuales o está casada, ya ye por lo general el hombre lo que quiere es la panocha, el culito, y si acaso la boca de la dama, y busca quizá solo una buena mamada sin que ella obtenga el mínimo de placer? ¿Será por esa ineptitud nuestra por lo que a veces nos ponen el cuerno?

Ella se dejó llevar, la acaricié de distintas formas, con mi lengua en cada pliegue de su vagina, y repasando ese tramo entre su panocha y el culito, su vientre, su ombligo, metiendo m lengua entre ese agujero que muchas mujeres consideran hasta feo pero que a m me parece muy sensual, las ingles, y toda la parte de adentro de los muslos, desde las rodillas hasta la vulva? y ella se retorcía de placer acariciándome la cabeza, jalándome de las orejas para repegarme mas a su vulva y de plano, pidiéndome cómo deseaba que yo le hiciera el amor. No tenia prisa alguna y mi único interés era que ella gozara, ya demás, debía demostrarle que no solo me encantan las mujeres sino que para mi, el sexo es como los buenos modales, o sea que siempre debemos pensar que LAS DAMAS PRIMERO y procurar que ellas queden por completo satisfechas, ya que a lo peor no volvemos a coger con ellas, por la razón que sea, pero ellas deben recordar con detalles cómo fue que nos las cogimos? o al menos esa es mi idea y no sé la de usted, amigo lector.

No buscaba aun metérsela, eso vendría después, pero me interesaba conocerla bien, así que sutilmente le pedí que se pusiera de a perrito y ella lo hizo pero se puso tensa y me dijo:

-¿Sabes qué, mi amor?? ¡Eso si de hacerlo por atrás no, no me gusta, y es mas nunca lo he hecho? por aquí dicen que si una coge por el culito las caderas se ponen feísimas y yo, chaparrita y con las nalgas enormes me voy a ver fatal!

-No, mi amor, solo quiero hacerte sentir feliz? mira, pon cuidado y solo siente lo que te hago? ponte flojita, mi amor? así? suavecita? ¡Que rico se siente tu culito, mamacita! ?le dije, al mismo tiempo que pasaba lentamente m lengua por ese lugar tan especial y privado, lleno de pliegues, hermoso, y de un tono más oscuro que el de sus lindas nalgas? y ella, al sentir esta caricia, soltó en mi mano izquierda, con la que estimulaba su clítoris, un chorro de jugos vaginales? un tremendo orgasmo.

Las piernas desmadejadas de ella y su rostro, colorado y feliz, denotaban un orgasmo tremendo y acostándome junto a ella, la besé lo más tiernamente posible, pero como ella misma decía, estaba desatada y con mucha sensualidad se hincó a mi lado y comenzó a masturbarme, pero dejando que yo le sobara las nalgas y el clítoris. Hacia espacio para que yo pudiera meter mi mano y ella seguía masturbándome muy rico, sin prisas, y restregaba su conchita contra mi mano moviendo la cadera en forma de círculos. Luego de un rato así, se fue acomodando para montarse encima de mi, poniéndome la vulva en mi boca y esas hermosas nalgas y su fundillo frente a mis ojos mientras ella se metía mi verga en la boca y comenzó a mamarme. No me dijo nada desde luego, pero sus jadeos y su ritmo respiratorio me indicaban lo que debía hacer? y lo hice.

Nos hicimos el sexo oral mutuamente en un 69 estupendo y podía ver cómo su vagina se abría solita gracias a los estímulos que mi lengua le daba al clítoris, y además, ya caliente como estaba, ella me dejaba acariciar su agujerito trasero, pero lo hacia yo con suavidad, sin intentar meterle mi dedo ya que estaba seguro que antes de que me regresara a México tendría ocasión de cogérmela por ese agujerito que ella tanto cuidaba? ¡Solo era cosa de esperar y hacerle las cosas bien! Y luego, ella solita se puso de pie, me miró con su rostro colorado por la excitación, se abanicó la cara con las manos y sonriendo siempre, me dijo:

-¡Que bárbaro, esa es cogida y no tonteras, mi amor! Me encanta como me lo haces, cariño, pero ya me acaloré? permíteme, voy por dos cervezas al refri ?y se levantó como la cosa más natural del mundo, y la vi contonear las caderitas, menear el culito e ir al refri. Se agachó para dejarme ver su panocha y su culo y luego de sacar dos cervezas regresó a la cama conmigo.

-¿Sabes una cosa, papacito? De verdad tengo ganas de que me la metas mi amor? pero no tengo condones y tu de seguro no traes? ¿O si tienes alguno?
-¡Claro que si, aquí traigo unos! ?Dije, levantándome y sacando de mi pantalón un paquete de condones, y luego le dije mientras abría la cajita, ya profesionalmente -¿Cuándo tuviste tu última regla, mi amor?

-Me acaba de pasar, cariño? ayer fue el ultimo día, y yo reglo solo tres días, mi amor? ¿Porqué me preguntas?

-Porque entonces, si te acaba de pasar, en este momento no te puedes embarazar sino hasta dentro de unos diez días ?dije, con un tono natural y comencé a romper el sobrecito del condón para ponérmelo; Fue entonces que ella me dijo:

-¿Estas seguro, segurísimo? ¡Porque bonita me voy a ver embarazada y que tu ya te hayas ido!... ¡De verdad no tengo riesgos ahorita, hoy, quiero decir?

-No mi amor, ni hoy, ni mañana ni el resto de la semana que viene (Era viernes) porque no estas en tu periodo que nosotros llamamos de fertilidad, pero no te inquieres, mi amor, ahorita me pongo el condón y ya, podemos hacerlo así para que estés tranquilita.

-¡Espera, no te lo pongas, mi amor!... si de verdad crees que no tengo riesgos? ¡vamos a hacerlo así a pelo! Créeme, jamás he cogido, o sea que si he hecho de todo, menos aceptar que me la metan? y no lo he hecho, ni siquiera con tu amigo, porque sinceramente tengo temor de salir preñada y ser madre soltera? tu amigo casi me la mete pero se vino muy rápido y ya no pudo hacerme nada? ¿estas de verdad seguro, segurísimo que no me vas a dejar panzona si me lo metes así a pelo?

-Si, mi amor, estoy seguro, segurísimo, pero para que estés tranquila mejor me pongo el condón? total, se siente CASI igual ?dije con toda intención y ella me miró a los ojos y me dijo, apretándome el brazo:

-Bueno, pero quitándole el CASI no se siente igual, mi amor, y como te dije antes, me has hecho cosas muy ricas así que ándale, cógeme como debe ser, papacito? ¿Cómo quieres que me ponga, mi amor?

-No mi amor, mejor tu decide, mi cielo? ¡Estas tan hermosa y eres tan sensual mi amor!

-¡Ven, cariño, acuéstate aquí junto a mi? hazme todo lo que quieras, papacito? y como quieras, mi amor!

Me acosté a su lado y nos abrazamos y besamos, nos metimos mano por todos lados y créanme que una mujer costeña es toda una experiencia en la cama. Yo cuidaba de no metérsela, ya que lo importante, y ya lo dije, era que ella se sintiera feliz y satisfecha, viniéndose cuantas veces se pudiera y para ello la puse de a perrito, pasándole mi lengua desde su Anicetito hasta el clítoris, y luego comencé a metérsela despacito desde atrás y ella solo gemía, pujaba y suspiraba, pero se aguantaba los empujones como toda una mujer. Yo la tenia tomada de las caderitas y podía ver cómo su agujerito chiquito se abría y cerraba según mi verga entrara o saliera de su vagina y además, ella tenia un tremendo perrote en su conchita y con el me daba ricas mordidas en la verga. Ella metió su mano por en medio de sus piernas y desde ahí me alcanzó a agarrar los huevos, me los masajeaba muy rico y luego, giró la cabeza para verme. Con un gesto me indicó que me viniera y con su boca me dijo:

-Ay, papacito, me tienes feliz? quiero que te vengas mi amor, pero quiero verte, vamos a cambiar de posición? mira, así papacito ?y se puso acostada boca arriba en la tradicional posición del MISIONERO, abrió sus piernas y pude ver la plenitud de su conchita empapada de jugos y me hinqué frente a ella, coloqué mi verga en la entradita de su ponche y, lenta, muy lentamente, empecé a metérsela. Ella primero se quedó quietecita, solo sintiendo cómo le entraba, pero luego, coqueta y sensualmente, alzó las piernas, y yo comencé a besarle los pies. Ella sonrió excitadísima, y colocó sus piernas alrededor de mi cintura. Era rico sentir esas piernas apretándome y jalándome hacia ella, presionando mi verga contra su vagina, y lógicamente, fue entrando mi verga en ese estuchito hermoso? hasta que entré por completo y mis vellos se entrelazaban con los suyos como lo hacían nuestras lenguas, mis huevos chocaban contra las nalgas de ella, y entrecortadas sus palabras, me dijo:

-Ay, mi amor, que rico siento papacito? así mi cielo, métemela fuerte, quiero sentirla hasta adentro? ay, así mi cielo? quiero que te vengas mi amor? quiero sentir tus moquitos dentro de mi panocha? ¿Estas seguro que no me vas a preñar?... ay, así, así mi amor? ¡Que ricos se sienten, mi amor, y qué calientitos?. Ay, que rico me coges m amor? la siento hasta la garganta, m amor? que rico es coger? ¡Y sabes aguantarte mi amor? así, así me gusta, así soñé que me cogieran, mi amor!... ¡Mira, ya se te está poniendo aguadita, mi amor!... ay, ¡Mira, mi amor, ya se puso aguada y siento que se me está saliendo!... ¡ay, estoy llena de semen, mi amor? que rico siento!
Y es que de verdad esa vagina rebalsaba de semen. Tenia ya mas de una semana que no había cogido y ella fue la que recibió absolutamente toda esa descarga de semen pero estaba feliz, o mejor dicho, los dos estábamos felices de lo ocurrido. Nos quedamos ahí, abrazados, muy quietos, solo percibiendo el latir de nuestros corazones, hasta que poco a poco todo volvió a la normalidad. Al fin mujer, ella se levantó y se limpió bien el ponche con unas toallas de papel y luego, amorosa, hizo lo mismo conmigo. A mi me gusta coger y bañarme, siempre, y como hacia calor eso iba a hacer, pero ella me dijo:

-No, no te bañes ahorita? quiero llevarte a Tonalá y hasta mañana te bañas? tengo el deseo de que pases esta noche con mi olor, así como yo la pasaré con el tuyo, y con todo esto escurriéndome de la panocha? Ándale, dame ese gusto? ¿Si, mi amor?

-Bueno, mi cielo, tu mandas y yo obedezco? eres una mujer hermosísima y muy sensual? ¿ya te lo habían dicho?

-No, pero yo considero que más que sensual, soy algo mas, como caliente o cachonda, mi amor? pero tu coges riquísimo? ¡Vamos a ver la manera en que lo repitamos antes de que te vayas con tu amigo de regreso a México! Y por favor, mi amor? ¡No vayas a andar de hablador y menos con aquel, por favor!

Nos vestimos y nos fuimos de aquel ranchito de su papá. En la carretera hasta Tonalá ella iba feliz, y como no queriendo me tocaba la verga, húmeda aun de sus jugos, por encima del pantalón. Mi amigo me había dado una llave, cortesía que siempre le agradecí, y entré despacito hasta la habitación que ocupaba junto con mi amigo. Me acosté a dormir, y ya casi amanecía cuando mi amigo entró, aun ebrio, y se acostó en medio de gran ruido. Serian las 12 cuando se levantó, con un humor del diablo, me saludó, me calificó de gallina por no haberme quedado y beber como él, y me dijo finalmente:

-¡Te hubieras quedado, de verdad! Me divertí bastante y a la salida resulta que me dio chance aquella? ya sabes quien, y no lo has de creer pero fajamos bien rico y casi la convenzo de que nos metiéramos a algún motel.. pero la verdad es que es muy buena onda y preferí respetarla, aunque si le di dos o tres buenos arrimones?está chaparrita pero buenísima.

Yo lo escuché presumir de, casi, haberse cogido a la hermosa mujer con la que yo había pasado la noche. Me parecía absolutamente increíble que fuera tan torpe pero así era, así que lo dejé hablar y que me contara todas y cada una de las cosas que, según el, le había hecho a ella, y de repente ponía yo cara de circunstancia, fingía admirar su audacia y su virilidad y le dije dos o tres veces que de verdad lo envidiaba ya que, a mi parecer, tenia a la chava, a ella, comiendo de su mano? y mi pobre amigo se quedó con la firme idea de que yo le había creído absolutamente todo.

Cogimos ella y yo tres veces mas en la semana. Ella me decía cómo hacerle o qué decir para que m amigo o alguien mas sospechara y no se las chicas que con ella andaban pero lo que es mi amigo no se malició nada, regresamos a México; ella vino al D.F. algunas veces, ya siendo la novia ?OFICIAL? de mi amigo? y como ella siempre llegaba un día o dos ANTES de la fecha que a el le decía, ese día o los dos días, la pasábamos juntos. Ella llegaba a la casa de una hermana, por allá por la Avenida de los Cien Metros, en la Colonia Industrial casada con un dentista, y debo aquí decir que esa mujer, la hermana, siempre se portó a todo dar y nos cubría, ya que la invitaba a ella al cine, a dar la vuelta, a algún sitio interesante o a tomar un café? aunque siempre hacíamos un tiempecito para ir y pasar un rato agradable en algún hotelito. Y lo mas curioso de todo es que, una vez que mi amigo y ella se casaron, el insistió en que yo fuera uno de sus testigos en lo civil, allá en Tonalá, y luego padrino en la boda por la iglesia? y como llegué un día antes, sin decirle nada a nadie mas, solo a ella, me hospedé en un hotel en Arriaga, a la salida hacia Tonalá? y esa noche tuve la visita de la novia y futura esposa de mi amigo? a la que desde luego felicité lo más INTIMA Y CACHONDAMENTE POSIBLE y le di indicaciones de lo que debía hacer para que mi amigo y ahijado se la cogiera bien y fueran felices? y hasta donde se, siguen casados y viven bien.