Las oportunidades que nos brindan las pacientes de convivir son únicas. Tal vez no sea correcto y lo admito, pero hay veces que una mujer no solo es hermosa sino que está totalmente desatendida de parte del esposo y no falta la que casi de manera abierta nos coquetea y pienso que si ella tiene ganas de coger y nosotros le negamos el gusto, lo mas seguro es que se vaya a coger con otro y así ni la disfrutamos nosotros ni ella está a salvo de padecer alguna enfermedad de transmisión sexual, ya que por lo general nosotros nos cuidamos y al menos a mi, no me gusta coger sin usar condón, aunque la dama se vea perfecta y no pensemos que pueda tener algo de malo.
Hace unos dos meses mas o menos me llamó el esposo de una linda dama, rubia natural según pude ver cuando la exploré de su vientre (Tenia los vellos del pubis muy claritos) ya que la habían operado de una hernia inguinal y el marido quería que le quitara los puntos. Llegaron en su auto y ella se bajó, dejándome ver que era dueña de un cuerpo espectacular, sobre todo en las caderas, que hacia mas notables debido a un pantalón ajustado que le hacia verse muy culona, como a mi me encantan las mujeres, y además, sus senos eran pequeños pero firmes y caminaba con cierta dificultad debido a la cirugía. La revisé, vi que la herida estaba cicatrizando bien y procedí a quitarle los puntos. Lo estaba haciendo en mi privado y ella se quejó un poco, así que le pregunté si la estaba lastimando. Me miró y dijo que no con la cabeza pero vi que se mordía el labio inferior, y pensé que había algo mas en esa dama tan hermosa.
Le insistí en que me dijera si algo le molestaba y ella me apretó la muñeca con su mano derecha. La vi a los ojos y estaban llorosos esos lindos ojos verdes. Se soltó diciéndome que:
-Ay doctor, me da pena, pero la verdad no tengo a quien recurrir. Mire, ya vio que mi esposo es mayor que yo y por lo mismo muy celoso. Sabe él de los riesgos de mi operación y con todo y eso? ay, ¡Es que me da una pena enorme, doctor!... mire, la cosa es que el no se aguanta y de plano me cogió ayer en la mañana. De nada me sirvió decirle que me dolía o que me podía hacer daño, el de todos modos quiso que le diera yo, y además, es o mas bien, fue muy brusco y créame que me siento muy adolorida desde ayer. Es mas, le dije que si se me echaba a perder un punto seria su culpa y no sé de plano cuantas cosas mas le dije, pero de plano me siento mal de que no le importo para nada, y si por el fuera, créame que me lo haría diario, digo, el amor.
-Perdóneme, pero eso de forzarla no es hacerle el amor, sino que casi es una violación? ¿Quiere usted que le diga algo que lo haga recapacitar? ?le dije, tomando su mano y apretándosela con suavidad en seña de solidaridad.
-Si doctor, quisiera que le dijera usted, como cosa suya, que no debo coger por lo menos en un mes? no me importa lo que el diga, la verdad que me siento incómoda, y no tanto porque me haya dolido hacerlo, sino por la manera brusca de mi marido que, como soy su segunda esposa y la primera lo engañó con un amigo, tal vez piense que yo soy igual? ayúdeme doctor, de verdad estoy desesperada.
-Comprendo? Alicia ?le dije, mirándola a los ojos, y luego, ya tuteándola- y de verdad debes cuidarte porque aunque no se te tocó ésta área ?continué diciéndole y tocándole el pubis- de alguna manera si te puede lastimar por dentro. -Además, cuando dices que el es brusco? ¿Te refieres a su manera de cogerte o al tamaño de su pene? Tu eres bonita y tu cuerpo se ve muy bien formado, y me sorprende verte tan hermosa no obstante que ya tienes dos hijos? Hummm, yo que tu esposo te trataría con manos de seda para no lastimarte.
-Uyyy, doctor, me está halagando mucho, tanto que hasta me la voy a creer? no, en serio doctor, dígale a mi esposo que no me toque, y se lo voy a agradecer mucho? no se cómo pero créame que se lo voy a agradecer mucho? muchísimo ?dijo la guapa mujer mientras no dejaba de verme a los ojos y me apretaba la mano contra su vientre en donde estaban brotando de nuevo los vellos que le habían afeitado para operarla.
-¿De verdad no te gusta cómo te lo hace tu esposo? Bueno, no se hable mas, le voy de plano a prohibir que te coja pero corres el riesgo de que el, con las ganas, se vaya por otro lado y luego venga y te pegue una enfermedad que ahorita no tienes? ¿No le temes a eso?
-No doctor, porque como mi marido trabaja para una dependencia del Gobierno del Estado, el sabe que yo desconfío mucho de el y de su fidelidad, y es mas, no creo que me sea fiel, asi que eso si, siempre le digo que si quiere cogerme, ha de ser con condón o no hay palito-dijo riéndose divertida de su misma expresión.
-Pues haces bien, Alicia, y es mas, le voy a pedir que te traiga de nuevo pasado mañana solo para que me cuentes si te respetó o no, pero el pretexto va a ser que debo ver cómo quedaron los puntos? ¿Te parece bien?
-Claro que si, doctor, y no olvide que yo no le he dicho nada, que es cosa suya decirle que no me toque, por favor y? gracias.
-No tienes porqué darlas ?le dije, albureándola. Y ella, sonriendo, me contestó
-Bueno, no quisiera dárselas? a el, pero si hay alguien que me trate como a mi me agrada puede que si se las dé? ay doctor, no me haga caso, pero es que estoy tan molesta con mi esposo que de plano no sé ni lo que digo? además, doctor, si usted me ayuda, en adelante usted va a ser mi médico y no solo de mis hijos? ¿Verdad que si me va a ayudar?
Entró el esposo y ya ella estaba perfectamente vestida, le dije que demostrara cara de dolor y no le costó trabajo hacerlo, así que cuando le dije al marido que debía respetarla sexualmente, éste puso cara de molesto pero no dijo nada y se limitó a escuchar y a asentir con la cabeza. Le pedí que me la trajera dos días después, y que incluso no le cobraría de nuevo, y el dijo que no iba a poder porque debía irse a Xalapa al día siguiente y tardaría tres días allá no sé porqué cita con unos funcionarios (El hombre era Policía Judicial) pero al ver la cara compungida de su mujer, me dijo que si podía ella venir sola a verme. Naturalmente le dije que si? aunque no con mucho entusiasmo para que no maliciara nada malo, y en eso quedamos cuando me pagó y se fueron. A los dos días, en la mañana, me llamó la mujer al celular y me dijo, tuteándome ya:
-Mira, puedo ir pero ya tarde? cuando vayas a cerrar el consultorio, para no estar con prisas, ya que quiero contarte algo y como tu eres mi médico de confianza? ¿A quien mas recurrir si no es a ti? ¿Nos vemos a las 7 de la noche?... voy a llegar en taxi.
-Bien, aquí te espero, cuídatela mucho ?le dije, solo para ver qué me decía, y ella, ente risas, contestó:
-¡Claro que la cuido!, y hasta me la voy a lavar bien para que me la revises a fondo? digo, la herida.
-¡Por supuesto, Alicia? yo también me refería a la? herida? la que sangra cada mes!
-¿Ya ves cómo eres? Yo que te creía un médico serio y ya me estas hablando en doble sentido? yo llego, y tu también cuídate-lo.
-Claro que si, aquí vas a ver cómo lo tengo? de limpio todo el instrumental.
-¿Es un instrumento muy grande el tuyo? ¡Mira que me puedes lastimar la? herida!
-Pues buscaremos la forma de que no sufras sino que disfrutes, tú no te preocupes? ven aquí te espero.
Y la hermosa mujer llegó en taxi poco antes de las siete. Ya mi asistente se había ido hacia media hora y hasta la calle estaba desierta, como para que nadie viera entrar a Alicia que se bajó del auto, pagó y luego caminó lentamente hacia la entrada. La dejé que tocara y le abrí, cuidando de que todo pareciera una consulta medica y nada más. Llevaba un vestido de algodón muy lindo, con un escote leve y además, el corte hacia que se le untara a las caderas, que desde luego ella sabia que era lo mejor de su cuerpo y como mujer, deseaba lucirlo. Tengo la idea de que si una mujer desea coger por lo general da ciertas facilidades en cuanto a la ropa porque eso de andar luchando por quitarle el pantalón y más si es ajustado, está en chino, así que era obvio que ella se había preparado para venir a verme. Ya dentro del consultorio nos dimos un beso en la mejilla, y la invité a sentarse en el sofá.
Ella dijo sentirse apenada por estar ahí solita conmigo y que qué iba yo a pensar de ella. Le contesté que no se inquietara y que se pusiera cómoda. Me senté a su lado y de la manera mas natural comenzó a narrarme su vida sexual. El marido, según ella, era eyaculador precoz, y además, muy celoso. La forzaba, dijo, a que ella le hiciera el sexo oral, cosa que si bien no le desagradaba, deseaba hacerlo pero con calma, como cosa de ella y no sentirse forzada a hacerlo y además, hasta amenazada de ser golpeada. Y para colmo, estaba el asunto del sexo anal, cosa que a ella de plano le disgustaba pero al esposo le fascinaba, dijo ella, cómo s ele veía el culito mientras la penetraba desde atrás en la posición de perrito y casi siempre, aun cuando intentaba hacer el paso de la muerte, de la vagina al ano, el tipo se venía rápidamente echándole el semen en el condón o a veces en las nalgas y eso, según me dijo, le daba un poco d asco y cuando el esposo lo notaba era motivo para pelear? en fin, una vida sexual muy intensa pero no agradable, ya que el esposo quería hacerlo diario, y para esto era comprador compulsivo del Viagra, pero aunque se le paraba bien la verga, según me contó Alicia, el problema del esposo era que apenas se la metía y ya se estaba viniendo y eso, como ella dijo, ?No hay mujer que lo esté soportando tantos años; llevo diez años de casada con mi marido y créeme que si acaso unas cinco veces se ha aguantado lo suficiente para que yo quede satisfecha, ya que las mas de las veces me tengo que meter el dedo yo misma mientras el se da la vuelta y se pone a roncar? esa es mi vida sexual? ¿A poco no es para llorar? ?me dijo Alicia.
Me parecía increíble que este tipo, teniendo una esposa tan linda y que estaba tan buenísima de todo, no se diera el tiempo para cogérsela como debe ser, pero supongo que es cosa de su trabajo, ya que los judiciales tienen la facilidad, si se quiere ver así, de que se cogen a cuanta mujer se les atraviesa, y acaban por desatender lo que dejan en casa. Y además, según me había dicho ella, este tipo se había casado antes y la mujer lo había hecho pendejo, y esa era una razón mas para que el desconfiara de ella pero, según ella decía, no lo había engañado nunca por temor a que el le hiciera algo, y además, era buen proveedor de lo económico y le daba a ella y a sus dos hijos un regular tren de vida, lo que lo hacia soportarlo.
La abracé y comenzamos a besarnos lentamente, con cuidado, a modo de ir despertando en ella la sensualidad, que debo decir no me costó mucho trabajo porque era y es una mujer muy caliente. En unos minutos los dos estábamos ya desnudos, y aunque pensé en la famosa herida, ella se la tocó y dijo que era magnifico que la hubieran operado ya que era el pretexto perfecto para que su marido la dejara en paz por lo menos unos días. Ella se sentó en mis rodillas y dejó que le besara los senos y succionara sus pezones, mientras que con mi mano izquierda acariciaba su clítoris y con el dedo medio de mi mano derecha su lindísimo ano, rozándolo con delicadeza, dándole ligeras vueltecitas como queriendo meter mi dedo y no, y ella, poco a poco, se fue excitando mucho. Nos besábamos muy rico, y nuestras lenguas entrelazadas y sus suspiros me mostraban que realmente estaba frente a mi una mujer desatendida y no una pirujilla, ya que cuando una mujer es solo medio putona, no besa así, sino que se limita a coger y ya, y lo digo por experiencia.
Luego se hincó frente a mí y comenzó a acariciarme la verga, a sobarme los huevos, y me hizo ella solita una linda sesión de sexo oral, a mi, casi un desconocido, pero que la estaba tratando diferente a la hora de coger, cuando al esposo legal no le mamaba la verga mas que por medio de amenazas. Luego, me puse un condón como ella pidió y solita se montó en mi, ofreciéndome los senos para que se los siguiera mamando mientras ella sola se colocaba la punta de mi verga en la entrada de su conchita y poco a poco ella sola se fue bajando hasta estar con al verga enterita dentro de su ponche. Comenzó entonces a moverse en círculos, a darme apretones con la cucaracha, o como dice la canción, buscando MATAR AL GUSANO pero el gusanito estaba deseoso de dejar contenta a esta mujer, así que no era cosa de venirme de inmediato, sino que busqué darle el mayor placer posible.
Luego se sacó la verga y se dio la vuelta para sentarse de nuevo en ella pero ahora dándome la espalda. Pude acariciar por completo su espalda y sus torundas y durísimas nalgas. Ella se inclinó y pude ver la belleza de su ano, un poco mas oscuro que el resto de su piel, fruncidito y apretadito, sin indicios de almorranas o algo así, y con suavidad acerqué uno de mis dedos a su fundillo y cuando se lo toqué, Alicia suspiró fuerte y aflojó el esfínter de su ano, dándome oportunidad de penetrarlo con mi dedo. Puedo decir que le metí el dedo milímetro a milímetro, cuidando de no lastimarla o que sintiera temor, hasta que de plano tenia mi dedo medio derecho insertado en su cola mientras mi verga estaba por completo dentro de su coño. Moví mi verga y ella primero se desconcertó y, volviendo la cara para verme, me preguntó:
-¿Qué ya te estas viniendo? ¡No me vayas a salir con eso porque de plano te mando a la chingada! ? ay, perdóname mi amor, pero es que lo pensé tanto en coger contigo que si te vienes rápidamente de plano me decepcionarías? aguántate y no te vayas a venir ?dijo Alicia, con la mirada vidriosa y el cutis rojo de tan excitada como estaba, así que yo le contesté:
-No, mi cielo? no me voy a venir sino hasta que tu me digas? quiero acabar al mismo tiempo que tu, mi amor.
--Ay, si papito? aguántate mi amor? así, mueve tu verga mi amor, la siento hasta dentro, que me está tocando la matriz m amor? así papito, así, aguántate? ay, que rico me lo haces mi amor? bien me decía mi amiga, que tu si coges como debe ser? así, mi amor? ay, me estoy viniendo otra vez? así, así, déjame moverme a mi ?dijo esta hermosa mujer mientras subía y bajaba las caderas ensartándose la verga hasta lo más hondo y acariciándome los huevos con su mano derecha. Yo lo estaba disfrutando de verdad peor me intrigó que me dijera que una amiga de ella me había recomendado para coger, y aunque me distraje por su comentario, de alguna manera me sirvió porque sentí que duré bastante hasta que ella solita dijo:
-Papito, ay papito? mira, me lo vas a sacar de mi ponche y quiero mamarte la verga hasta que te vengas? anda mi amor? échame tu elche en mi boca?-y diciendo y haciendo, Alicia se zafó de mi verga e hincándose, me quitó el condón y comenzó a mamarme la verga hasta que de plano no soporté mas y acariciándole el rubio cabello le dije simplemente:
-Me voy a venir, mi amor? ahí te va toda la leche cielito ?y comencé a eyacular echando borbotones de semen en la boca de Alicia que sonreía cachondisima mientras dejaba escurrir de entre sus labios el semen depositado por mi verga. Luego de descansar un rato, de acariciarnos, de decirle yo a ella que estaba hermosa y que además cogía de manera maravillosa, recostó su cabeza en mis piernas.
Su cuerpo hermoso lucia esplendido desnudo en el sofá y pensé que debía cuidar de dejarlo limpio para que mi asistente no viera huellas de semen a la mañana siguiente. Ya con calma, pasó a echarse un baño y cuando yo hice lo mismo ya Alicia estaba perfectamente vestida, roja de su cara, hermosa de verdad. Le pregunté quien era la amiga que me había ?recomendado y coquetamente me dijo:
-Hummm, a lo mejor quieres agradecerle la recomendación pero no, mi amor? me cogiste rico y de aquí en adelante tu vas a ser no solo mi médico sino mi amante? no, no te preocupes, soy discreta y además, casada, y aunque pendejo para coger, no pienso dejar a mi esposo? no te inquietes que no te voy a hacer la vida pesada? ¡De verdad, mi amor, me encantó como me lo hiciste!... ay mi amor, ya me tengo que ir porque en media hora mas o menos llama mi marido de Jalapa y se va a poner furioso si no le contesto en la casa? ¿Me pides un taxi por favor, mi amor?
Llegó el taxi y la señora salió garbosa, bien cogidita, con un rostro saludable de verdad, y así se inició una relación que duró mas de n año, cogiéndonos cariño una vez a la semana como mínimo, y diario cuando el esposo iba a Xalapa dizque por cosas del trabajo, pero mas adelante, cuando ya el vio que yo era incapaz de faltarle a su mujer, me tuvo la confianza de decirme:
-Nada mas que quede aquí entre nos, doctor, pero me ando comiendo una nalguita de Xalapa, linda la chamaca, de apenas 20 años? es casada pero el marido anda por Poza Rica, es compañero mío, y entre mi mujer y ella la verdad ni a cual irle y debo cumplir con las dos? esta de aquí no me exige mucho y yo creo que es hasta frígida, pero lo que es la otra, es una morenita de fuego que de plano cuando me regreso de Xalapa vengo arrastrando la cobija? ¿Usted me entiende, verdad?
-Claro que lo entiendo, amigo, y gracias por la confianza? y además, usted es un hombre de suerte, digo yo, porque se ve que su señora es muy decente e incapaz de faltarle ?dije, animándolo a que me siguiera contando.
-Ah no, eso si doctor? mi mujer es mas bien fría diría yo, pero de que es decente? ¡Es decentísima! Hasta ahora no le he sabido que ande por ahí de canija? además, yo soy de los que cuidan a su mujer? pero la verdad, la otra, la de Xalapa, esa si es fuego puro y hay que estar pasando lista cada vez que voy a verla y es que me tengo qué quedar con ella por lo menos dos noches? ¿Qué no me podría recetar algunas vitaminas para estar al tiro?
Se las receté y supongo que le funcionaron? pero mientras el se coge a la chica de Jalapa, yo me sigo recetando a su mujer, y cuando Alicia pide verga o que se la meta por el culito, que ya se lo hice varias veces, me pongo a pensar en lo que diría el esposo si la viera coger como ella sabe? ¡Y pensar que la cree FRIGIDA!
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