Autor: rick1971 | 27-Dec
Cuando conocì a mi actual esposa Susana hace màs de 10 años, en la empresa en la que trabajaba. Ella era nueva en una de las oficinas y cautivaba las miradas de la gran mayorìa de los compañeros de trabajo, debido a su hermosa figura. Muy simpàtica, alta, de largas y sensuales piernas, de cuerpo algo fornido, cabello castaño claro y bellas facciones europeas.
Apenas la vì me volviò completamente loco y deseè invitarla a salir, pero lamentablemente ya estaba en pareja segùn me dijeron. A los pocos dìas apareciò su novio, el cuàl tambièn iba a trabajar allì. Me quedè completamente perplejo al verlo, pues esperaba encontrarme a todo un modelo al lado de semejante belleza de mujer, y terminè llevàndome una gran sorpresa.
Su novio, Axel, era un hombre afroamericano, de ascendencia caboverdeana, màs bajo que ella, delgado y bastante poco atractivo, lo cual hacìa que todos nos preguntàramos una y otra vez què era lo que le habìa visto.
Segùn ella, la trataba muy bien, cosa que no podìa decirse que hacìa para con el resto de sus compañeros, ya que se mostraba bastante antipàtico con todos nosotros, quizàs porque era conciente de que nos interesaba su novia.
Pasaron algunos meses y Axel fue trasladado a otra reparticion, hecho que me valiò para acercarme aùn màs a Susana, la cual me dijo que las cosas no estaban bien entre ellos, y prueba de ello fue que al tiempo finalmente rompieron su relaciòn y asì pude finalmente tener la oportunidad de conquistar a mi actual esposa.
Hacìa apenas un mes que comenzàbamos a salir y yo, invadido por la curiosidad y el morbo, le preguntè a mi esposa còmo habìa sido su vida sexual con su ex. Ella me contò algunas intimidades pero yo seguìa preguntando por lugares donde lo hacìan, posturas, frecuencia y demàs.
Ella se riò y me relatò uno de sus primeros encuentros sexuales con Axel un par de meses luego de que iniciaran su relaciòn, durante un veraneo en la costa Atlàntica.
Mi esposa y su ex habìa rentado un apartamento durante la temporada de verano, para pasar allì unas dos semanas. Estaban a metros de la playa y solìan pasar el dìa allì.
Luego de un dìa de sol y mar, regresaron al departamento y Susana se retirò al sanitario para ducharse.
Recièn comenzaba a bañarse cuando Axel fuè bajo la ducha con ella para tomar un baño juntos. Èl se colocò tras de ella, tomò el jabòn y, con la excusa de ayudarla a limpiarse su espalda, comenzò a frotarle el jabòn por todo su cuerpo suavemente. Era obvio que Axel estaba muy excitado y que deseaba tener sexo.
Luego de enjuagarla, le acariciò y masageò sus senos hasta que notò còmo sus pezones comenzaron a ponerse duros. Susana lo mirò y le pidiò que le lamiese los senos. Axel accediò de inmediato y durante al menos un cuarto de hora, se dedicò a disfrutar de los hermosos pezones de Susana, pasando su lengua en cìrculos alrededor de ellos, succionàndolos y hasta dàndole suaves mordidas.
Susana le tomò su pene y se lo meneò, màs que para estimularlo, solo para comprobar que estaba completamente erecto.
Cuando Axel notò que mi esposa no podìa màs de la excitaciòn, le propuso que lo hicieran allì mismo, bajo la ducha. Axel se colocò por detràs de ella y la penetrò por detràs de parados. Luego èl se aferrò a sus senos y comenzaron a follar mientras el agua de la ducha no dejaba de caer sobre ellos. Ràpidamente los dos comenzaron a gemir de placer. Susana sintiò que no le faltaba demasiado para lograr un orgasmo, pero no tuvo en cuenta que su novio estaba tanto o aùn màs excitado que ella, y no pudiendo Axel contenerse, ràpidamente se vaciò gritando salvajemente de placer.
Axel se relajò, y luego de limpiarse, saliò de la ducha lamentàndose de que Susana no hubiera podido lograr el orgasmo.
"-Me faltaba muy poco para llegar a mì tambièn- le dijo Susy - si me esperabas tan solo unos segundos acavàbamos juntos."
Axel tratò de conformarla dicièndole que luego lo harìan de nuevo, pero que ahora tenìa hambre y deseaba ir al buffette. Se mudò de ropas al instante y comenzò a abrir la puerta del apartamento para tomar el ascensor, pensando que Susana ya se habìa cambiado y que irìa con èl.
Susana saliò del baño completamente desnuda y con el cabello aùn mojado de la ducha. Tomando impulso apoyò uno de sus pies descalzos sobre la puerta semiabierta del apartamento y le propinò una potente patada. Esta se cerrò con un gran estruendo al punto que un trozo de maposterìa fue a dar al suelo, y el contramarco de la puerta se aflojò un tanto.
Susana enfurecida le dijo "-nadie va a salir de esta habitaciòn hasta que me hagas acabar de una buena vez, asì que ya puedes ir sacando tu preciosa salchicha porque vamos a tener sexo nuevamente."
Axel tratò de razonar con ella, dicièndole que hacìa tan solo un par de minutos que habìa tenido un orgasmo, pero Susana no entendiò razones.
Se arrodillò frente a su novio y luego de bajarle la cremallera de su pantalòn, extrajo del mismo su flàxida polla para masagearla. Pese a estar Axel durante su perìodo refractario, su polla empezò a tornarse tiesa nuevamente. Cuando Susy viò que sus estìmulos estaban dando resultados, se llevò su pene directamente a su boca y le diò una increìble mamada.
Su ahora ex novio, parado en el medio de la sala, echò su cabeza hacia atràs gimiendo de placer, y se dejò llevar completamente por el trabajo bucal de Susy, mientras obtenìa una nueva y potente erecciòn.
Estoy seguro que en ese momento, cualquier otro hombre, incluyèndome a mì, hubiera acabado de inmediato. Pero Axel logrò resistir y cuando Susana notò que su herramienta estaba ya tan dura como una roca, se puso de piè y apoyàndose de cara al ropero, le pidiò a su novio que la penetrara por detràs, como lo habìa hecho en la ducha hacìa tan solo unos instantes. Susy flexionò un tanto su cuerpo hacia adelante para facilitarle a Axel la penetraciòn. Axel se arrancò literalmente la camisa, mientras se quitaba como podìa los pantalones y el calzado. La tomò por sus cadera y acomodò ràpidamente su glande en la entrada del capullo de mi esposa, para luego presionar suavemente hasta que las lubricadas paredes vaginales fueron abrièndose para dar la bienvenida a su grueso huesped.
En ese momento Susana le suplicò "-fòllame tan fuerte como puedas y si notas que estàs a punto de venirte, hazlo dentro mìo".
Axel comenzò a follarla pero de una manera diferente, moviendo rìtmicamente sus caderas en cìrculos con cada una de sus embestidas, lo cual hizo que mi esposa tambièn moviera sus glùteos y caderas de la misma forma. Esto volviò completamente loca a mi esposa. Si alguien los hubiera visto en ese momento, seguramente pensarìan que estaban bailando una danza eròtica.
Por ùltimo, Axel tomò a Susy por sus senos y apoyando pràcticamente todo su torso sobre la espalda de mi esposa, la follò tan fuertemente como ella le habìa pedido.
Esto la hizo estallar en un torbellino de placer que le trajo aparejado un potentìsimo orgasmo, que culminò con un no menos potente grito mezcla de èxtasis, alivio y extrema satisfacciòn.
Mi esposa aùn estaba jadeando cuando Axel logrò su segundo orgasmo.
Luego de semejante follada permanecieron sentados en el suelo durante un buen rato, hasta que se vistieron y se fueron a tomar un refrigerio.
Cuando mi esposa culminò de contarme esta anègdota, yo no sabìa què decir, ya que pensaba que me iban a sobrevenir severos ataques de celos retrospectivos. Pero esa sensaciòn de envidia que por unos instantes me habìa asaltado, quedò sepultada por una extraña excitaciòn que me acelerò el pulso hasta pensar que iba a sufrir un infarto.
El ex de mi esposa demostrò tener una virilidad maravillosa y estoy seguro de que cientos de mujeres hubieran llegado a pagar para ser folladas por un sujeto asì.
Axel logrò hacer que mi mujer sacase a relucir su lado màs salvaje. ¿Se imaginan el placer y el alivio que habrà sentido mi esposa, al alcanzar el orgasmo con la polla de semejante afroamericano?
Quizàs esta experiencia sirva para desmitificar a aquellos expertos que afirman, que todo lo que se dice de los negros son solo mitos.