Autor: Amantedispuesto | 22-Dec
Hola amantes del sexo, aqui les traigo otra historia de deseo y satisfaccion.
Tengo el enorme placer de tener una concuña buenisima, es morena, alta de pechos firmes y caderas anchas. Una hembra en toda la extension de la palabra.
Cuando se junto con mi cuñado era un deleite esperar las reuniones familiares para poder observarla, se viste muy a la moda con blusas entalladas y jeans ajustados y a la cadera, la verdad yo creo que ella esta consiente de las miradas de deseo que provoca en mi y en los demas hombres que la miramos, ya que siempre se porta coqueta sonriendo abiertamente y pasando muy cerca de nosotros cuando estamos sentados, de manera que podemos observar de cerca su culito, respingon y redondito.
tiene bastante tiempo que yo le traia ganas, muchas veces me he masturbado en la ducha pensando en que su rico culo se come mi pene y soñando con abrirle las nalgas.
Un dia tuvo el descaro de pedirle a mi esposa la dejara ducharse en la casa, ella sabia que mi esposa tenia que ir a la escuela por mi hija y llego justo a la hora que ella se iba. El pretexto fue que no tenia gas y no queria bañarse con agua fria en su casa.
Mi esposa la dejo bañarse y salio. Al verme me sonrio y coquetamente me dijo si por mi no habia inconveniente, yo le conteste que no y la mire con cierto morbo, me excito el hecho de imaginarla desnuda en la regadera, la verdad mi pene se irgio un poco y un calor me recorrio el vientre.
Procure ponerme a hacer otras cosas para no estar pensando en ella, despues de un tiempo escuche que salia de la ducha, en eso me hablo y al voltear estaba ahi envuelta en una diminuta toalla que le cubria apenas el pecho y dejaba al descubierto sus lindas piernas, bastante bien torneadas debido a que usaba mucho la bicicleta.
Me sonrio y me dijo que rico baño, voy a tener que venir mas a menudo a tu casa, yo le dije que era su casa cuando quisiera, pero que la verdad me inquietaba verla envuelta solo en esa toalla, le pregunte si no le preocupaba lo que yo pudiera imaginar al verla asi. Me volvio a sonreir y me dijo pues eres mi concuño y no creo que verme asi te cause algun mal pensamiento y me miro coquetamente.
Le conteste que aunque era mi concuña yo era hombre y ella era una mujer hermosa, sexy de pies a cabeza y la verdad me inquietaba bastante tenerla asi y tan cerca.
Se volvio a sonreir y me dijo eres un picaro, quien diria, tan seriecito que te ves, no veo porque tengas que inquietarte, en eso se dio la media vuelta enseñando su culito apenas tapado por la toalla y me dijo, a poco tu mujer no tiene unas curvas como estas y se sonrio provocativamente.
Le respondi, si si tiene lo suyo, pero tu cuerpo es muy sexy y a mi me gusta mucho verte las nalgas cuando pasas frente a mi, y la verdad si pudiera te haria gozar abriendote las nalgas y dandote duro por atras.
En eso se puso seria y contesto, pues para eso son, pero ya tienen dueño y la verdad te vas a tener que quedar con las ganas porque de aqui no vas a tocar nada, luego se metio a la habitacion y cerro la puerta, y no salio hasta que volviuo mi esposa, se despidio de ella y se marcho apenas cruzando su mirada con la mia.
Yo me moleste bastante por lo que me dijo, no podia creer que se atreviera a provocarme y luego me cortara tan bruscamente, dentro de mi se encendio el deseo de demostrarle que ese cuerpo podia ser mio si yo lo queria y que me iba a pagar semejante desplante.
Estuve planeando ponerle una trampa, pensaba y pensaba como desquitarme y tambien sacarme el deseo que despertaba en mi recordarla envuelta en esa toalla.
Por fin se me ocurrio una idea, era algo arriesgada pero tener ese rico culo bien valia el riesgo. Un dia por la mañana le pedi a mi esposa que fuera al centro a comprar algunas cosas de mi trabajo, yo sabia que mi concuña descansaba ese dia y mi esposa tenia llaves de su casa. En cuanto me quede solo me cambie de ropa y me introduje a su casa, sabia que ella aun dormia ya que un dia antes habia trabajado hasta tarde. Al entrar me asegure que estuviera dormida y suavemente la destape para observarla, traia puesto un camison transparente que dejaba ver perfectamente sus pechos, sus pezones oscuritos eran una delicia, traia una tanga de encaje blanco que apenas tapaba la mitad de sus nalgas, para mi suerte estaba en una posicion casi de espaldas, por lo que su culito se apreciaba a placer. Saque una camara fotografica y comence a sacarle varias fotos, me enfoque a su cara y a sus nalgas, salio tan sexy que tuve que contenerme para no follarmela en ese instante, mi pene estaba ergido, deseoso de abrir esas nalgas y penetrarla.
Sali sigilosamente y me fui a la casa, ya en casa procedi a editar las fotos, soy bastante bueno para eso, simule que se la estaban cogiendo entre dos chavos, despues se las envie a su correo con una nota que decia: Si no quieres que suba estas fotos a internet te espero el fin de semana en tal direccion a medio dia (le pedi prestado su departamento de soltero a un amigo), ve sola porque si no lo haces estas fotos iran a internet, al correo de tu marido, tus amigos y tus amigas. No estoy jugando asi que ahi te espero sin falta! eso si te aclaro ve vestida como siempre lo haces, yo te conozco y sabre si cumples con lo acordado.
Por fin llego ese tan esperado dia, deje la puerta del departamento entreabierta para cuando llegara. despues de un tiempo tocaron a la puerta, mi corazon latia a mil por hora, sabia que estaba a punto de meterme en un gran problema o de gozar como nunca, ese era el riesgo y mi deseo por ella para mi lo valia.
Yo estaba en el baño, habia colocado una camara conectada a mi laptop y tenia instalado un sistema de bocinas adaptadas a un programa para distorsionar la voz, asi que podia verla y hablarle sin que ella supiera que era yo. Le ordene que entrara y cerrara la puerta la puerta quiso decir algo pero le adverti que esas fotos estaban en mis manos. Entro nerviosa mirando para todos lados, le pedi que se desvistiera lentamente, quiso oponerse pero le dije acuerdate que te tengo atada de manos, se que tu marido es celoso y si ve esas fotos vas a tener un gran problema.
Me dijo quien eres y porque me haces esto, solo le dije soy un hombre que como muchos te desea y te hago esto porque tu sabes que te caers de buena y gozas provocando a hombre como yo, pero te prometo que si cumples con lo que te pido es la ultima vez que vas a saber de mi.
Me pidio no le hiciera daño y le dije que a una hembra como ella solo habia una forma de tratarla, como hembra! Desvistete ya y toma el antifaz de dormir que esta frente a ti y tapate los ojos. De ti depende que esto termine bien para los dos.
La note asustada, pero sabia que no tenia opcion, se desvistio lentamente y pude deleitarme de su escultural cuerpo, sus pechos redonditos y sus poezones obscuros, cuando se quito los jeans vi que traia una tanga negra, bonita, sexy y le dije que la tanga se la dejara, se tapo los ojos y volvio a pedirme no le hiciera daño.
Sali de la habitacion y comence a mirarla de arriba abajo, pase mi mano por su espalda deslizandola hasta llegar a su cadera y le di lavuelta, era raro pero parecia estar asustada pero sus pezones erectos indicaban que estaba excitada. Me desvesti y procedi a besarla, lentamente por el cuello, poco a poco baje hasta sus pechos y me los fui comiendo, rico, mordia y chupaba con fuerza, ella se mantenia firme, pero la calidez de su cuerpo era signo de que la excitacion la invadia. la acomode recargada en una mesa, peque sus pechos a la mesa y la puse con las piernas abiertas, ella dijo un no tembloroso, parecia mas un si cogeme, pero disfrazado de negacion.
Le bese las nalgas, acaricie sus muslos y sus piernas, pase mi mano por su vagina humeda, mis dedos jugaron con su vagina, hurgando, preparandola para lo inevitable. Varias veces le restregue mi pene erecto, queria que sintiera lo que se comeria, le baje lentamente la tanga. Ella dijo no, luego dijo ya termina, temblaba pero estaba caliente, olia a hembra en celo, rico. Acomode mi pene y la ensarte de lleno, de un empujon le meti la mitad de mi miembro, gimio y araño la mesa, no lo tengo muy grande pero si bastante grueso, le di el ultimo empujon y se lo comio todo, mi vientre choco contra sus nalgas, como me gusta recordar ver sus nalgas llenas de mi miembro, abiertas y a mi disposicion. Comence a darle lento primero, se la sacaba hasta la punta y volvia a metersela, ella gemia y por momentos decia termina ya por favor, pero yo sabia que eso era lo ultimo que ella queria, le estaba gustando sentirse asi ultrajada por un desconocido, para ella era excitante ese momento, podia saberlo por la forma en que gemia y apretaba las nalgas.
Comence a darle mas duro, ya mi pene entraba indiscriminadamente en esas nalgas, ya se habia amoldado su cuerpo al mio, era toda mia, era mi hembra y yo su macho, pase buen rato dandole asi, me encendia cada gemido que le provocaba mi pene al llegar al fondo de su vagina, se oia tan rico el golpeteo de mi vientre con sus nalgas ese shuack,shuack,shuack de la entrada y salida de mi miembro acompañado del ah, ahh, ahh, ummm de ella era una delicia para mis oidos, dure bastante rato asi, varias veces la nalguie, fuerte en la derecha y en la izquierda, se las puse rojas de tan intenso que le di, me encanta el sonido de mi mano golpeando una rica nalga.
Ella ya solo gemia y se entregaba deseosa de ser solo una hembra y de tener un macho follandola. Por fin me vine, intenso, una sensacion de placer indescriptible, la llene de mis jugos y en ese momento pude sentir su orgasmo, su vagina se contrajo varias verces intensamente, apretando mi pene, sus manos se crisparon sobre la mesa y su boca gimio intenso ahhhhhhh...!
Le di una nalgada mas, tan fuerte que me ardio la mano, su nalga se puso roja, roja y ella gimio ahhh!
Saque mi pene y mis jugos escurrieron por sus muslos, fue una eyaculacion intensa.
volvi al baño y cerre la puerta. Le dije que se quitara la venda, su cara enrojecida del placer y quiza de algo de verguenza se veia sexy. Le dije que sacara de un cajon una memoria que contenia las fotos, sus pezones aun estaban erectos, no cabe duda que le gusto la follada, saco la memoria y se vistio. le dije que gracias por permitirme gozarla, que era una hembra sexy y candente capaz de volver loco a cualquiera. Le prometi no volver a molestarla a menos que ella lo quisiera, estare cerca de ti si tu lo deseas.
No dijo nada, tomo la memoria y se fue. Aun ahora escribiendo este relato me excito de solo recordarlo!