Autor: tortolero | 09-Nov
Quiero comenzar mi relato diciéndoles que tengo 44 años, soy blanco no muy flaco y simpático de trato, yo vivo en las afueras de la Capital pero no muy lejos, tan solo una hora de hecho trabajo en la Capital, cierto día se me accidento mi camioneta y tuve que transportarme durante tres días sin carro, del trabajo a mi casa y viceversa, en uno de esos días al salir del trabajo me dirigí a la parada de los microbuses para ir a mi casa, al llegar allí había una fila esperando que llegara una unidad, y justo delante de mi había una mujer de unos 45 años blanca, de unos 1,65 aproximadamente pelo negro, muy atractiva y elegante sobre todo por que llevaba una blusa roja manga corta, falda negra unos cuatro dedos mas arriba de las rodillas, unas seductoras medias negras y sandalias tacón alto que dejaba ver algo de sus dedos que reflejaban un color rojo en sus uñas, al igual que en sus manos, ella se notaba cansada después de un arduo día de trabajo, al rato de estar esperando le dije:
¿Tienes mucho tiempo aquí esperando¿
Si algo, la camioneta ha tardado un poco
En ese momento llego la camioneta y nos embarcamos, como ella aun estando delante de mi pago con un billete alto, y yo llevaba sencillo, yo pase primero que ella y me senté en el penúltimo asiento y no podía despegar mis ojos de esa exquisita dama, cual seria mi sorpresa que a pesar de que el microbús estaba casi vacio ella decidió sentarse a mi lado, yo no lo podía creer, casi que hasta tiemblo de la sorpresa, bueno el microbús se lleno rápido y arrancamos, apagaron las luces y el transporte quedo absolutamente oscuro ya que son de esos que tienen 32 puestos pero muy lujosos, con aire acondicionado y cortinas en las ventanas, una ves rodando se inicio la siguiente conversación
¿Qué rico esta aquí fresquecito ¿ no te parece¿
Si esta muy fresco, pero ? te puedo decir algo sin ánimos de faltarte el respeto¿
Si claro, dime
Te he estado observando desde que llegue y déjame decirte que tienes los pies mas hermosos que mis ojos hallan visto, y mira que yo he visto pies.
Ella muy sorprendida del comentario impregnado de cumplido me dijo
Caramba muchas gracias por el cumplido, yo soy una esclava de mis pies y mis manos, pero jamás un hombre me había alabado así mis pies, es la primera vez, que alguien me dice algo de ellos
En ese caso debo hacerte si me lo permites otra pregunta pero mas intima
¿claro, cual será¿
¿Las veces que has hecho el amor no te han hacho nada con tus pies¿
No, para nada, ni me los han tocado, por que
Que desperdicio Dios mío
Y por que dices eso, ¿que harías tu con mis pies haciendo el amor¿
Te los chuparía hasta quitarle el esmalte
No te creo
Te lo puedo comprobar en el mismo instante en que tu quieras
Pues me lo vas a tener que demostrar, por que yo no te creo eso
Continuamos rodando, cuando ella cruso su pierna izquierda al estilo masculino montando su pie sobre su rodilla derecha, y como ella estaba del lado de la ventana el pie me quedo a escasos centímetros, y me dijo
Demuéstrame pues si es verdad lo que me dices
Yo no lo podía creer, ese manjar de DIOSES puesto allí a mi disposición como reto de ella, con esas medias negras como estas
casi que con torpe velocidad me incline hacia adelante y sumergí mi lengua entre el arco de su exquisito pies y su sandalia, allí movía mi lengua hacia los lados impregnándola de ese hermoso y deleitante pie sudado y exquisito, yo pasaba mi lengua por donde me permitía la sandalia mientras que mi mano izquierda ya estaba algo arriba de su muslo derecho, yo note cambios en su respiración que me anunciaban excitación de ella, pero estaba deleitado con aquello, solo interrumpió una parada del transporte para dejar algunos pasajeros, que para gloria mía se bajaron todos los que venían detrás del puesto de nosotros, ya que venían juntos, dejándonos solos de últimos en el transporte, al arrancar de nuevo ella me dijo
Me encanto, de hecho podría decir que hasta me éxito, jamás había sentido algo así
Pero si aun no te he hecho nada, aun no te he chupado esos deliciosos pies como se lo merecen solo los he lamido por encima de las medias
Ella sin mediar más palabras, levanto sus caderas del asiento, alzo su falda y se bajo las medias, volvió a subir su pie a su rodilla y yo incrédulo torpe y tembloroso le quite la sandalia para terminar de sacar su media y ya como estábamos solos en la parte de atrás no me incline si no que me agache y vi lo glorioso de la vida unos suculentos y hermosos pies con uñas de esas cuadradas pintadas de rojo tal como estas
y sin pensarlo dos veces, los absorbí por completo, metiendo dentro de mi boca ese suculento dedo gordo y divino el cual chupe y chupe y chupe haciendo lo mismo con cada dedito rico sudado y delicioso chupe su arco su talón su planta y todo absolutamente todito, era tanto mi deleite que no note que ella ya estaba excitadísima se quito la orta media y le propine el mismo placer a su otro manjar de pie, ya yo me encontraba en medio de sus piernas chupando con deleite y pasión esos pies divinos y escucho que ella me dice sigue por favor sigue no te pares que rico sigue al escuchar esto percibí su extraordinaria excitación y entonces comencé a subir mis lamidas y chupadas por sus piernas hasta llegar a estar entre sus muslos, ella gemía con desesperación, yo pienso que alguien tubo que haber escuchado por que ella gemía muy fuerte, pero yo continúe abrí sus piernas bien y comencé a lametear su vagina por encima de su pantaleta negra bueno mejor dicho su tanguita negro que metiendo mis manos al borde de sus piernas se lo quite de un solo jalón, y quedo ante mi rostro esa vagina empapada totalmente parecía una fuente, el mismísimo nacimiento de un rio y volví a escuchar su voz que me dijo porfa porfa chúpame mámame la cuca así como chupaste mis pies mámame porfa anda méteme la lengua metí mis manos por detrás de su culo y la deslice hacia adelante un poquito y comencé a mamar esa jugosa cuca absorbiendo todos los jugos que de ella brotaban la chupaba la chupaba y la chupaba jugaba con su clitore que estaba tieso firme yo lo chupaba lo mordisqueaba causándole a ella un orgasmo descomunal que casi grita, se tuvo que tapar la boca y con sus manos empujaba mi cabeza hacia su cuca su vagina incrustando mi nariz en ella de inmediato me aparto y me pidió que me sentara nuevamente a su lado, lo hice y me abrió el pantalón diciéndome te voy a mamar el pene tan rico como tu me mamaste a mi seguidamente se introdujo todo mi pene en la boca con una maestría inigualable, lo succionaba con fuerza y placer se lo metía todo completamente todo y una vez que lo tenia todo adentro movía su lengua sin sacárselo eso me causaba muchísimo placer yo agarraba su cabeza y le incrustaba cada vez mas profundo mi guevo, mi verga, mi pene hasta lo mas profundo de su garganta, yo estaba deleitado con la maestría con la que esa mujer mamaba acariciaba mi pene con su lengua, yo estaba que le acababa en la boca, cuando ella dejo de mamar se incorporo y dándome un jugoso y sofocante beso me pidió oye ahora quiero que me lo metas, quiero sentir ese rico y duro guevo pene dentro de mi cuca en lo mas profundo de ella papi anda métemelo yo no quería pues no soy muy osado, y ya había hecho bastante dentro de un transporte semi lleno de gente pero, no pude resistirme a tal tentación y ella se subió un poquito bajando la cabeza de manera que el chofer no notara su altura por el espejo retrovisor y levantando su falda se enterro todo mi pene dentro de su vagina, que estaba que quemaba, estaba como a 100 grados de temperatura y de allí ella comenzó un sube y baja aprovechando los baches de la carretera y haciendo movimientos circulares y hacia los lados que me volvían loco ella se lo metía todo y cuando los labios de su cuca pegaban con mi ingle ella se estrujaba contra mi yo sentía tocar su matriz y lo mas profundo de sus entrañas con mi pene ya no aguantaba mas ella ya había tenido como tres orgasmos de echo cuando me lo estaba mamando yo la hice acabar con mis manos de repente sin decirme nada se levanto un poquito, se lo saco y lo apunto a su culo los dos estábamos bañados con sus jugos, y abriendo sus nalgas con ambas manos comenzó a introducírselo poco a poco hasta tenerlo todo adentro, ahí yo si no aguante y perdí todo pudor y miedo y agarrándola por la cintura comencé a metérselo con fuerza y desesperación las embestidas eran muy fuertes ella se mordía la mano para no gritar yo no detenia mi mete y saca ella me decía asi papi métemelo duro rebientame el culo ese es todo tuyo métemelo fuerte no pares dale papi dale, que rico lo siento todo adentro pero yo le dije suavecito no mi amor ya voy a acabar y ella de inmediato se bajo y me dijo no ahí no, quiero que me acabes en la boca, quiero probar tu leche y como yo ya no aguantaba mas solo permití unas tres o cuatro mamadas cuando le descargue toda mi leche en su boca, a la que no dejo escapar ni una gótica de mi caliente leche, mi orgasmo fue tan inmenso que creo que hasta hice un ruido muy fuerte, luego ella se sentó se puso su tanga se quedo sin medias y yo le puse las sandalias no sin antes echarle otra chupada rica a esos divinos pies. Desde entonces nos vemos muy frecuentemente y hacemos el amor con locura pero en la tranquilidad de un hotel, yo me siento bendecido al encontrar unos pies de DIOSA como esos.