Autor: pocho | 07-Nov
Hola, soy Daniel tengo 43 años y soy casado hace 18 años con Blanca de 42 años, nos gusta disfrutar al maximo nuestros momentos intimos.
Cada vez que tenemos la oportunidad de estar solos en casa sin nuestros hijos nos convertimos en dos diablitos y nos entendemos solo con la mirada.
Como suele pasar en ocaciones me encanta que Blanca se ponga ropa muy sexy y lenceria erotica que la compramos los 2 cuando vemos algo lindo.
Ella tiene 1,65 mts de estatura y bien distribuidos sus encantos, me gusta verla cuando se baña y se viste para salir juntos y cuando se pone minifaldas,
en ocaciones no lleva ropa interior porque se le marca demasiado pero eso a mi me exita mas y creo que para otro hombre tambien, me gusta que la miren
cuando baila y se mueve.Una noche al festejar nuestro aniversario de casados salimos a cenar y luego a bailar, ella como siempre muy sexy que la
miraban todos, despues de un buen rato tomamos algo y seguimos bailando, en medio de tantas copas se mareo un poco y se puso atrevida, tanto que
empezo a bailar de una forma alocada y sensual, tomamos algo mas y me pidio al oido que fueramos a algun lugar donde podriamos tener sexo, decidimos salir del baile y dirigirnos a un motel, tomamos un taxi y tanta fue mi sorpresa al subir al auto y verla que empezo a acariciar sus pechos y a masturbarse sola en medio del viaje, me tomo
la mano y empezo a recorrerla por su cuerpo y ya con sus pechos al descubierto el chofer se sorprendio y nos miraba disimuladamente por el espejo,
yo me sentia un poco intranquilo y exitado a la vez porque nunca hizo eso, despues de un trayecto en el taxi pidio que se detuviera y que tengamos sexo en ese lugar
al costado de la ruta, ella estaba en su momento mas caliente, detuvimos el taxi y descendimos del mismo, el chofer no entendia nada y solo miraba, al verlo
tan exitado al mismo le dije si se animaba a que participara de nuestro juego, sin perder tiempo ella subio su minifalda y comenzo a masturbarse en medio de los dos que la mirabamos, luego me tomo a mi de la cintura e introdujo mi pene en su caliente vagina mientras que al chofer de nombre Gustavo le practicaba sexo oral,
a esta altura ya nada me molestaba solo queria que ella se sintiera bien y que satisfaga su deseo o su fantasia, despues de un rato de juegos y manoseos
gustavo la penetro tambien, yo miraba sus juegos y mas exitado aun intruduje mi pene en su hermoso culo, cosa que nunca quiso que lo haga hasta ese memento
en el que solo era placer y nada mas, eramos dos penetrando a mi mujer y acariciandola y chupando sus grandes y redondos pechos, ella ya completamente desnuda
y loca de placer quedo tendida sobre el motor del auto que todavia se mantenia tibio, pidio musica y comenzo a bailar de una forma tan caliente que
no la conocia, despues de un buen rato de pasarla bien y de disfrutar al maximo ese momento decidimos volver a casa, al llegar nos dimos un buen baño y tuvimos mas sexo. Paso esa noche, llena de placer, sexo y la fantasia que ella tenia se cumplio, ella me lo revelo despues de pasar todo, no me puse mal ni celoso solo me importaba que lo pasaramos bien y cumplimos.