Autor: chicoguapo | 01-Oct
Hará ya unos tres años de mi experiencia con mi prima. Yo tenía 17 y ella 21, se llama Ruth. Era verano y yo ya no tenía clases ni nada qué hacer y mi hermano pequeño iba a un club de tenis a pasar el día. Mis padres me dijeron si quería ir alguna mañana a casa de mis tíos que estaría mi prima y mi tía pero que mi tío trabajaba. Yo, como me aburría algunas mañanas acepte ya que por la tarde estaría en casa otra vez. Mi padre me llevaba hasta ahí por las mañanas y como tenía que madrugar cuando llegaba a casa de mis tíos me ponía a dormir en el sofá. Normalmente mi prima cuando se despertaba me despertaba a mi y desayunábamos los dos. Mi tía se solía ir a pasear y a comprar algo por lo que pasaba cerca de dos horas como mínimo fuera de casa. Ella era alta, cerca de 1'80 m., morena de piel y de pelo aunque llevaba unas mechas claras que le quedaban muy bien. Llevaba el pelo suelto y lo tenía ondulado y largo. Sus tetas son grandes y tiene un buen culo. Tenía un poco de barriga pero no estaba gorda y siempre iba con un pijama formado por unos shorts de algodón muy muy cortos y una camiseta que dejaba verle el ombligo también de algodón. Una mañana yo estaba en la habitación de mi prima en el ordenador y ella me dijo que si quería jugar a lo que le contesté que estaba ocupado que en un rato sí podría jugar. Ella me dijo que jugáramos ahora y yo le pregunte que a qué quería jugar. Al cabo de unos segundos me contesto que jugáramos a novios y yo me quedé extrañado y le pregunté que qué quería que hiciéramos. Me dijo que lo normal que hacían los novios, besarse y eso. Me levanté de la silla y me apoyé a la cama cuando ella se acercó a mi mirándome con sus ojos grandes. Yo estaba muy caliente pero no sabía que hacer hasta que ella me besó y me puso sus manos en mi culo. Estábamos ahí tocándonos muy excitados cuando oímos la puerta. Era mi tía. Disimulamos y yo entré en el lavabo para que se me bajara la erección. Luego fui al comedor y ella estaba medio tumbada en el sofá y yo me puse en el sillón. Mi tía estaba cocinando. Mi prima me dijo que me sentara en el sofá que vería mejor la tele. Me senté en el sofá y sensualmente em dijo que ahí no, que sobre ella. Me senté entre sus piernas apoyando mi cabeza entre la suya y el sofá. Ella puso la mano en mi barriga y bajó hasta mi polla por dentro de los calcetines. Yo me calenté y le toqué las tetas y fui a besarla a lo que me dijo que no, que ella solo me tocaba por si venía mi tía. Yo no le dije nada. Al día siguiente también fui a su casa y como mi tía estaba en casa repetimos al escena del sofá pero nada más. Nos comportábamos como siempre, como si nunca nos hubiéramos besado y tocado. Yo estaba muy caliente y me iba a casa algo decepcionado. Al día siguiente mi tía se fue y mi prima fue rápidamente a la habitación donde yo estaba y me dijo que venga, que ya se había ido. Me levanté, nos besamos mientras nos tocábamos y yo bajé mi boca por su cuello y le besé la parte de sus tetas que dejaba ver el escote y pasé mi lengua por su sobaco donde me entretuve ya que le hacía reír. Le besé la espalda por encima de la camiseta hasta llegar a la cadera donde la lamí sin parar y le bajé el pantalón para besarle el culo. De golpe se apartó se subió el pantalón y me dijo que fuéramos al lavabo, que si entraba mi tía no nos vería. Cerró la puerta y puso el pestillo y se tumbó al suelo. Me puse sobre ella y nos besamos. Yo no podía parar de sobarle las tetas y ella se quitó el sujetador aunque llevaba la camiseta aun. Me empujó mi cabeza hacia su coño para que le lamiera y le quité el pantalón y le empecé a lamer por encima de las bragas las cuales iba apartando de vez en cuando para besarle mejor. No lo tenía completamente rasurado y me ponía lamerle y notar sus pelos. Volví hacia sus tetas para comerlas sin parar y se quitó la camiseta. Me volvió a bajar la cabeza y yo vi que estaba demasiado caliente. Le puse los dedos y empezó a gemir. Nos estábamos besando cuando le dije que me encantaba su piercing en la lengua y me levanté y le dije que iba a por nata. Le llene la boca de nata y yo pasaba la lengua para cogerle un poco y ponerla en sus tetas o coño antes de tragármela. Puso su mano sobre mi polla y me quitó los calzoncillos y me besó la polla. Me escupió sobre la polla y se la tragó toda, jugaba con mis huevos y se los ponía en la boca también. Cogió la nata y se llenó la boca con ella a lo que cuando fui a besarla me dijo que no, que pusiera su polla ahí. Más adelante nos besamos pasándonos la nata que quedaba y me lamió la polla limpiándomela y me escupió en mi boca su saliva y la nata que quedaba. La besé en el cuello y me cogió la polla y empezó a masturbar mientras su coño chocaba con mi polla. Calientes nos pusimos a follar y cuando notaba que me iba a correr le dije que donde quería que lo hiciera. Me dijo que le dejaba donde elegir, pero que en el coño mejor no porque aunque tomaba pastillas no quería arriesgar y que por el culo nunca le habían penetrado pero sí podía acercarme y correrme ahí. Le pregunte que si en la cara y me dijo que sí, que en la boca también pero que si no me importaba luego besarme con ella porque le gustaban los besos. Le dije que bueno, que si a ellas les gustaba el sabor del semen a mi quizás también. Me corrí en su boca aunque algunas gotas fueron a sus mejillas. Me señaló que le pusiera el semen restante en su boca y lo lamí la cara con la lengua. Empezamos un beso blanco que me puso a 100. Cuando se lo tragó todo nos quedamos tumbados sobre el suelo del lavabo y hablamos un poco pero enseguida volvimos otra vez. Había pasado poco más de media hora y sabíamos que había tiempo de sobras. Estábamos tan calientes que empezamos a hacer guarradas. Le besé el culo y me pasó la nata de manera que después de poner el dedo dentro de su culo acerqué el spray de nata y puse la nata dentro de su culo. Empecé a aspirarla con la boca. Luego ella me hizo un beso negro a mi mientras paseaba sus dedos por la zona. Me puso un dedo en el culo y me hizo una sonrisa como preguntándome si podía hacerlo. Yo puse mis manos sobre su cabeza y ella me puso primero un dedo y luego dos. Fue algo muy placentero para mi. Antes de la penetración me dijo que le gustaba hacerlo conmigo y que era bastante abierto a probar cosas nuevas y yo le dije que bueno, que si me lo perdía porque no probarlo (en realidad no quería decirle que no porque no quería perderle, pero lo que hacía me gustaba). Nos pusimos a follar otra vez y al correrme acerqué mi capullo a su agujero negro y me corrí de manera que parte del semen entró en su culo ya que lo había abierto un poco con mis dedos. Ella en seguida puso la mano ahí para recoger el semen que caía y la empecé a besar antes de que se lo pusiera en la boca. Me cogió la cabeza y me la bajó hasta su coño y lo lamí sin parar. Luego le hice un beso negro y nos besamos. Noté otra vez el sabor del esperma. Me gustaba. Ella cogió un cepillo de dientes y antes de tragarse el esperma puso semen sobre él. Se cepillo los dientes con el mientras me miraba lascivamente y yo, mientras me la comía a lametazos acerqué mi polla a sus tetas algo asustado porque no sabía como respondería pero se empezó a reír cuando empecé la cubana. En nada terminó de relamer el cepillo y se masturbó con él. Luego me lo puso en mi boca para que me cepillara con el sabor de su coño. Me preguntó si me quería duchar a lo que acepté y le me dijo que vale, pero que saliera que quería mear. Le dije que yo también quería mear y me dijo que primero ella a lo que le conteste que porque no en la ducha. Aceptó y una vez dentro empezó a mear sobre mi polla mientras yo me pajeaba y luego sobre mis piernas y pies. Estaba caliente pero el olor no me terminaba de gustar. Luego cuando empecé a mear yo llené mis manos de pis y paré la meada y le tiré sobre la cara. Me dio una bofetada pero se rió y se agachó para que me meara en su cara aunque no abrió la boca. Ese día disfruté como nunca. Hubo más experiencias, las contaré más adelante.