cogiendo con mi jefa relatos porno xxx

En mi primer empleo pronto me gane la confianza de mi jefa una mujer de aproximadamente 40 años de origen ingles y a la que no le agradan los errores por pequeños que estos sean además de exigir pulcritud en todos sus empleados pues bien resulta que una ocasión me comenta que no encuentra a la persona indicada para atender a unos amigos y familiares que la visitarían y como solo seria fungir de mesero me ofrecí y ella gustosa acepto sabiendo lo bien que dómino su idioma y puntual estuve en su domicilio donde ella de inmediato me puso al tanto de cuales serian mis deberes pero aparte me ofrecí a terminar los bocadillos que preparaba ya que comento estar atrasada en su arreglo personal y cuando de nueva cuanta apareció me quede sin aliento al verla enfundada en ese espectacular vestido negro, daba la impresión que sus pechos escaparían de la escasa tela que los cubrían y dejen que les comente que su pecoso y delgado cuerpo me provocaron una erección instantánea

Pero no me dio tiempo de continuar contemplándola ya que comenzaron a llegar sus invitados y de inmediato me di a la tarea de atenderlos conforme ella me lo había indicado y todo transcurrió sin ningún percance y ya cuando todos se habían retirado me dispuse a recoger lo que aun quedaba por ahí antes de retirarme pero mi jefa me pidió que le acompañara a tomar una copa lo que hice sin imaginar lo que a continuación iba a sucede

Tome asiento en la barra de su pequeño bar mientras ella preparaba los tragos y cuando ella dio aquel pequeño salto para sentarse a mi lado uno de sus pechos escapo de la tela que lo cubría y ella no pareció darse cuenta ya que no hizo nada por cubrirse por lo que yo con algo de pena pero feliz por el acontecimiento se lo hice saber y de aquí en adelante nada me queda claro no sé si fue por el efecto de las copas que ya tenía dentro o estaba en ese momento deseosa de sexo el caso fue que sonriendo al tiempo que descubría su otro pecho dijo mejor saco el otro antes de que se salga sin permiso

Los dos reímos alegremente ante el hecho lo que a mí me pareció excitante y a ella jocoso y mientras tomaba mi copa no podía dejar de mirar lo aun bien conservado de ellos ya que a sus cuarenta y tantos años aun se conservan firmes y redonditos pero sucedió que mientras miraba sus lindos pechos sus pezones comenzaron a inflamarse hasta alcanzar el tamaño de una uva además del cambio de color ya no eran rosados tomaron un color negruzco y las aureolas se extendieron mas y estaba por comentarle lo lindo que son cuando ella adelantándose a mi me pregunto si me parecían lindos sus pechos y que si no sentía curiosidad por tocarlos a lo que asentí pidiendo permiso para hacerlo

Baje de mi butaca para poder tocar sus pechos una vez que conté con su permiso y suavemente fui deslizando mis dedos por uno de sus pechos hasta llegar a su inflamado pezón y cuando mis dedos lo tocaron ella dejo escapar un ligero gemidito y apoyando las manos sobre la barra inclino su cabeza hacia atrás y así permaneció mientras yo jugueteaba con su pezón pero para mí eso no resulto suficiente y aun sin contar con su permiso me incline sobre ellos y comencé a lamerlo suavemente luego lo metí en mi boca y le di ligeros apretones con mis labios mientras con una mano acariciaba su otro pecho y luego de un rato me pidió el mismo tratamiento para el otro lo que hice con gran avidez y por estar de pie y ella sentada se me facilito ir acariciando sus delgadas y largas piernas hasta que mis dedos tocaron la tela de su bikini que por cierto ya tenía algo de humedad y asiendo un ligero esfuerzo logre introducir un dedo para poder acariciar su vulva claro que conté con su ayuda ya que ella separo sus piernas para facilitar mi tarea y cuando mas entusiasmado me encontraba ella súbitamente bajo de la butaca lo que momentáneamente me desconcertó pero lo hizo para rodear mi cuello con sus brazos y unir sus labios con los míos en candente beso

Dada la estructura de su vestido no tuve ninguna dificultad en dejar su torso desnudo solo tuve que jalar ligeramente las cintas y estas cayeron por sus brazos y el resto del vestido por su propio peso quedo en el piso a mi jefa ya solo la cubría su minúsculo bikini y yo a pesar de estar con la verga bien dura aun permanecía con toda la ropa puesta por lo que ella con dedos presurosos me fue despojando de cada una de mis prendas hasta dejarme completamente desnudo y con mi verga amenazándola moviéndose de arriba abajo y fue el momento de ella ya que colocándose en canclillas tomo mi verga con ambas manos y comenzó a mamarla metiendo en un principio solo el glande en su boca mientras sus manos me hacían la paja fue tragando paulatinamente mi verga hasta que toda estuvo dentro lo que me sorprendí ya que si no es monstruosa tampoco es pequeña mide 21 centímetros y luego de un buen rato que ella estuvo chupando mi verga fue mi turno la lleva a la sala donde la senté en el descansa brazos de el sofá para después recostarla y así toda su vagina quedara expuesta para mis propósitos y una vez que se encontró como yo quería metí mi cara entre sus piernas y suavemente comencé a deslizar mi lengua por sus ya húmedos labios inferiores y por la posición no me resulto difícil encontrar su hincado clítoris al que de inmediato di atención con ligeros movimientos circulatorios de mi lengua ya para entonces mi jefa gemía y jadeaba ruidosamente por lo que a los pocos minutos exploto bañando mi boca con el rio de tibios jugos que expulso con la llegada de un orgasmo y fue el momento de cambiar mi lengua por mi verga y solo le di el tiempo necesario para que terminara de disfrutar de su orgasmo y así sin modificar su posición fui hundiendo mi verga hasta que mis bolas chocaron con sus nalgas luego vino el proceso de mete y seca acompañado por los jadeos de ella y de nueva cuenta otro rio de fluidos con la llegada de otro orgasmo luego cambio de posición pero en el mismo sofá y así logre que experimentara un tercer orgasmo antes de que yo depositara todo mi semen en lo más profundo de su ardiente vagina

Por un momento pensé que con mi eyaculación todo había terminado pero mi labor le resulto tan gratificante que el resto de la noche y el día siguiente lo pasamos cogiendo solo dándonos el tiempo necesario para descansar y comer algo ha y eso me mereció un acenso y ser el hombre de su vida ahora vivo con ella