Autor: Eli | 05-Sep
Hola me hare llamar Eli, tengo 32 años y estoy casada desde hace tres. Estas tardes de verano me quedo con mi sobrino Roberto de 16 años,lo hago porque estoy sin trabajo y mi marido trabaja asi que tengo los dias libres.
No es que Roberto no sepa cuidarse de si mismo pero mi hermana me lo pidio para tenerlo por las tardes algo mas controlado pues ella esta separada y el sin colegio esta todo el dia por s casa vageando con sus amigos.
Asi que la otra tarde y ante el calor que hacia recogi la mesa y medio arregle la cocina, me entro un sueño dulce y me sentia chafada por la calor, me dispuse a tumbarme un rato y asi se lo hice saber a mi sobrino.
Me puse comoda, me quite el sugetador y me puse una camiseta bastante corta de tirante, me deje caer en la cama solo mi tanga bajo mi camiseta, me senti libre y liberada, tengo unos pechos bastates voluminosos y el roce de la camiseta en los pezones me alivio y me resulto reconfortante, empece a dormirtar.
Antes ya le avise a Roberto que si quera echar la siesta podia hacerlo, en el salon por su puesto o en la habitacion de invitados.
me despertaron unas suaves caricias en mis piernas, me desperte pero no abri los ojos, aquellas manos me recorrian mis muslos buscando mis intimidades, eran caricias suaves y nerviosas a la vez.
Entre abri los ojos un poco y vi a mi sobrino Roberto.
¿Que tendran estos jovenes en la cabeza hoy en dia? acaso pensaba mi sobrino que podia tumbarse alli a mi lado impunemente y tocarme?????.
Pero la cosa es que las caricias eran suaves, tibias y una humedad se adueño de mi, una humedad y un temblor en mi vientre, era como la primera vez ¿acaso seria la primera vez de Roberto? ¿seria virgen?.
No me pregunteis por que, pero la cuestion es que permaneci quieta, quieta como una estatua casi no me atrevia a respirar.
Yo permaneci boca arriba con las piernas entre abiertas, Roerta me acariciaba muy cerca de mi coño, no tardo en alcanzarlo, sus dedos hurgaban en mis labios vaginales, suavemente como buscando algo en su interior.
Apartaba el tanga y deslizaba sus dedos enmi intmidad una y otra vez, yo sabia que Roberto estaba muy exitado su respiracion era rapida y se pegaba a mi cada vez mas.
Me seguia haciendo la dormida, me gustaba, mi humedad era cada vez mas clamorosa y yo empezaba a apretar los labios de mi boca para no empezar a jadear de placer.
De pronto Roberto paro de meter sus dedos en mi coño y me senti morir, pero comprendi lo que estaba pasando, Roberto se habia quitado su pantalon de depote y ahora note su verga dura junto a mi muslo, la estaba restregendo en el mientras volvia a buscar mi coño con sus dedos.
Ahora Roberto luchaba por quitarme los tanga, digo luchaba porque yo apretaba mispiernas con fuerza para impedirselo, sabia que si cedia Roberto de pondria encima de mi y me penetraria y sabia que un chaval inexperto como es el solo podia darme problemas y poco mas.
asi y todo al final cedi, no me preguntes porque pero deci, mi tanga resbalo por mis piernas y Roberto se puso entre ellas, busco desesperado mi coño y me froto su verga a punto de reventar en mi vagina, no hubo preambulos, me ari un poco y me penetro.
Me dio unas sacudidas torpes y alocadas, entonces lo empuje hacia atras y me incorpore.
Su verga estallaba en ese momento salpicandome en la cara, su semen me di en la cara y em mi camiseta, el rjo y jadeando bajo la mirada como avergonzado.
Lo abrace y lo acune como a un niño pequeño, lo tranquilice con palabras suaves en su oido y lo merci durante unos minutos.
se se abandono con un complejo de culpabilidad cuando yo sabia que la culpa era mia por haberle dejado hacer durante ese tiempo, yo podria haber puesto fin a aquello pero no lo hice.
ya mas tranquilo me quite mi camiseta y nos quedamos abrazados los dos completamente desnudos. Roberto tiene un cuerpo joven y esculpido, a las mujeres tambien nos gusta de vez en cundo cogernos a un chico joven.
Le susurre en su oido de nevo y despues empezo a chuparme los pezones, me los chupaba como yo le pedia, me los mordia, y me los lamia, me los besaba, mientras yo le acariciaba su pene que estaba de nuevo erecto y casi a punto.
me incline hacia el y me meti su pene en mi boca, se lo chupe y se lo estruge se lo lamia, lo chupaba hasta casi el fondo, casi me cabia todo en mi boca, me dedicaba a darle chupetones largos en su bola desenfundada, asi l efui dando hasta que mi sobrino se retorcio de placer y solto un suspiro profundo que al mometo se tradujo en un grito, se vacio en mi boca y yo le succiones su pene mientras me tragaba su jugo de vida, caliente y viscoso.
Su semen resbalaba por mi garganta mientras tenia unas ganas enormes de follar estaba tan exitada que me hubiera dejado montar por cualqier macho que en ese momento apareciese.
Roberto se dejo caer en la cama, me incorpore a su lado y le susurre al ido de nuevo, el se inclino sobre mi y hundio su cabeza entre mis muslos, su lengua se hundio en mi vagina, me daba lametones, yo le indicaba el sitio idoneo el boton del placer supremo, hasta le ordene que mo mordiese y asi lo hizo, rozando el dolor y dandome un placer infinito.
Cuando note que el chico estaba medio recuperado me puse encima de el, no importaba que su pene estuviera medio hinchado, me lo meti dentro, se salia y entraba en mi vagina que estaba tan humeda que hubiera sido capaza de tragarse cualquier cosa, asi y todo su pene se fue recuperando y alcanzo esa medida que nos da el placer a las hembras.
Lo cabalgue sin piedad, se estremcio, y yo con el, lo cabalgaba despacio y de golpe de daba fuertes emvestidas, aguantando su pene para evitar que se saliera de mi intimidad, asi una y otra vez.
Hasta que note como me llegaba al fin el orgasmo, el estaba destrozado y note como su pene adolescente se hichaba para vaciarse d enuevo, esta vez no me retire y deje que se vaciera dentro de mi mientras yo jadeaba el deseado orgasmo que al fin tuvo lugar en mi cuerpo.
Su sacudida fue tenue, apenas escupio algo de semen Roberto mi sobrino estaba seco, yo lo sabia por eso le deje acabar en mi, sabia que no habia peligro alguno.
dormimos ds horas abrazados, agotados y el ahora desvirgado, yo he encontrado algo bonito para las tardes aburridas y Roberto a una hembra a la que follar por donde el quiera y dispuesta complacerle en todo, a una hembra de 36 años avida de placer y de sexo, Roberto a encontrado a su tia Eli en cuerpo y alma.