Autor: Miguelon | 01-Aug
Viviamos pared con pared en un barrio obrero, incluso las dos familias compartiamos patio para tender la ropa y guardar cosas.
Eva me llevaba de cabeza, ella toda una mujer joven guapisima morena, un cuerpo impresionante, sobre todo para un chaval como yo por aquel entonces que acababa de despertar a la vida y me mataba a pajas mirandola desde mi ventana, las mas sabrosas resultaban cuando por la noche estando ya todos dormidos, yo bajaba al patio, buscaba en el cesto de ropa sucia sus bragas, olia el perfume de su chocho, envolvia mi polla con ellas y me la meneaba hasta soltar grandes lechadas.
Una noche al terminar mi polvo fantastico, su madre me sorprendio con mi verga aun tiesa, me dijo que me fuera a dormir y ya hablariamos el dia siguiente.
Apenas pude dormir pensando en la vergüenza que pasaria cuando lo supiesen mis padres y sobre todo Eva, fue pasando la mañana sin noticias y cuando no quedaba nadie mas en casa, la viuda que me sorprendio la noche anterior me llamo a su casa, entre reproches y a la vez palabras cariñosas me estreno follandome sobre su cama.
Estuve tirandomela un tiempo, hasta que me case y fui a vivir a un pueblo vecino.
Años mas tarde fue su nieta (hija de Eva), quien perdio su virginidad siendo clavada por mi verga.
Pasaban los años y seguia viendo a Eva, cuanto mayor se hacia mas buena estaba, incluso cuando su marido se lo hacia pasar mal no perdia la frescura y el porte que tanto me atraian de ella.
Circunstancias de la vida hicieron que al morir mis padres volviera a la vieja casa a vivir junto a mi esposa y mi hijo, un dia estando solo sono el timbre de la puerta. Eva ya divorciada vino a visitar a su madre pero esta no estaba y decidio entrar a saludarnos, llevaba un vestido de tirantes blanco, claramente se apreciaba que no llevaba sujetador, y el trasluz le clareaba su figura todavia imponente, aquella vision hizo que mi bragueta se hinchase, lo que no paso desapercibido para ella, la invite a entrar y mirando mi bulto dijo:
-Veo que te alegras de verme, lastima que no tenga unas bragas usadas a mano con las que poder calmarte.
-Las que llevas puestas me sirven.- Respondi.
Al momento metio sus manos bajo la falda dejando a la vista unos muslos firmes y sacanadose un pequeño tanga, me lo lanzo a la cara. Como hacia en mi epoca de pajero, lo oli, estaba limpio, le dije que no me servia pero que tenia otra solucion, me arrodille a sus pies, puse mis manos en su duro trasero y le bese el vientre y los muslos por encima del vestido. El aroma de su coño llego a mi nariz, levante la falda cubriendo mi cabeza y ante mi se hallaba el tesoro que tanto habia deseado toda mi vida, cubierto por una pequeña mata de vello, acaricie los muslos mientras besaba aquella hermosura, con la lengua pasee la raja y se abrio solo, dejando sus rosados labios interiores a mi merced, lami en espiral hasta que meti la lengua en su cueva, las manos habian llegado a su culo y meti un dedo en su agujero, comenzo a correrse y sorbi su clitoris para aprovechar todo el zumo que salia de su higo mientra ella me apretaba con fuerza la cabeza contra su entrepierna.
Me incorpore quitandole el vestido dejandola desnuda, me beso los labios en el mismo momento que le clave mi polla, dio un pequeño grito y se agarro a mi cuello, la levante cogiendole las nalgas, ella puso sus piernas alrededor de mi cintura y comenzo a cabalgar mientras yo me volvia loco entre sus tetas, volvio a descargar jugo, por mi parte yo note que tambien estaba a punto, la deje sobre la mesa y saque mi pija de aquella fantastica cueva para intentar retrasar un poco mi corrida. Quedo tumbada desnuda y con el coño mojado y abierto a mi merced, cogi sus piernas y besandolas y chupandolas desde los dedos hasta las rodillas las puse sobre mis hombros, la clave de un golpe, la pija entro sin problemas de lo mojado que tenia el chocho, solo tarde tres o cuatro sacudidas en notar que mis cojones estaban dispuestos a estallar, la saque y la puse frotando su pepita mientras soltaba una cantidad tal de esperma que yo mismo me quede asombrado, al notar mi leche sobre su piel ella tuvo su tercer orgasmo.
Agotados, escuchemos a su madre en el patio, ella se lavo se vistio y fue a verla, la vieja se dio cuenta de lo sucedido, pues a pesar de asearse, Eva no vio que le quedaba un goteron de mi leche en su pelo, al verme a mi que sali al patio detras de su hija, la vieja me sonrio diciendo:
-Por fin la has conseguido, ya has conseguido follarte a tres generaciones de la familia.
A una Eva sorprendida, que sabia que yo desflore a su hija, hubo que explicarle, que la zorra de su madre en su dia fue quien me estreno a mi.