Autor: Sara | 17-Jul
Cierto día por motivo de nivelación a un grupo de alumnos tuve que acudir por la tarde al colegio.
Esa tarde nadie más estaría solo yo y el grupo de jóvenes a los cuales tenía que dictarles la clase, como era tarde calurosa decidí ir con ropa ligera e informal para estar más cómoda, asi que me puse una pequeña minifalda y un blusa delgada pero muy freca.
Al llegar al colegio encontré solo a uno de los muchachos, Carlos, pues el resto se había retrasado, al verme Carlos me saludó con un buenas tarde pero mirando mis piernas, me sentí algo incomoda pero a la vez contenta de que un muchacho de 16 años mirará mis piernas con deseo, entonces abrí las puerta del colegio y le dije que pasará, ingresamos al aula y le pedí que espersramos unos minutos a sus compañeros, ya me dijo y seguía mirándome las piernas, al ver esto se me ocurrió hacer una pequeña travesura, así que me senté en una silla al frente de mi alumno quien simulaba hojear su cuaderno y comence a cruzar mis pierna como invitándolo a ver un poco más, él pensaba que yo no lo veía pero podía ver como esos ojitos querian ver cada vez más así que decidí darle gusto y descrucé las piernas, comenzándolas a abrirlas lentamente para que pudiera ver la pequeña truza negra que llevaba, nunca había hecho esto y me comenzaba a exitar, cuando de pronto escucho los pasos del resto del grupo por el pasadiso, inmediamente me puse de pie y me acerqué a la puerta para recibirlos, pero al pasar por el lado de mi alumno muy despacito me dijo: Que lindas piernas, a lo que solo atiné a sonreirle.
La tarde trancurrió lenta y pronto pasaron las dos horas de dictado que tenía que cumplir al cabo de las cuales los muchachos comenzaron a retirarse, pero Carlos no se movía de su crperta, así que le dije que era hora de marcharse, me dijo profesora, tengo una duda que deseo me aclare por favor, esta bien le dije mientas me acercaba a su carpeta para ver lo que pasaba, me mostró unos papeles con muchas palabras escitas desordenadamente que no podía entender, lo miré y él me sonrió entonces entendí que lo que quería era quedarse nuevamente a solas conmigo, seguí su truco y así esperamos a que todos los demás se retiren, al quedarnos solos le pregunté que es lo que quería, y me dijo que quería ver nuevamente mis piernas como hace dos horas, lo miré y le dije si quieres verlas ¿porque tú mismo no las descubres? El muchacho no se hizo esperar y rápidamente puso sus manos sobre mis piernas intentando subir la pequeña minifalda, hazlo despacio le dije, entoce me confesó que jamás había estado con una mujer, hoy será tu priomera vez le dije, dicho esto sus ojitos brillaron fuertemente, suavemente lleve sus manos por mis piernas suviendo por mis muslos hasta que sus manos llegaron a tocar mi conchita, el muchcho respiraba rápidamente, estaba ardiendo, dspacio le dije, no te apresures, aun falta mucho, entonces empezo a bajarme la truza hasta sacarmela y me sentó sobre el escritorio luego me abrió las piernas y comenzó a lamerme la conchita con desesperación, yo me sentía en otro mundo, ese muchachito si que sabía lo que hacía, estuvimos así un buen rato, luego él se bajo los pantalones dejamdome ver su pene, que no era grande pero tampoco pequeño, estaba durito de lo exitado que estaba, baje del escritorio y comencé a mamarselo tení un pene virgen en mi boca y esto me exitaba mucho, el suspiraba y se agitaba también estaba exitadísimo.
Después de esto el muchacho nuevamente me puso sobre la mesa y él subió ensima mío, comenzó a penetrarme suavemente primero, podía sentir que hervía por dentro, lueego con más fuerza y más rapido, a medida que los movimioentos eran más rápidos podía sentir su pene cada vez más y más grnade y esto me daba mucho placer, él me escuchaba gemir y esto lo exitaba aun más porque a cada gemido mío sus movimientos eran más fuertes y más seguidos, luego se detenía un poco como para retomar fuerzas y nuevamente comenzabamos con los movimientos frenéticos, para ser su primera vez este chico si que era un experto.
Dspúes de estar por un buen rato asi me pidió que me pusiera en cuatro, a lo que yo me negué pero luego suavemente pasando su lengua por mi conchita y luego por mi culito logró convencerme de hcerlo, te lo voy a meter por el culo me dijo, yo no le dije nada, entonces comenzó a meterlo primero muy lentamente y despacio yo solo décía ¡ay! y esto parecía exitarlo más pues el seguía empujando hasta que logró metérmelo, al principio no quería pero después los movimiento exitantes de mi joven amante comenzaron a hacer que me exite cada vez más, a esta alturas yo ya estaba más que mojada, podia sentir el pene ya no tan virgen de mi alumno dentro mío haciéndome gemir de placer, el se movía frenéticamente lo que hizo que yo terminará una vez pero el parecía tener aun muchas más energías, seguía moviéndose y esto me volvio ha encender le pedí que asi en cuatro me la metiera en mi conchita a lo que él no se hizo de rogar, comenzó nuevamente en mi conchita a moverse como todo un experto provocando que terminará po segunda vez, ahora me toca a mí me dijo y metió nuevamente su pene en mi culo, otra vez comenzó a moverse a un ritmo increible podía sentir como su pene se hinchaba cada vez más dentro mío yo gemía de placer y jadeaba así estabamos los dos cuando de repente puede sentir un líquido caliente dentro mío, él se movía más quería sacarlo todo esto me exitaba mucho y entonces me puse a pensar que er la primera vez que este chico eyaculaba dentro de una mujer esto me exitó mucho y terminé por tercera vez.
Después de esto mientas nos vestíamos le dije para ser tu primera vez, pareces tener experiencia, es que veo muchas peliculas me dijo, y se sonrió.
Después de esta experiencia renuncié al colegio donde trabajaba, les dije por motivos familiares, desde ese día no he vuelto a ver a mi alumno al cual saque de virgen.
Sara.