Posesion en el gimnasio narraciones xxx

Autor: anonimo45034 | 13-Jun

Heterosexuales

Hacía poco tiempo que me había separado de mi marido y no había vuelto aún a formar pareja. Fui, como lo hago regularmente al menos dos veces por semana, al gimnasio. He pasado apenas los 30 años y la verdad es que, si bien estoy más que satisfecha con mi figura, igual hago ejercicios para distraerme y mantener mi cuerpo esbelto. Ese día había finalizado mi rutina luego de una hora de esforzarme y transpirar y disponía a retirarme, cuando el profesor me avisó que habían agregado un servicio de masajes y que, para los clientes habituales como yo, la primera sesión sería sin cargo, que podía tomarlo en ese mismo momento ya que, a primera hora de la tarde que es cuando voy al gimnasio, hay solo dos o tres chicos más, de esos que dedican a su cuerpo todo el día (y así lo tienen, vale agregar) y nadie esperaba por los masajes. Decidí que sería bueno, que me relajaría de una semana difícil y una mañana particularmente dura en el jardín maternal en el que me desempeño como maestra, así que acepté tomar la sesión de masajes. El profesor me acompañó al cuarto que habían improvisado para los masajes en una esquina al final del gimnasio (mientras yo pensaba que ya había escuchado antes eso de que el primero te lo regalo ...) Parecía bastante precario pero no me importó demasiado. Detrás de una cortina había dispuesta una camilla, un perchero de madera y un biombo por todo equipamiento. Carlos me presentó al masajista que se llamaba Marcelo y se retiró. Me tendió su mano cálida y firme y me dio toda la impresión que lo había visto antes, podía ser en el propio gimnasio. Ese cuerpo que lucía atlético enfundado en una camiseta tipo musculosa y un pantalón de gimnasia holgado, pero sobre todo esos grandes ojos negros intensos y penetrantes y esas manos enormes, difícilmente se me podrían haber pasado por alto.

Con voz grave me dijo ?andá detrás del biombo y desvestite?. Dudé un instante y adivinando mi pensamiento añadió ?cubrite con el toallón?. Me quité la ropa de gimnasia y me cubrí con el toallón que, a decir verdad mucho no me cubría, si me tapaba los pechos me quedaba al descubierto la conchita, así que haciendo malabares logré acomodarlo de manera que me tapara desde los pezones hasta apenas terminada la cola. Me ubiqué al lado de la camilla teniendo con una mano el toallón por arriba y con la otra cubriendo mi conchita que quedaba al descubierto. Hizo un ademán para que me acostara en la camilla y agregó secamente ?boca abajo?. Una vez acostada en la camilla me bajó la toalla hasta la cintura y me embadurnó la espalda y los brazos que descansaban a los costados del cuerpo con un aceite, para luego empezar a deslizar sus enormes manos callosas con suavidad pero con firmeza desde el cuello hasta la cintura a lo largo de la columna. Se detuvo largo rato en el cuello y en los hombros apretando con fuerza pero sin lastimar y me sentí volar. Era una delicia, me parecía estar levitando. Mientras masajeaba las costillas y los costados cada tanto me hablaba, poco, con esa voz grave que me parecía surgía de mis propios sueños. Yo le contestaba balbuceando algún monosílabo. Creí entender un comentario fuera de lugar, algo así como que se notaba por los nudos en el cuello que no era bien cogida. Lo pasé por alto. Le podía permitir una grosería semejante después del placer que me proporcionaba. Estaba totalmente relajada y entregada a sus maravillosas manos, no me iba a molestar por una pequeñez. Luego de un rato que no sabría calcular cuanto duró, pero que fue pleno de placer, se ubicó a mis pies, tomó mis tobillos y abrió mis piernas, delicadamente pero con firmeza, de modo que quedaron algo separadas, lo suficiente como para que pudiera deslizar sus manos por el interior desde los dedos de los pies hasta la cola. Me quitó la toalla que la cubría y ante mi mirada sorprendida, me clavó sus profundos ojos y por toda justificación dijo ?así está mejor? y cubrió el resto del cuerpo con el aceite. No tuve ánimo para resistirme, estaba totalmente entregada. Deslizaba sus manos firmes y cálidas con sabiduría desde los pies hasta la cola pasando por el interior de los muslos y rozando, como al pasar, mi conchita que se estremecía con cada contacto. Jugaba con sus largos dedos pellizcando mis nalgas y luego continuaba así por los muslos y las pantorrillas hasta llegar a los dedos de los pies y volvía deslizando, casi acariciándome con sus manos hasta llegar nuevamente a la cola obviamente sin dejar de rozar la conchita y la raya de mi culito, cada vez se detenía más en ese lugar haciéndome estremecer con cada pasada. Cuando se percató que me había humedecido me hizo dar vuelta boca arriba y me dijo ?te gusta ¿no? Putita, sos una putita que necesita que se la cojan bien ¿no es cierto?? clavándome el filo de sus ojos negros. Me tomó por sorpresa otra vez y me volvió a dominar, no se si era su mirada envolvente, su voz grave y dominante, su seguridad, o todo junto que creaban una atmósfera en la que me sentía sometida a ese hombre que ni siquiera conocía. Sentí que dentro mio se produjo un click. Si hasta ese momento estaba disfrutando unos masajes deliciosos, a partir de allí fue una experiencia alucinante. Si me sentía relajada y dichosa de recibir caricias placenteras, dejé de pertenecerme a mi misma y me entregué en cuerpo y mente a Marcelo y la verdad es que, si conservaba algún pudor, me alivié totalmente y me dejé llevar sin ataduras. Me sentía envuelta en una burbuja dispuesta a dejarme hacer y a hacer lo que me ordenaran sin siquiera pensarlo.

?A ver putita como tienes los labios? me dijo inspeccionando mi conchita. Era increíble, pero me humillaba y más me excitaba. Abrió los labios de la vagina y metió uno de sus dedos. Jugaba con mi clítoris con un dedo y con otro de la misma mano lo introducía bien profundo, mientras con la otra mano masajeaba mis pechos y pellizcaba mis pezones que al contacto enseguida se endurecieron. Ya metía de a dos los dedos en el charco que era mi vagina cuando dejó de chupar y acariciar mis pechos y con esa misma mano se bajó apenas el pantalón, lo suficiente para que emergiera su magnífico miembro. Me tomó con fuerza la cabeza y dijo ?chupá puta de mierda y no pares hasta tragarte toda la leche que tengo para vos?. Se lo agarré como poseída con ambas manos recostándome sobre uno de mis codos, algo incómoda por cierto, y lo llevé a mi boca, tratando de mirarlo a los ojos como hago en estas situaciones pero no pude sostenerle la mirada y apenas cada tanto lo espiaba. Pasé mi lengua delicadamente primero por sus huevos y no paré hasta llegar a la cabeza que ya había salido de su capucha por efecto de mis manos y mi saliva. Chupé con esmero y froté mis manos por esa hermosa tranca y al cabo de muy poco tiempo sentí como crecía y se endurecía ocupando toda mi boca. Marcelo no había abandonado su juego de manos con mi conchita que estaba ardiente y totalmente inundada. Seguí chupando hasta que noté que sus ojos se ponían en blanco y su vista se perdía, en ese momento me tomó fuertemente con ambas manos de la cabeza y me metió su enorme miembro hasta la garganta casi al tiempo que descargaba su torrente de leche dentro de mi boca. Tragué lo que pude y el resto se deslizó por las comisuras de mis labios, así que con la lengua atrapé lo que se había escapado y seguí lamiendo hasta que de su fuente no salió una gota más. ?Muy bien puta, lo hiciste bien, seguí chupando que lo hacés muy bien?. Ni falta hizo que me lo dijera. Yo seguía chupando esa tranca que no se aflojaba pese a haber eyaculado suficiente esperma y comencé a pasarme yo solita los dedos por mi húmeda conchita que necesitaba satisfacción. Fue cuando dos manos firmes me tomaron por las caderas y tiraron hacia el borde inferior de la camilla quedando mi conchita a la altura del vientre de Carlos que había ingresado al cuarto sin que yo lo notara y habría observado toda la escena. Bajó sus pantalones y sacó su descomunal miembro, lo mojó con saliva y por suerte solo me penetró apenas la cabeza. Tomó mis piernas que colgaban de la camilla y las colocó por encima de sus hombros. Sin siquiera avisarme, a esa altura yo era simplemente un objeto. Tomó impulso y me la metió hasta el fondo con un solo movimiento. Sentí como empujaba las paredes con fuerza y creo que me llegaba hasta el ombligo. Mientras Carlos me cabalgaba, continuaba chupando la pija de Marcelo, que a esta altura ya estaba reluciente y lista para una nueva embestida. Entonces se apartó y dejó su lugar a dos chicos que estaban en el gimnasio y se acercaron al oír mis gritos. Se ubicaron a los costados de mi cara y sacaron sus armas también de un tamaño considerable. Alternativamente con una mano pajeaba a uno mientras se la chupaba al otro como poseída mientras acompañaba con movimientos rítmicos las embestidas de Carlos. Ambos jugaban con mis pechos mientras me gritaban groserías lo que me excitaba aún más. Estaba como loca, me sentía feliz de ser sometida. Nunca me había pasado de ser sometida con mi propio consentimiento. Estaba entregada totalmente y sin cargo de conciencia hacía lo que me ordenaban y me dejaba hacer y lo más increíble es que disfrutaba como loca. Era alucinante.

Primero acabó Carlos llenándome con su leche y luego casi al tiempo los otros dos chicos que me llenaron la boca, la cara y el pecho con su esperma caliente.

Estaba satisfecha, había tenido tres orgasmos mientras duró todo. Creí que todo terminaba aquí, pero no. Marcelo se acercó con una silla que había traído del gimnasio y, chasqueando en el aire un cinturón, me ordenó que me bajara de la camilla, que me pusiera en cuatro patas en el piso y mientras me castigaba suavemente con el cinturón en la espalda y en la cola gritando ?¡toma perra!?, y luego que me trepara a la silla agarrada del respaldo con las manos y la cola bien parada apuntando hacia fuera. Era la primera que me castigaban. No había tenido experiencias de ese tipo. Encima me vendó los ojos y ató mis muñecas por la espalda, lo que me hizo sentir más sometida aún y logró una entrega mayor, total. Por supuesto que un poco me dolió, pero fue mucho mayor el placer. Marcelo abrió bien mis piernas y me pasó su lengua por el culo y fue metiendo sus dedos en el orificio. En otra oportunidad no hubiera permitido que me pasaran la lengua por el culo, es un límite, pero tal era la entrega que hasta eso disfruté. Cuando el orificio estuvo suficientemente dilatado apuntó con su enorme tranca y me la metió sin miramientos mientras gritaba ?¿esto es lo que buscabas puta?? Y a mi me salió de adentro, no pude contenerme y le respondí ?Sí, más, quiero más, metémela toda, rompeme el culo de una vez por todas?. Tenía más para darme, empujó hasta el fondo su enorme y tiesa tranca hasta llegar hasta donde ya no se podía mas. Nunca me habían metido tanto por el culo, al menos de esa forma. Como un perro en celo, me cojió como un animal, y yo disfrutaba con su enorme pija adentro de mi culo y esas otras tres pijas que apuntaban a mi cara y pasando mi lengua por cada una y comiéndomelas. Cómo expresarlo. Esa situación y el olor a transpiración y todo eso, acabé y mi chorro se mezcló con el esperma de el ser que me dominaba y me sometía y fue genial. Fue increíble.

Después los otros tres me volvieron a coger. Primero Carlos me tomó con uno solo de sus enormes y musculosos brazos por las caderas y me penetró por adelante. Me tenía como una muñeca, mis espaldas apoyadas contra la pared, con ambos brazos por la cola mientras me cabalgaba en el aire hasta que descargó nuevamente su torrente de leche hirviendo en mi interior, lo que me hizo estallar una vez más. Luego y casi sin dejarme reponer, uno de los chicos se sentó en la camilla, me tomó por la cintura y me hizo sentar encima suyo con mi culito que estaba ardiente apuntando a su pija y descender lentamente hasta que mis nalgas chocaran con sus huevos y el otro me penetró por delante de modo que me cogieron al mismo tiempo. Yo volví a acabar una vez más mucho antes que ellos me llenaran las entrañas de esperma. Cuando ya todos estaban satisfechos Marcelo me ordenó que me lavara y me vistiera y que me fuera. Sigo yendo al gym pero no tomo masajes porque Marcelo me los da personalmente en casa, claro que cuando el quiere, pero no me quejo. El es el Amo y yo me he convertido en su sumisa.

Me encantaría recibir sus impresiones porque realmente quedé conmovida. Mi nombre es y mi dirección es

Relatos relacionados

todo comenzo una mañana saliendo de mi casa como todos los días a trabajar vivo alejado de la capital venezolana tengo que bajar temprano para poder llegar temprano. voy en camino, tengo un choque y se baja una mujer muy bella de 19 años con unos senos gigantes y un trasero bien redondito morena ella con el cabello negro largo hasta las caderas unas piernas hermosas y me gusto de ella su rostro como se dice en mi país es una caballota que esta bien buena, ella me ...
23-Dec
23731
[Amor Filial] Me llamo Juan, tengo 24 años y estoy en último semestre de negocios internacionales acá en Colombia. Mi prima, Carolina vive donde mi abuela y viene de la costa. No es muy alta, morena, pelo negro, ojos negros, no tiene muchas tetas pero si tiene un culo gigante, redondito y delicioso. Yo soy alto, mido 1.85, pelo negro, ojos verdes y mi pene mide 4 cm de diámetro y 22 cm de largo.
12-Feb
37756
¡hola mis amores! muchos me han pedido que les narre la vez que tuve sexo con mi propio padre, sí, soy una chica muy incestuosa; amo a mi hermano, con él lo he hecho infinidad de veces (aunque ahora no porque el ya no vive en mi casa), también mis seguidores saben que con la primer persona con la que estuve en la cama fue con mi tío gerardo, pero vale los complaceré con esta experiencia que sucedió hace 2 años, les recuerdo que ahora tengo 19 años, de igual...
06-Dec
71233
difícil que se enterara de lo que sucedía ahí mismo.No tuve que esperar mucho, ya que en cuanto mi mujer se fue a su trabajo y yo también avise que me iría a ver un asunto después de que terminamos de desayunar, hice que salía de la casa azotando la puerta para que mis hijos la escucharan, pero yo me quede dentro ocultándome de inmediato en el respaldo de los sillones de la sala y fue cuando se presentó la ocasión pero ahora fue en la misma cocina...
31-Aug
49961
Sonó un chasquido y la puerta se abrió, subí al tercer piso muy ilusionada, quería compartir con mi hermana las buenas noticias y no quise llamarla; como siempre la puerta del piso estaba abierta y recorrí el largo pasillo hasta el salón, de una de las puertas que había dejado atrás salió Abel que me abrazó por detrás aprisionándome las tetas. .- ¿Qué haces, donde está...
16-Aug
103278
Mi sobrina es una chica muy bonitaa linda digamos es una joya de oro para mi, y muy deceada! me gusta todo de ella ella es algo inesperado nunca pense que estuvieramos en una relacion asi pero a ella esperaba que le confesara yo quizas que me gustaba!! siempre buscamos nuestro mejor momento; aveces se me encula tanto que le digo que nome provoque tanto por que me duele mi berga de tenerla ahi con migo y no poderla coger!! aun que hablamos de eso muchas veces ella dice que...
04-Jun
22081
MARINA MI CONCUÑA ESTO ES VERÍDICO Y PASO EN EL D.F.TODO COMENZÓ A PRINCIPIO DE AÑO, ESTÁBAMOS EN LA CASA DE MIS SUEGROS COMENTANDO COMO NOS FUE EL AÑO ANTERIOR, COMO SIEMPRE MI CUÑADO XX ESTABA FANFARRONEANDO QUE EL LE IBA MUY BIEN QUE GANO MUCHO DINERO, YO SABIENDO LO MENTIROSO QUE ES SIEMPRE HE DICHO EL AMOR Y EL DINERO NO SE PUEDE ESCONDER,   ME LEVANTO Y ME VOY A LA TIENDA DE LA ESQUINA A COMPRAR UNOS CIGARROS, ME ENCUENTRO A MARINA QUE ES SU...
29-Sep
84918
Estaba cansado de tantos agobios en la playa, como todos los veranos, así que decidí investigar esa mañana.Busqué en internet donde había playas y calas mas solitarias en todo Málaga, y salí en busca de ellas. Aunque me puse ropa de baño, mi pensamiento era conocer las posibles calas donde poder ir sin agobios, y no conformarme con la primera.Después de una hora andando por una zona rocosa, tuve una gran suerte de encontrarme aquella playa solitaria.Era perfecta, no podía imaginarme un sitio como ese ni en mis mejores sueños,...
13-Sep
16586
les contaré, soy un hombre maduro de 45 años, separdo el verano pasado llegó al barrio de vecita donde una vecina una hermosa joven de 17 años que de inmediato me embrujó al verla pasar esbelta distinguido con un hermoso cuerpo y con una minifalda que dejaba ver sus hermosas piernas, largas y torneadas, llevaba un cubre pecho diminuto que hacía resaltar dos hermosos pechos, su rostro engelical era digno de la mas hermosa de las mujeres, al pasar cerca mio me sonrio con sus blancos y hermosos dientes, me...
25-Sep
32364