Hermanas xxx eroticas

Autor: Lahechicera | 22-Apr

Lesbianas

La pequeña Mónica estaba tumbada sobre su cama, en la habitación que compartía con su hermana Susana, leyendo un libro erótico que había comprado en las galerías comerciales. Tan solo quince años y ya notaba que su sexo le pedía constantemente guerra. Sin duda había algo de ninfómana en ella.

Mientras leía el libro "Las edades de Lulú", sujetándolo con su mano izquierda, la derecha se frotaba la vulva por encima de las bragas, las cuales estaban ya pringosas, húmedas tras rozarlas insistentemente con los labios mojados de su vagina.

En aquel momento su hermana entró en la habitación. Siempre llamaba antes de entrar, pero lo hacía de tal modo que al dar el primer golpe en la puerta empezaba ya a abrirla, con lo cual es como si no llamara en absoluto.

Generalmente, para Mónica eso no era ningún problema, pues si estaba masturbándose le bastaba con sentarse rápidamente en la cama y hacer como que ordenaba el cajón de su mesilla, pero en aquella ocasión, su atención estaba tan centrada con el libro que prácticamente no oyó ningún ruido hasta que Susana estaba ya dentro de la habitación, mirándola entre sorprendida y divertida.

- ¿Qué estas haciendo?- le preguntó.

"Como si no lo supieras", pensó ella. Sin embargo contestó "nada" más bien débilmente. Debía confesar que se sentía bastante avergonzada, pues aunque ella y su hermana se veían desnudas prácticamente todos los días, nunca se habían dado las circunstancias actuales.

- Así que nada ¿eh?- le contestó. Se sentó en la cama junto a ella y tomó el libro de sus manos. Lo que Susana dijo a continuación dejó a Mónica perpleja.

- Ya lo he leído, es bueno, ¿donde lo has comprado?.

Mónica no sabía que responder, aún estaba confusa por el hecho de que su hermana la hubiera sorprendido masturbándose. Susana le sonrió.

- No te preocupes mujer, que no voy a chivárselo a nadie, la verdad es que no esperaba encontrarte así, tocando la guitarra.

- ¿Tocando la guitarra?- preguntó Mónica, extrañada.

Susana soltó una carcajada. Su hermanita tan solo era tres años menor que ella misma, y sin embargo su inocencia era aterradora. A veces pensaba que tenía madera de monja, con su carita de ángel y sus modales de niña refinada. Secretamente, se alegraba de haberla pillado así, expuesta a admitir que también a ella le gustaba el sexo y que no era "algo asqueroso", como siempre decía cuando estaban delante de su madre.

- Si, tocando la guitarra... ¡masturbándote, joder!.

Mónica enrojeció. Su hermana era algo más que atrevida, eso estaba claro.

- ¿Qué vas a hacer ahora?- le preguntó a Susana, refiriéndose, naturalmente, a lo de pillarla "tocando la guitarra".

- Pues no sé- respondió. Una sonrisa de niña traviesa cruzó el rostro de Susana. A Mónica no le gustó.- verás, hermanita, estoy pensando que no esta bien eso de que me llames "guarra" cada vez que sugiero lo bien que me lo pasaría con el primo Toni cuando viene de vacaciones, o cuando a veces pienso en comprarme ese consolador que vimos anunciado en aquella revista que trajo mi amiga Angela ¿te acuerdas?, o que...

- ¡Bueno, vale ya!. ¡Dime que quieres!.

Susana la miró durante unos momentos, sin que su sonrisa desapareciera un sólo momento de su rostro. Finalmente le dijo lo que quería.

- Te mereces una lección, hermanita, podría contárselo a mamá... pero no lo haré- dijo cuando vio la expresión de horror que su hermana puso. - Verás Mónica, lo que quiero es que te deshagas de esa hipocresía que tienes conmigo cada vez que hablo de sexo.

- Vale, de acuerdo- dijo Mónica- no volveré a decirte nada.

- Oh, no, mi pequeña hermanita, no se trata de eso. Verás, lo que quiero es hacer que dejes de ser una reprimida, y para eso sólo hay una forma.

- ¿Cu.. Cual?- preguntó- Aquella conversación cada vez le gustaba menos. La respuesta de su hermana la dejó helada.

- Quiero que termines lo que has empezado cuando yo entré. Si, si, quiero que te masturbes hasta que te corras, y no pongas esa cara o salgo ahora mismo de aquí y se lo cuento todo a mamá, ya sabes que se lo creería, tu no sabes mentir.

- Pe.. pero, ¡no puedo!, cómo voy a hacer eso estando tu aquí- Estaba realmente angustiada, definitivamente Susana se había vuelto loca.

- Tranquila- dijo ya casi riendo-, mira, tú te tumbas en la cama, como estabas antes de que entraras, y sigues leyendo el libro, yo mientras me pongo a ordenar las cintas de música, y no te preocupes, que no voy a interrumpirte ni a reírme cuando te corras- De repente se puso seria, con una mirada casi de lujuria en su rostro- ¿lo ves?, ya no me río, venga empieza cuando quieras.

- Pero... no, es que... no puedo..., ¡no! ¡espera!- dijo cuando su hermana ya salía de la habitación, sin duda a contarle a su madre lo que había visto.- vale, está bien, pero cuando termine te olvidas de todo esto ¿eh?.

- Trato hecho, venga, empieza.

Mónica se recostó, e intentando no pensar en nada más siguió leyendo el libro, su dedo volvió a tocar sus bragas, que aunque seguían húmedas, era una humedad fría. Poco a poco, mirando furtivamente a su hermana, que parecía ocupada ordenando los casettes, aunque de vez en cuando la miraba para ver si cumplía sus ordenes, empezó a masturbarse de nuevo.

Tardó mucho rato en volver a excitarse, si no fuera por el libro no lo habría conseguido, pero a los diez o quince minutos su vulva comenzó a hincharse de nuevo, a ponerse caliente. Mónica siguió leyendo el libro, concentrándose en la lectura para olvidar todo lo demás, y a medida que seguía la trama de la historia, se masturbaba cada vez mas fuerte, hasta sentir que se ponía realmente cachonda. Pensó en lo inusitado de la situación, masturbándose delante de su propia hermana, pero apartó esos pensamientos de su mente. Lo que importaba ahora era concentrarse en lo que estaba haciendo, así Susana la dejaría en paz y a los pocos días todo estaría olvidado.

Su vulva segregaba de nuevo los jugos, frutos de su lujuria, los deditos de su mano revoloteaban por encima de sus bragas, más intensamente por la zona del clítoris, pasándolos por la raja.

Empezó a suspirar ruidosamente, aunque esperaba no llamar demasiado la atención. Mientras tanto, Susana se había olvidado por completo de las casettes y se había sentado en el filo de la cama, mirando a su hermana con extraños ojos.

Mónica se sobresaltó cuando notó la mano que le masajeaba la rodilla. El libro escapó de sus manos y fue a parar al suelo, junto a la cama.

- ¿Pero que haces?

- ¿Acaso no lo ves?, solamente quiero ver como lo haces, venga, continua.

Si le hubiera dicho eso cinco minutos antes simplemente la habría echado de la habitación, ocurriese lo que ocurriese, pero Mónica estaba realmente excitada y, para su propia sorpresa, descubrió que marturbarse así, a la vista de su hermana, la excitaba de una forma que era incapaz de explicar. Por tanto siguió marturbándose, empapando más y más sus braguitas mientras Susana le seguía tocando, no ya la rodilla, sino también los muslos, en un suave masaje que le producía un cosquilleo verdaderamente enloquecedor.

Al poco tiempo oyó que su hermana respiraba también ruidosamente, pese a que sólo la miraba, y sin embargo se la notaba casi tan excitada como ella. ¿Sería posible que su hermana fuese lesbiana?. No, decidió, había dado ya demasiadas muestras de que le gustaban los chicos y, sin embargo, algo estaba ocurriendo allí, desde luego la excitación que Susana sentía no era nada normal. La prueba definitiva de que su hermana estaba poniéndose realmente caliente la tuvo cuando con el dedo índice y pulgar de ambas manos intentó bajarle las bragas.

Mónica intentó impedirlo, separando las manos de su hermana de su cintura, pero su resistencia era débil, debido a lo caliente que estaba. Después de todo, pensó, que mas da que me masturbe con o sin las bragas, ella ya me ha visto desnuda muchas veces.

Dejó por tanto que le bajara las braguitas hasta los tobillos, para acabar quitándoselas definitivamente, lanzándolas a una esquina de la habitación.

- Sigue masturbándote... - ordenó con una voz grave, propia de una hembra excitada.

- ¿Que vas a hacer?- le preguntó mientras se masturbaba lentamente.

- Lo que tu quieras que te haga, separa más las piernas.

Mónica separó las piernas tanto como pudo. Por mucho pudor que sintiera unos minutos antes, ahora poco le importaba ya todo, lo único que quería era correrse, a lo cual Susana parecía muy dispuesta a ayudarla... bien, que la ayudara.

Susana captó el brillo de la excitación en los ojos de su hermana, y sin esperar más, se lanzó al ataque. Se puso tumbada frente a Mónica, rodeó sus piernas con las manos y aplicó su lengua directamente sobre los labios menores del conejito de su hermana. Empezó a lamer rítmicamente, mientras notaba el balanceo de la cintura de Mónica, pues la muy zorrita movía las caderas arriba y abajo para aumentar la presión del coño contra su lengua.

Mónica estaba en la gloria, atrás quedaban ya los momentos de duda. Se movía rápidamente, acomodando el ritmo de sus caderas a los lengüetazos que recibía de su hermana. Se estaba volviendo loca de gusto.

- Susy, ca... cariño ¡Sigue! ¡ahhh, ahhh, que gusto, hermanitaaa...!, dame más, dame, dame... ¡ohh, que lengua, que ma.. maravilla!, ¡te quiero, amor mío, ohhh...!, te gusta, eh, ¿te gusta chuparme?, ¡ohh!, me gustaría chupártelo a ti también, vamos...

Susana no se hizo esperar, besó a su hermana en la boca, un beso francés, húmedo, mezclando sus lenguas, y seguidamente se situó encima de ella, en posición inversa, haciendo que los calientes labios de su vagina quedasen a la altura de la boca de su hermana, acto seguido siguió lamiendo, y no se sorprendió al sentir en su propia vulva los labios y la lengua de Mónica, que chupeteaba golosamente, haciendo que expulsara su espeso líquido lubricante, dulce y cremoso.

Aquello no podía prolongarse mucho más tiempo, pues las dos estaban a punto de caramelo, lamiéndose mutuamente, sorbiendo y chupeteando cada una los fluidos de la otra, saboreándolos con su lengua, para seguidamente tragarlos mientras los gemidos de las dos escapaban involuntariamente de sus gargantas.

- Ay, cariño... ¡Cariñooo!- gritaba Susana, totalmente abierta y rozando el clítoris de su hermana con la lengua entre palabra y palabra- Así... ¡ahhh, que gusto me das!, mi hermanita... si, eso es ¡dame gusto, dámelo todo, si... ahhhh!.

Los suspiros y chupeteos mutuos se sentían por toda la habitación, algún que otro grito de placer se escapaba, incluso cuando hacían lo posible por no alertar al resto de la casa. Pero era imposible contenerse ante tal placer. El orgasmo les iba llegando a las dos en lentas, pero al mismo tiempo intensas oleadas de placer.

Suspiros agónicos, convulsiones de los dos jóvenes cuerpos estremecían a las muchachas, que ya habían dejado de ser seres racionales. Ahora solo pensaban en el placer, en la lujuria, en el orgasmo que las dos estaban a punto de sentir.

De pronto Susana se separó de su hermana. Se notaba que no quería hacerlo, pero al mismo tiempo Mónica supo que aquello no era el fin del placer, que a su hermana se le había ocurrido algo que las haría gozar a las dos aún más si cabe.

Susana no la defraudó, Situándose frente a ella, situó su vulva totalmente empapada de jugos a pocos centímetros de la vulva de su hermanita, abriendo los labios menores con sus manos. Mónica supo lo que tenía que hacer, y abriendo ella misma también sus propios labios vaginales, unió su montículo al de su hermana. Fue como un beso. Un beso de dos conejitos ardientes y húmedos, de dos clítoris hermanos rozándose el uno al otro, hinchándose ante el placer que se provocaban mutuamente.

Empujando sus traseros, las hermanas unieron aún más sus vulvas, apretándolas, frotándolas fuertemente, pero gracias a los cremosos jugos que expelían, el roce era exquisitamente dulce, provocándoles una ardiente oleada de estímulos.

- Ya, ya... ¡Susana, no puedo mas!, ahhh ¡Por favor, ahhh... voy a correrme cariñoooo...!.

- Si, si, sigue moviéndote, yo... ahhhh ahhh.. yo también me voy... ¡Sigue... Sigue!, ahhh, ahhhh, ¡me corro...!.

El orgasmo les llegó a las dos casi simultáneamente. Medio segundo antes, intuyendo que las dos se corrían al mismo tiempo, apretaron todo lo posible sus labios mojados, llenos de fluido, el espasmo de su intenso orgasmo estalló en las dos al mismo tiempo. Y el placer continuaba, expandiendo el orgasmo compartido por sus vulvas, ampliándose en oleadas hasta llenarlas totalmente. Las dos expulsaron abundantes jugos, que al verse aprisionados entre las dos vulvas, no tenían otra alternativa que introducirse en la otra vulva, de mezclarse y llenar el interior de aquellas grutas ávidas.

Aquel orgasmo duró casi quince segundos, espasmo tras espasmo, contracción de los labios de una contra contracción de los labios de la otra, llenándose mutuamente de placer, del regusto intenso que sentían en su mutuo contacto. Poco a poco, las oleadas fueron bajando su intensidad, permitiendo a las hermanas tomar el control de sus propios cuerpos, agitándose cada vez más suavemente, suspirando cada vez más bajo y profundamente.

Sus vulvas se separaron lentamente, casi como si les costara trabajo hacerlo ahora que se habían conocido tan íntimamente. Al separarse unos pocos milímetros, grandes concentraciones de una mezcla de fluido espeso se derramó de sus vulvas, llenando la colcha de la cama e inundando la habitación del olor ocre y dulzón que emitían.

Mónica y Susana se miraron, el placer aún ocupando sus rostros. Se acercaron la una a la otra y compartieron otro beso húmedo, pero esta vez con calma, explorándose la una a la otra mientras se abrazaban. Se quedaron las dos allí, tumbadas sobre la cama durante largos minutos, recuperándose del intenso esfuerzo realizado, acariciándose mutuamente, y sabiendo que aquello era tan sólo el principio.

Ninguna de las dos renunciaría a un placer así por mucho tiempo. Era seguro que los próximos años iban a estar llenos de orgasmos compartidos, de nuevos placeres sexuales, de unos juegos que ahora que los habían descubierto jamás dejarían de practicar.

Relatos relacionados

Antes que nada les quiero decir que fue la primera vez que lo hice y por fortuna o desgracia me gusto y ya no puedo parar de hacerlo y en cada oportunidad que tengo lo hago Bueno mi nombre real no lo pondré por razones que ya conocen Todo comenzó en mi trabajo es un restaurant por el puesto que tengo me tengo que hacer cargo de muchas áreas y una de ellas es la cocina El primer día que la vi me gusto ella es de estatura de como 1.60...
11-Oct
39366
Después de hacer el amor con mi propia mamá me fui a dormir con una mezcla de sentimientos pues jamas imagine que mi mamá y yo terminariamos haciendo el amor pues siempre fue una mujer muy catolica y ama de casa por lo que nunca me pasó por la cabeza proponerle ago de ese tipo. me desperte alas 7 am y fui ala cocina y ahi estaba mi mama recien bañada y con su misma falda y con la misma blusa con la me...
22-Jul
34018
Fui un chico demasiado tímido con grandes problemas para relacionarme y más con personas del sexo opuesto por eso no es raro que a los 19 años aun me conservara virgen a pesar de contar con una verga que alcanza los 25 cm. al encontrarse erecta.Pero mi vida cambio después de una reunión familiar cuando mi padre en sus ya conocidas exageraciones por todo me comisiona para llevar de regreso a su hermana Nora ya que esta había tenido la osadía de tomarse un par de copas y según el...
16-Jun
63820
Recibimos el año nuevo bailando y a eso de las 2:00 de la madrugada llegaron mas amigos a saludar, cada vez que podian tanto Susi como Rober no dejaban de prodigarme pequeños mimos por debajo de la mesa que yo devolvia con igual deseo, despues del brindis apagaron las luces de la galeria para apreciar mejor los fuegos artificiales que iluminaban el cielo,todos miraban hacia arriba, menos nosotros tres,hubicados detrs de todos, roberto parado detras mio no hacia mas que meter sus manos por debajo de mi falda,Susi lo...
27-Jan
40730
[Infidelidades] Definitivamente le he tomado el gusto al asunto del sexo clandestino, creo que de puro puta, pero me encanta lo tomo como una cacería, les contaré de mi última presa. Por si hay alguno que no me conoce soy Alexia estoy en mis 30 años, llevo el cabello lacio oscuro por la mitad de la espalda, tengo unos ojos almendrados castaños, un look bastante polinésico, de mirada dulce, complaciente, boca sensual, rondo el metro sesenta, tetas grandes, y buen culo que termina en unas piernas bien torneadas, o sea estoy bastante buena, soy profesional universitaria, políglota y por negocios viajo mucho.
09-Apr
24315
Hola mi nombre el Mariana y el relato que les contare en real, bueno comenzare contadoles que actualmente vivo con mi mama y su esposo, mama es joven ya que a mi m tuvo cuando recién termino el colegio, las cosas con papa no funcionaron asi que se divorciaron cuando yo tenia 14 años y ella se volvió a casar con Steve desde que el llego a casa las cosas cambiaron ya que mama trabajaba mucho y Steve trabajaba desde casa en la computadora. Un dia no fui al cole...
21-Jul
116605
quiero compartir este relato que me sucedio con mi propia mamá.ala cual llamare mercedes y cuando sucedió ella tenia 36 años y yo 15 años.mi mamá es una señora normal y en ese tiempo era delgada cabello negro y pechos grandes y caderas y nalgas grandes y tenia un poco de estomago y de vientre y de estatura mediana y de cara aceptable y la verdad nunca imagine que fuera ella quien me iniciaria en el sexo pues siempre fue una señora intachable y muy recta y nunca se...
22-Sep
104710
La vida al lado de mi esposo se hizo insoportable devido a su adiccion por el alcohol lo unico bueno es que mi unico hijo de 17 años es muy buen estudiante Sus contantes borracheras y el maltrato que me estaba dando fueron los que en cierta forma me orillaron a serle infiel.era la tercera ves que salia con Ricardo un compañero de trabajo cuando fui sorprendida por mi hijo saliendo de un hotel lo unico que se me ocurrio hacer en ese momento fue fingir que no lo habia...
08-Apr
63119
[Confesiones] Sonia es una amiga de Marta, (mi amante), viuda de unos 45 años y de muy buen ver. Tiene dos hijas jóvenes, una de 18 años y la otra de 22. La menor Luisa es una gordita rubia de grandes tetas y hermoso culo, ojos celestes. La mayor Ana es morena y está buenísima, dentro de la onda abundante, pero no gorda. Las características de las chicas me hacen sospechar que no son hijas del mismo padre. Sonia tiene aspecto de guerrera, y no me asombraría que le haya puesto los cuernos a su marido que era bastante mayor que ella. La viudez la tomó mal parada en lo financiero lo que la obligaba a trabajar todo el día.
29-Jan
36097