Autor: Pao | 18-Apr
Mi historia comienza hace un año, cuando yo tenia 17, en mi casa todos, excepto papá, somos mujeres. Mis hermanas, Gaby y Vero, tenían 14 y 12 años.
Siempre he sido rebelde con mis papas, y muy curiosa en lo que a sexo se refiere, a los 9 años ya gozaba de mi feminidad por las noches tocándome la pucha con los peluches de mi cama, yo creo que a eso se debió que hiciera lo siguiente:
Mi mejor amiga Karla, que tenia 15 años, es igual de caliente que yo, le gusta masturbarse mucho, incluso un mes antes de que esto pasara, ella y yo tuvimos varios encuentros sexuales.
A ella le gustaba tomar un brebaje que te ponía caliente, creo que se lo aplicaban a las vacas del rancho de su tío para poder criar mas, ella me decía que producía orgasmos múltiples y sobreexcitación. Cuando me dio a probar del brebaje por primera vez, tuve muchos orgasmos y la sensación duró cerca de una hora después de nuestro encuentro.
No soy ningún tipo de lesbiana, porque tengo y he tenido muchos novios y he cogido con ellos, incluso en ese tiempo tenía uno bastante bien dotado, pero las relaciones sexuales con Karla eran otra cosa, digamos que soy bisexual.
Un día, me dio brebaje para estrenar a mi novio, quería que mi primera vez con él fuera especial, y que después lo compartiéramos, "Sería excitante incluir una verga gigante en nuestras aventuritas ¿no, Pao?" pero por cuestiones del destino ese fin de semana pasaron cosas que me llevarían al incesto.
Mis papás se fueron a Cancún durante 15 días, y yo quedé al cargo de la casa. Esa noche me estaba poniendo caliente viendo el play boy channel, ver los cuerpos desnudos y deseosos de esas hembras y pensar en Karla me hacia mojarme prácticamente. Recordé que tenia que dar de cenar a mis hermanas así que baje y comencé a preparar la cena.
Tenía el brebaje de Karla, pero ella no estaba y mi novio tampoco, así que un pensamiento sucio paso por mi mente, y decidí revolverlo con el chocomilk que íbamos a tomar esa noche.
Mis Hermanas son así: Gaby es una morena muy atractiva, es una atleta,corre mucho,Vero es pelirroja, yo soy güerita pero eso no quiere decir que no seamos hermanas, mi abuela era pelirroja también, y a sus 16 años lo único delicioso que tenia era el trasero que era muy redondito.
La primera en sentir los efectos de la mezcla fue Vero, era demasiado excitante ver a mi pequeña hermana ponerse caliente, lo noté porque se empezó a sonrojar, sus pezones se endurecieron y como su pijama era un camisoncito y sus truzitas, pude notar que su rajadita estaba mas dura que una roca, y cuando Gaby entro en el mismo estado, empezó la fiesta.
Empecé diciéndole a Vero: "Verito ¿qué te pasa?, Te sientes muy caliente, ¿tienes Fiebre o qué?" -" no" , me respondió- "Solo me estoy sintiendo medio chistoso" - " Yo también"- dijo Gaby mientras empezó a meterse la mano dentro de su pijama que era un calzón de licra y una camisetita de tirantes. "Bueno" respondí, "déjenme darles una ayudadita a las dos".
Iniciamos desnudando a Vero, acariciándole la rajita, empecé a escuchar su respiración rápida y su piel se sentía supercaliente, como pidiéndome más. Gaby comenzó a besarme y me dijo:
"Pao, esto se va a quedar en secreto ¿verdad?"
"Claro que si, ni lo dudes, verdad Verito que va a ser un secreto?" respondí.
"Sssssi....es secreto" dijo mi hermanita como sosteniendo un gemidito.
Empecé colocándonos asi, María José estaba recostada boca arriba, y Gaby le estaba dando sexo oral, y yo estaba atrás de Gaby bebiendo de su flor. Recuerdo que Gaby vino como tres veces en mi boca, ella me respondió dándome una masturbada con sus manos única, y obligué a mi hermanita a lamer a Gaby hasta que viniera por cuarta ocasión, las dos venimos cerca de cinco veces,Vero tenia orgasmos con un liquidito transparente, pero no había mas, ella quedó exhausta rápidamente, pero Gaby y yo queríamos mas.
Nos metimos a la ducha juntas, y yo comencé a frotar el jabón en las tetas de Gaby hasta que no se pudieran poner mas duras, después saqué el vibrador de Mamá y estuvimos largo rato introduciéndolo en nuestros culos y vaginas hasta que nos sentimos satisfechas y pasara el efecto del Brebaje.
Terminamos la sesión besándonos en la boca, con lengua y todo, y nos dimos las gracias por saciarnos mutuamente, las tres acordamos que podíamos repetir las cosas si estábamos de acuerdo, y quién se negaría a tremendo placer.
Nadie sabe de esto, excepto Karla, que no desaprovecharía la oportunidad para poseer a mis hermanas, pero eso es otra historia.