Autor: Carlos | 20-Mar
Lo conocí en una discoteca por intermedios de un amigo con el cual mantengo relaciones sexuales muy a menudo, pero que como yo, no deja pasar ninguna oportunidad de pasarla bien con un nuevo chico y sobre todo si es de la calidad de Marcos, quien luce un elegante cuerpo semi atlético muy varonil, de buena estatura, ojos casi verdes, pelo rubio, blanco con muy poco vellos en su cuerpo y con un pene muy, pero muy rico.
Después de conocernos y tomarnos unos tragos, nos retiramos los dos a un apartado de la discoteca y entablamos una amena conversacion, quedando en reunirnos el fin de semana en su apartamento, ya que vivía solo, y lo pautamos para el domingo de esa misma semana.
El domingo muy temprano me prepare para el encuentro con Marcos, me hice un lavado especial ya que cuando estuvimos conversando le toque el pene por encima del pantalon y pude darme cuenta que era enorme y no quería ensuciarlo cuando me penetrara.
Me puse un interior tipo tanga muy ajustado y sexy, y me lubrique interna y abundantemente el ano, para ir bastante preparado al encuentro con Marcos.
Al llegar a su apartamento, toqué el portero eléctrico y me respondio que bajaba a buscarme, y a los pocos minutos estábamos ya en su apartamento, el cual era pequeño pero muy acogedor y muy bien decorado.
Me invito a un trago y mientras se fue a la cocina a prepararlo, me puse a observar varios casetes de películas XXX, con títulos muy sugestivos que me hicieron despertar y el pene se me comenzaba a parar.
Cuando el llego con los tragos, me encontro con uno de los casetes en la mano y me comento que era excelente, lo coloco en la vídeo registradora y ¡WOW¡ que maravilla lo que comenzamos a ver, eso nos emociono y nos comenzamos a tocar y llegamos a un beso intenso y muy profundo, mientras nuestras manos recorrían todo nuestros cuerpos que temblaban de placer, y el me propuso que nos fuéramos a la ducha a darnos un baño.
El se desnudo allí mismo, y pude ver con mis ojos desorbitados aquel hermoso y enorme pene que prendía de dos inmensos testículos muy bellos, me imagino que tiene unos 18 centímetros o más, así como estaba flácido, era de color bronceado de unos 5 centímetros de grosor y totalmente circunciso, con un glande enorme y de color rojo intenso hasta casi un cuarto de su pene.
Mi boca estaba hecha agua, mi ano palpitaba aceleradamente y mis manos estaban inquietas por acariciarlo y masturbarlo, pero debía guardar la compostura ya que tendría oportunidad para todo ello.
Yo sentía pena de desnudarme, y dejarme ver mi pequeño, o casi diminuto pene que erecto apenas alcanza 16 centímetros y flácido se reduce a tan solo 12, ante aquel hermoso ejemplar de Marcos, pero no tenía caso, tenía que desnudarme y mientras lo hacía, le comenté a Marcos, que yo tenía mi pene muy pequeño, y el me tranquilizo diciéndome que no me preocupara ya que el tenía muchos amigos que también lo tenían muy pequeño y disfrutaba mucho con ellos.
Cuando me vio desnudo, ya mi diminuto pene lo tenía casi totalmente erecto, y me dijo que era bellísimo, me lo acaricio con suavidad corriendo totalmente mi prepucio hasta dejar el pequeño glande descubierto y se lo introdujo totalmente en la boca, sintiendo como sus labios tocaban mi pubis y sus manos presionaban mis nalgas mientras uno de sus dedos trataba de penetrar mi lubricado ano, lográndolo con gran facilidad.
Me dio una mamada tan rica mientras me penetraba con su dedo que casi me hace llegar al orgasmo, pero al tiempo veía como su pene se mantenía flácido a pesar del placer que el también estaba experimentando y eso me preocupaba, ya que deseaba ser penetrado por aquel hermoso y enorme pene.
Cuando le dije que parara de mamármelo que estaba apunto de acabar, el lo saco de su boca, melo beso y me apreto muy fuertemente las nalgas invitándome a la ducha, en la cual nos metimos los dos y nos dimos una rica enjabonada, momento que aproveché para jugar a mis anchas con aquel inmenso y hermoso pene, que por más que lo masturbaba no reaccionaba.
Mi pene se mantenía erecto y el me lo masturbaba, y se agachaba a besármelo y lamérmelo y me chupaba los testículo y me penetraba con dos y hasta tres dedos llenos de jabon, lo que me hacía sentir una sensacion muy rica en mi ano, que palpitaba esperando la entrada triunfal de aquel pene que no se paraba hasta el momento y eso me creaba una inquietud terrible ante lo que tanto deseaba y no respondía.
Cuando salimos de la ducha el lo hizo de primero, se detuvo de espaldas a mi, abrio la piernas y se inclino dejándome ver su hermoso ano rosadito y me pido que le diera un beso negro, el cual lo hizo suspirar y mas aun cuando lo penetre con mi lengua.
Cuando llegamos a la habitacion se tiro en la cama boca abajo y con las piernas abiertas pidiéndome que lo penetrara primero, mientras sacaba de una gaveta una taro de crema la cual unte en mi pene y en su ano y de tan solo hacer una ligera presion le entro todo de un solo viaje, ya que su ano es bastante dilatado y lo tenía muy lubricado.
Su ano internamente era muy caliente y excitante y mi pene se sentía a sus anchas dentro de él.
El se movía como un loco y gemía y gritaba del placer que estaba disfrutando, yo le acompañaba en sus movimientos muy pegado a sus nalgas para que no se le saliera ya que sus movimientos eran muy violentos y mi pene muy pequeño y de pronto cuando sentí que se calmo un poco, metí mi mano por debajo del y sentí como su gran pene se había despertado y se sentía duro como una piedra, de inmediato se lo comencé a masturbar ricamente mientras comenzaba de nuevo a moverse y ahora mas fuerte y me presionaba el pene con su ano sobre todo cuando lo sentía totalmente dentro.
Sus movimientos se iban acelerando cada vez mas y más, mi pene entraba y salía de su ano a gran velocidad y con una suavidad increíble, su ano lucia rojo e inflamado en los bordes y la crema que se derramaba fuera le daba un aspecto muy excitante, y no pude resistir mas, se lo metí hasta el fondo, lo presione por las caderas empujando muy fuertemente dentro, y me derrame muy profundamente en él, quien me apretaba el pene divinamente y empujaba su ano contra mi como buscando que entrara hasta el ultimo milímetro de mi pequeño pene que estaba tremendamente erecto y ardiente dentro de aquel jugoso ano que me estaba volviendo loco del placer.
Cuando se lo saque me quede impresionado al ver la cantidad de semen que había eyaculado y como se derramada desde su ano hacia sus testículos, y el me pidio que se lo untara en las nalgas lo cual hice con sumo placer y agrado, incluso hasta su espalda se la llene de mi semen aún caliente y espeso.
Cuanto estuvo satisfecho se voltio boca arriba y su pene semejaba el enorme mástil de un Galeon Español, era bellísimo, totalmente circunciso lo que lo hacía lucir impresionante, por lo cual me lance a lamérselo y chupárselo con verdadera gula, le chupé también los enormes testículos bronceados y casi sin vellos, le lamía golosamente ese rico y enorme pene, se lo lamía a todo lo largo, en espiral alrededor de su cabeza y lo masturbe hasta que ya casi no resistía mas y me dijo que deseaba penetrarme de inmediato, que yo no se aguantaba mas.
Mi ano palpitaba del placer que estaba a punto e darse, también me sentía un poco asustado por su gran tamaño, pero no era el momento de arrepentimientos, además lo deseaba y me puse en cuatro patas en el borde de la cama, se lo lubrique abundantemente, mientras el me lubricaba y penetraba el ano cono sus dedos para dilatarme un poco, y de repente sentí como su glande presionaba contra mi ano, y me sobrevino un temblor y un sudor frío en el cuerpo.
Aquello era increíble, una mezcla de temor y placer, que comenzo a disiparse cuando sentí que su glande comenzo a penetrarme y a desgarrarme mi esfínter, al extremo que le pregunte bastante asustado si había sangre, pero el me dijo que no y le pedí que me lo fuera metiendo muy lentamente, ya que me dolía y ardía demasiado, pero lo deseaba tener todo adentro, estaba muy excitado, el me masturbaba y me iba penetrando milímetro a milímetro, lo hacia con mucha suavidad y tacto, era todo un veterano en ese arte de hacerle el amor a un baron con su enorme pene, me lo iba metiendo ricamente hasta sentir como sus testículos golpeaban contra la base de mi pene, y no podía creer que tenia todo aquel enorme pene dentro de mí.
Me sentía repleto, lleno de el, Full de placer, sollozaba, gemía, hasta las lagrimas se me salían del placer y la felicidad que sentía de ser penetrado por un pene tan rico que me llegaba hasta el alma y me hacia sentir y disfrutar el placer que jamas había sentido y disfrutado en mi vida, ya que jamás había sido penetrado por un pene tan enorme, ni por un chico tan rico como él.
Esta era la primera vez que me penetraba un pene tan grande, imagino que sobrepasa los 25 centímetros cuando está totalmente erecto.
La proxima vez se lo voy a medir, ya que tengo curiosidad de saber cuantos centímetros de carne fresca me metí en mi culito.
Cuando lo tenía, así totalmente dentro de mí, le pedí que lo dejara quieto por unos minutos en el fondo de mi ser, quería sentirlo palpitar muy adentro, y quería también pasar un poco el dolor y ardor que sentía, sobre todo en los bordes de ano, el cual lo sentía muy inflamado.
Después de unos minutos quieto el comenzo a moverse muy suavemente y yo trate se seguirlo, hasta que logramos acompasarnos y a los pocos minutos su pene entraba y salía de mi ano con gran suavidad.
En cada embestida sentía como me llegaba hasta el alma, era un placer que aun en este momento de solo escribírtelo lo estoy sintiendo de nuevo y estoy excitadísimo.
Sus movimientos se fueron haciendo cada vez más violentos y me masturbaba tan ricamente que cuando comenzo a gemir diciendo que estaba a punto de acabar, a mí me sobrevino también otro orgasmo y acabamos juntos, le llene su cama de semen, ya que volví a eyacular abundantemente y el casi me lleno los intestinos ya que cuando me lo retiro de mi ano, salio disparado un chorro de semen, que le baño toda la barriga, el pene y los testículos, aprovechando esa oportunidad, para impregnarle todo su vientre y pecho, ya que tanto le gusta esa sensacion.
Nos metimos otra vez a la ducha y nos bañamos mientras nos manoseábamos el cuerpo, el pene y nos besábamos ricamente.
Quedamos de repetir el encuentro y así sucedio, pero eso se los contare mas adelante ya que fue una experiencia también inolvidable y con una divina sorpresa jamas imaginada.
Un beso a todos, y no dejen pasar oportunidades de disfrutar de penes tan ricos como el que disfrute yo.
Pronto les enviaré una foto de él, ya se la pedí y prometio permitirme que se al tome con mi cámara digital, la proxima vez que estemos juntos.
Hasta la proxima.