No fue fácil, pero el esfuerzo, la perseverancia y el ingenio hicieron que al final lográramos ingresar al maravilloso mundo del sexo zoofilico... Lo que cuento aquí es más que real, y no lo digo por no romper la costumbre de casi todos los relatores que dicen esto para darle mayor morbo a sus historias en su mayoría, creo yo, inventadas.
Tengo 35 años, mi esposa tambien, ambos somos de contextura delgada, ella a pesar de mis dos hijos, es morenita, delgadita y con un culito algo respingadito que no solo a mi me encanta, (si la vieran en cuatro patas con el culito expuesto... Dioooos) es un espectáculo por demás alucinante. Nos casamos a los 20 y desde entonces y desde antes hemos tenido sexo de todas los modos habidos y por haber, si casi de todo, fue maravilloso romperle el culo por primera vez y desde entonces el sexo anal nos fascina, tiene una capacidad de resistencia increíble que mi verga se queda corta (y lo es), cuando se la meto por su conchita o su culito, pero la satisfago siempre de una manera u otra. Hemos fantaseado de cuantas historias nos inventábamos, y gozábamos mucho, mirábamos pelis porno de todo tipo y nos fascinaba el sexo múltiple y más si los hombres eran vergones y negros, y la zoofilia y hemos recurrido a casi todo tipo de cosas para violar sus agujeros deliciosos. Lo primero que le metía eran velas, luego envases de desodorantes, pepinillos (son la locura) pero lo ultimo que disfruta son esos globos de forma larga que se utilizan para decorar en las fiestas, ese fue mi ultimo descubrimiento y nos fascina, pues se la meto por su chuchita al mismo tiempo que mi verga y... Uuuummm es delicioso para los dos, y he llegado a dilatar su anito con mi verga y luego metérselo por ahí tambien, cuesta trabajo pero se consigue (pruébenlo y verán).
Hemos practicado todas las poses existentes y hemos inventado algunas, en fin a la actualidad hemos hecho casi de todo y de esas cosas les quiero contar en el encuentro zoofilico que tuvimos con mi perro Viento, nuestra mascota que nunca imaginamos nos daría placer inimaginable.
Habíamos visto algunos videos de zoofilia y a mi particularmente siempre me habia llamado la atención ese tipo de relación, me excitaba demasiado la idea de ponerla en practica con mi esposa, ella se resistía, no lo aceptaba en un principio, pero en el fondo lo deseaba pero temía (me lo dijo luego) asi es que un principio solo alucinábamos en nuestras fantasías imaginándonos que era poseída por Viento, luego llegamos a meterlo a nuestro cuarto mientras teníamos sexo y veíamos como se alborotaba viéndonos culear en postura canina hasta que un día debido a nuestra calentura accedió ella a dejar que nos lamiera mientras mi verga entraba y salía de su chuchita y luego de su culito nos colocábamos al filo de la cama yo de espaldas con mis piernas abiertas en el piso y ella sentada sobre mi verga entrando y saliendo de su conchita y de su culito exponiendo asi nuestras intimidades a la lengua exquisita de Viento que no quería apartarse de su tarea. Por momentos sacaba mi verga dejando que lamiera en pleno la chuchita mojadita de mi esposa y lamía tambien mi verga y asi disfrutábamos los dos o mejor dicho los tres y terminábamos derramando leche a raudales, leche que Viento se encargaba de beber a lengüetazo limpio. Desde entonces solo hacíamos eso casi en todos nuestros encuentros de sexo,
Otro día mientras cogíamos rico los tres empecé yo a masturbar a Viento solo con el afán que ella viera o viéramos ambos su verga mientras culeabamos se lo frote hasta que salió la bola que tienen lo perros, y sabia que una vez salido la bola tardaba en regresar mientras disparaba chorritos de liquido seminal, sin exageraciones era mucho mas grande que mi verga, total el mío solo mide 14 cm este alcanzaba talvez 17 cm pero si mas gorda y es que Viento aunque no era un perro de raza si era de regular tamaño, es por eso que por los otros perro vecinos que conocía sabia que era de los mas vergones. Asi viendo su verga en toda su dimensión cogía ella como una posesa y yo como un loco siempre por su concha y por su culo, nos colocábamos en el filo de la cama para que ella estuviera colocada cerca de la verga de Viento, a medio metro de sus ojos mientras le inducía a decir que era hermosa, que era rica, que era grande, que le gustaba mucho, que se lo quisiera mamar (aunque esto lo decía solo en esos momentos supremos) que le gustaría tener en su chucha y en su culo y todas las cosas que la volvían loca hasta que terminaba gritando de placer mientras yo le llenaba el culo (casi siempre terminaba allí) de leche... eran y son hasta hoy encuentros de locura.
Yo sabia que solo seria cuestión de tiempo para llegar a donde quería (queríamos), ahora ella mientras culeabamos masturbaba a Viento y le sacaba la bola admirándolo casi a centímetros su esplendor mientras se movía como solo ella sabe moverse, se me separaba solo para sentarse en filo de la cama para ofrecerle a Viento la plenitud de sus agujeros, ambos llenos de jugos para el deleite del perro que afanosamente lamía y relamía con su tremenda lengua, haciendo que ella gimiera de placer mientras arqueaba todo su cuerpo, luego de gozar por un momento, se montaba cada vez con mas ansias sobre mi verga, metiéndoselo por su conchita y por su culito ya completamente dilatado y con Viento lamiendo sobre el lugar de nuestra unión sexual, causándonos tremenda calentura que al final como otras tantas veces terminábamos como locos y ella terminaba separándose de mi para llevarse mi verga a su boca y relamer todo lo que quedaba de nuestros jugos, mientras miraba complacida a nuestro cariñoso perro que hasta esos dias solo se tenia que conformar con masturbaciones nuestras y sus lamidas.
Antes, durante y después de cada relación yo le insistía a mi esposa para que aceptará probar la vergota de Viento, ella decía que seria delicioso pero su temor podía mas, sabia que se moría de ganas pero no se animaba hasta que un día ya no pudo mas, quizás por sus ganas o por mi insistencia decidió probar, iniciamos un día como siempre, besos de todo calibre, mamadas en el clásico 69, le metí la verga por su concha y por su culito un buen rato hasta que ya estaba preparada para el asalto final, preparamos a Viento lo calentamos masturbándolo, nos bajamos de la cama, nos tendimos en el piso, y mi esposa se coloco en cuatro patas esperando que yo ayudara a Viento para que pudiera montarla, le masturbe y el hacia el intento de montar mi pierna, lo dirigía entonces hacia mi esposa y solo atinaba a meterle lengua, no cabe duda que no era fácil, es mentira que a primeras un perro monta a un ser humano, hacia el intento con la pierna de ella tambien pero nada mas, yo trataba de subirlo para señalar el camino pero tampoco asi, era difícil y esa primera vez no pudimos mas que recurrir a culear como otras veces, fantaseando con Viento comiéndose a mi esposa, mirando su vergota fuera de su funda y con la bola tremenda fuera y terminábamos súper bien pero con un algo de frustración por no haber conseguido lo que tanto queríamos, ella comerse la verga de Viento y yo ver como se lo metía todo.
La próxima vez intentamos hacer otra vez lo mismo, aunque casi conseguimos que montara a mi esposa, no paso de allí, pero las ganas me hicieron pensar en otra manera y fue asi, que decidí y me puse a masturbar hasta lograr sacar su bola fuera de su funda y sin dejar de masturbarlo y sin soltarle la verga cogida desde su base, procedí a tumbarlo sobre la frazada sobre el suelo, Viento era por demás dócil y sin mucho trabajo lo conseguí, todo esto si soltar para nada su verga, el cual nunca terminaba de disparar líquidos, vamos le dije a mi esposa, es toda tuya le dije... ella no tan decidida se acerco a nosotros, con una mano presionaba suavemente el cuerpo de Viento sobre la frazada, mientras con la otra mantenía en alto toda la plenitud de esa vergota que por fin iba a probar mi esposa en su conchita mojadita, un tanto temblorosa se acercó, se colocó con las piernas abiertas sobre el cuerpo de Viento, y bajo poco a poco sobre el estilete casi morado y grueso de Viento que gemía suavemente sabiéndose a punto de ser violado talvez, vi en primer plano como se acercaba esa conchita hasta hacer contacto con la punta de la vergota de Viento, ella sintió el contacto, y hecho para atrás su cabeza mientras iba bajando poco a poco metiéndose la verga poco a poco, el cual llenaba completamente su concha, cosa que no conseguía mi verga, Viento gimió un poco mas sintiendo talvez su como su verga era succionada por una cueva caliente y húmeda y muy diferente a las que de seguro habia probado. Dios... por fin conseguíamos hacer realidad nuestra fantasía zoofilica, le dije que subiera y bajara y ni corta ni perezosa empezó suavemente el sube y baja mientras me decía que sentía muy caliente la verga de Viento:
- Me quema ooohhh uuummm, que rica esta.
- Te gusta verdad? le preguntaba yo
- Si esta riquísima... me llena completamente
- Mira, baja la mirada, mira como entra y sale
Bajo la mirada allí donde la verga de Viento hacia contacto con su conchita.
- Dios aaahhh
- Te gusta?
- Siii... me encantaaaa...
Mi verga reventaba y le dije que lo tomara con su mano y ella enseguida lo cogió y empezó a frotármelo.
- Ooohhh
- Disfruta perrita linda disfruta - le decía
- Siiii me vuelve locaaaaa...
Viento seguia en su gemido
- Aaahhh
Ella aceleró el sube y baja y casi se desbocaba, yo mantenía a Viento en su posición siendo mi primer propósito hacer que ella terminara con la verga de Viento dentro de ella y sabia por sus movimientos que ya casi lo conseguía.
- Aaaahhhh... Diossss mi amor, esto es maravilloso.
- Vas a terminar no es asi
- Siiii ya casi... Diossss Uuummm ya... ya me vengoooo.
Movía la cabeza como loca mientras subía completamente desquiciada haciendo gemir a Viento mucho más y yo en primer plano a casi centímetros mirando esa unión zoofilica.
- Yaaaaaa, termine mi amor
Decía mientras seguia moviéndose cada vez mas despacio, luego se retiro, mira le dije seguia en alto la verga de Viento.
- Mira lo que se ha comido tu conchita
- Siii que rica y grande y gorda, que rica de verdad que rica
Yo no pude mas, solté a Viento y tumbe a mi esposa sobre la cama y le dije:
- Ahora me tienes que sacar la leche
La cogí piernas al hombro y le metí mi verga a punto de reventar allí donde Viento habia metido su verga estaba muy pero que muy caliente y completamente mojado por los jugos de ella y por los del perro tambien.
- Vamos perra ahora comete mi verga, toma y toma - mientras empujaba mi verga hasta el fondo de su concha.
- Te gusta?
- Siiii me gusta... dame mas maaasss... asi cómeme como Viento asi
- Si toma
- Ooohhh
- Tomaaaa
- Dime que la verga de Viento es más rica que la mía... DIMELO - le gritaba.
- Siii siiiii... es mas rica es mas grande y mas gorda
Sin poder contenerme oyéndola decir todo eso me vine dentro de su concha llenándole de leche
- Aaaahhhh... eres divina mi amor, eres mi deliciosa perra
- Siii... soy tu perra seré tu perra cada vez que quieras
Terminamos esa vez recostados sobre la cama exhaustos y satisfechos mientras mirábamos que en un costado del cuarto Viento ya casi terminaba de lamer su verga que o la funda que ya guardaba a su generosa y rica verga.
Ese fue nuestro primer encuentro carnal con Viento y les prometo contarles pronto la vez en que casi de modo similar hice que mi esposa se lo metiera esta vez por el culo, Uuuummmm... esa es otra historia que de lejos supero a nuestra primera vez. Espero que les haya gustado
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