Aquella comida de coño

Hola a todo el mundo! Mi nombre es Cris y tengo 18 años! Quiero saludar a una persona concretamente, una persona que conozco y que hace poquito publicó un relato aquí, esa persona escribe bajo el pseudonimo de Greenmind, somos amigos desde hace muchos años y ahora explicaré un poco más sobre todo esto.

Hace un par de días, entré en esta página buscando algún buen relato que leer, muchos me gustaron, y al entrar en la sección de autosatisfacción, ví uno que me llamó la atención simplemente por el título, lo abrí y comencé a leer. Cuando leí su nombre ya sabía que se trataba de él. Agregué la dirección que había en el relato y hablé con él. Hablamos durante horas, ya que hacía muchísimo tiempo que no hablábamos y que no nos veíamos. Hoy estoy aquí para darle una sorpresa a mi amigo escribiendo un relato que espero que le guste y le haga ilusión saber que no he olvidado aquella comida de coño que me hizo. Mi relato trata sobre eso, y voy a comenzar explicando lo principal, por qué surgió la situación.

Un día, al conectarme al Messenger, le ví conectado y hablamos durante toda la mañana, después de comer hablamos también y no paramos hasta la 1 de la madrugada. Nosotros éramos y somos muy amigos, pero siempre ha habido algo más que simple cariño de amistad entre él y yo. A mi me gusta mucho, y yo a él también, o al menos le gustaba en aquel entonces. En aquella conversación hablamos de sexo, un tema que no puede faltar en una conversación. Él me contaba su pajas y yo le contaba las mías, intercambiábamos consejos sobre qué le gustaba a una chica o a un chico, y en esa conversación surgió el tema del sexo oral, yo nunca había practicado sexo oral, solamente había hecho algún pajilla por aquí y por allí y el me dijo que hacía las mejores comidas de coño de toda España, yo me reí, pero me insistió. Entonces fue cuando empezó lo bueno. Le hice un reto haciendo ver que lo decía en coña, pero por supuesto, lo estaba diciendo totalmente en serio, le dije:

- Si de verdad lo comes tan bien, tendrás que demostrármelo.

Él aceptó y entonces fue cuando me quedé helada cuando me preguntó:

- ¿Te viene bien quedar mañana por la mañana?.

Yo me quedé petrificada, pensando -mañana me comerá el coño- así que le dije que si, que podíamos quedar por la mañana. Mi madre trabajaba por la mañana y mi padre todo el día.

A la mañana siguiente, después de haber dormido solamente 3 horas por culpa de los nervios, me levanté sobre las 8, desayuné, arreglé un poco el piso y más que nada mi habitación y me metí en la ducha cuando me envió un mensaje al móvil para decirme que ya salía de su casa, eran las 11:25. Tenía una hora de camino, ya que él vive bastante lejos de mi pueblo.

Dentro de la ducha, desnuda, comencé a tocarme un poquito los pezones y a acariciarme un poco los labios del coño. Ahora voy a aprovechar para describirme. Soy bajita, rubia, tengo los ojos verdes, soy delgada y con buen cuerpo, uso la talla 85 de pecho y me encanta masturbarme.

A las 11:46 salí de la ducha, había pasado la mayor parte del tiempo con el coño abierto echándome agua para que estuviera bien limpito. Me vestí y me estiré en la cama con el móvil en la barriga esperando que me hiciera la perdida que me indicara que ya había llegado. A las 12:09 sonó el móvil, y me puse el triple de nerviosa, me miré al espejo para ver como tenia la cara, los ojos, el pelo. Me pasé el dedo por la rajita del coño, para ver si olía mal y si lo tenía bastante mojado... lo ultimo acerté, pero mi chocho olía perfectamente bien. Me asomé al balcón y a los 4 minutos ví que subía la cuesta que hay al lado de mi edificio. Subió en el ascensor y yo le esperba con la puerta abierta. Me abrazó y me dio dos besos en la cara. Entonces el coño me empezó a dar palmaditas, y me puse nerviosa al decirle:

- Teniendo en cuenta que me vas a besar otros labios, ¿Porque no me das un pico en vez de darme 2 besos?.

Nos besamos en un largo morreo y nos fuimos a mi cama, donde me quito toda la ropa, empezando por la camiseta, el sujetador, los pantalones y el tanga con la frase "dejar sobras en el plato es de mala educación".

Se puso de rodillas en el suelo, me cogio de las piernas y me las abrió, comenzó a echarme suavemente el aliento en los labios del coño, y yo notaba como estaba caliente y se posaba en todo mi coño, después se fue acercando poco a poco hasta que sus labios tocaron los míos y fue frotándolos contra mi coño muy suavemente, sacó la lengua y me la pasó por toda la raja, desde abajo hasta arriba, saboreando mis líquidos que ya me chorreaban por todo el agujero. Lamía y relamía todo el coño, lo mismo me comía el clítoris que me daba chupadas en el agujero, después me succionaba los labios menores y metía la lengua dentro del agujero tanto como podía. Movía la cabeza de un lado para otro sin apartar su cara de mi coño, sin quitar la lengua de mi coñito chorreante. Me corrí al instante y él saboreo toda mi corrida. Se levantó del suelo con un bulto descomunal en la entrepierna (nunca le había vista la polla), me dijo que me pusiera tumbada en la cama de lado. Él comenzó a desnudarse y yo me masturbé mientras le veía quitarse la ropa, cuando terminó y se quitó los calzoncillos que dejaron en libertad aquella polla enorme, mi coño se estremeció y me corrí en mis manos. Se tumbó en la cama en la posición del 69, pero de lado, y me dijo:

- No me comas la polla, este es tu momento, relájate y disfruta.

Yo hice caso, no le comí la polla, pero no le podía quitar ojo de encima. Me cogío de las dos piernas y metió su cara en mi coño, lamió hasta el último rincón de mi raja y metió y sacaba su lengua de mi coño, haciéndome sentir un placer imposible de explicar con palabras. Movía la cabeza para arriba y para abajo metiendo su lengua en mi agujero, para dentro y para afuera, después me escupía en el clítoris y relamía todo lo que podía. Con el movimiento su polla chocaba contra mi cara y sus líquidos me estaban impregnando la mejilla izquierda.

Habíamos comenzado a las 12:15 o así, y ya eran las 12:55 y mirando como me comía el coño, parecía que no tenía la menor intención de parar en ningún momento. Metía dos dedos en mi agujero mientras me relamía el clítoris con la lengua, después metía 3 dedos hasta que metió los 4 y entonces comenzó a masturbarme a lo bestia, me corrí otra vez, mojando la cama, porque esta vez me corrí a chorro. Él saboreo todo mi coño y de repente hizo una cosa que no esperaba, pasó su lengua por todo el coño pero sin detenerse, sino que siguió por toda la raja del culo, lamiéndome el ano e intentando meter la lengua dentro. Eso me puso guarra, puta, perra, zorra, me puso de todo... en aquel momento me hubiera follado hasta a un perro, me hubiera tragado cualquier corrida, de un perro, un caballo, un tío... lo que fuera, m volví a correr y esta vez ya no pude más y tuve que pedirle que parara. Me miró y me dijo en tono de burla:

- ¿Ya no puedes más?.

Yo le sonreí.

- ¿Te ha gustado como te lo he comido?.

- Sí, me encanta, lo haces mejor que nadie.

Se sentó en la cama y comenzó a masajearse la polla mientras me miraba, miraba mis tetas, mi coño abierto ante sus ojos, me miraba a la cara, los labios, la lengua... me miraba en todas partes mientras se hacía una paja. Bajó la cabeza y me dijo que si no podía más que me iba a comer el culo, al menos para hacerse una paja. Me comió el culo aproximadamente 20 minutos sin parar y su polla estaba toda llena de venas y durísima. Entonces a la 13:35, me preguntó:

- ¿A que hora plega tu madre?.

- A las 14:00, llega a casa a las 14:45 más o menos.

Me cogio por la cintura y me levantó de la cama, se estiró boca arriba y me dijo:

- Ponte en la posición del hocico, tienes que sentarte en mi cara, pero de cara a mí, vale?, para poner el coño en mi boca.

Cuando me puse me corrigió un poco la postura y me acomodé, me siguió comiendo el coño igual que antes, con las mismas ganas o incluso con más, mientras se pajeaba. Entonces fue cuando llegó la gran sorpresa, estando entre mis piernas, me dijo:

- Cris, te voy a pedir una cosa, meate en mi boca.

El coño se me humedeció y noté que unas ganas de mear que antes no había notado, bajaban ahora por todo mi coño. Me relajé y preparé mi coño para echarle la meada a Rober en la boca. Tarde un poco por culpa de los nervios y por la excitación, pero después de intentarlo un poco, un chorro de pis salió de mi coño y calló dentro de la boca de Rober, y mientras bebía mi meada, se pajeaba cada vez más rápido y más fuerte. Fui meando chorrito a chorrito y él se lo tragaba todo, me pedía más y más hasta que le dije:

- No me queda más que un poco.

- Meate cariño, meate en mi boca.

Me mee en su boca y se pajeo mas fuerte aún y entonces se corrió con toda mi meada en su boca. Soltó unos chorros de semen que me llegaron hasta la espalda.

Nos limpiamos y nos vestimos, y juntos nos echamos en la cama abrazados. Le dije que me había encantado y que me había dado mucho morbo, primero lo de comerme el coño, segundo lo de comerme el culo y tercer lo de mearme en su boca. Nos quedamos un rato relajados en mi cama hasta las 14:30, que fue cuando me dijo que tenía que irse, porque tenía 3 cuartos de hora de camino a casa. Nos despedimos con un gran beso y se fue.

Y ahora como ya he dicho al principio que quería darle esta sorpresa, hay otra cosa que quiero decirte y quiero que quede grabado aquí. Ya que tu me demostraste que eres el mejor comiendo coños, yo te voy a demostrar que puedo tragar tanto semen como quieras echarme. Te devolveré la tarde que me hiciste pasar, cuando tu quieras quedamos, que tengo preparada para ti una estupenda mamada. Te quiero mucho.