El día sábado 29 de Junio, mi esposo volvió a salir de viaje, en un asunto de negocios (o de faldas, mejor dicho). Por otra parte, mi amante Juan es dueño de un table dance en Ecatepec; muchos días antes me comento que le gustaría verme de nuevo bailando y desnudándome en su negocio; francamente, yo también deseaba hacerlo desde hace tiempo.
Espere a que mi esposo me hablara desde la ciudad a la que viajo en plan de negocios, esto ocurrió como a las 8:00 PM. Después de terminar de hablar con mi esposo y colgar el teléfono, comencé a prepararme para esa aventura tan excitante. En esta ocasión me puse un vestido largo, hasta los pies y de color blanco, además estaba abierto por un costado, la abertura me llegaba hasta la ingle, unas zapatillas altas, un tanga y un sostén del mismo color que el vestido. Javier y José fueron también invitados por Juan. Juan planeo toda mi actuación en el bar; como a las doce de la noche en que llegue, pasaron seis chicas e hicieron sus respectivos bailes. La séptima fui yo, me pusieron una canción con música disco. Me presentaron, simplemente, como la sabrosita Elvira.
Inicio la música y comencé a bailar y a moverme de un extremo a otro del escenario, me apoyaba de los tubos y giraba a través de ellos, movía muy sensualmente mi cadera, levantaba las pierna, me tiraba y me revolcaba en el piso, el vestido dejaba ver mis piernas, pues se abría completamente; al iniciar la segunda melodía fui desnudándome poco a poco, primero deje caer mi vestido hasta el piso, después mi sostén y por ultimo mi tanga. De esa forma intente seguir bailando al ritmo de la música, seguir el ritmo es lo de menos cuando te estas desnudando; me acosté frente a un tubo e hice como que me lo clavaba en mi cosita, me gire y me puse en forma de perrito y también simule meterme el tubo. Me puse de pie y seguí bailando pausadamente me ponía de cuclillas lentamente simulado sentarme encima de un pito, lo hice varias veces y esto le encanto a todos los machos ahí presentes, gritaban otra vez, otra vez, y me aplaudían cada vez que lo hacia, bravo güera, bravooooo, se escuchaban muchos aplausos y gritos animándome más y más. Pero poco le duro el gusto, pues la música termino y por lo tanto también mi baile; este duro aproximadamente 15 minutos; de rigor se bailan 3 a 5 minutos vestida y de 3 a 5 minutos desnuda pero a mi me dieron 5 minutos bailando vestida y 10 desnuda.
Para ese momento yo ya tenia mi rajita tremendamente mojada, la toque y sentí los jugos que ya salían de ella. Me despedí de mi publico lanzándole besos; al dirigirme al vestidor sentí las manos de muchos hombres acariciándome las nalgas y los senos, mmmmm
que excitante, me hubiera quedado ahí y dejarme manosear por todos. Ya en el vestidor tuve que bañarme con agua fría para poder bajar mi excitación y continuar con mi espectáculo. Juan toco la puerta y entro, me pregunto que si quería continuar: conteste excitada y caliente. A fuera todo continuaba normalmente, pasaron a bailar como 10 o 15 chicas mas, algunas repetían. Ya como a las 4 de la madrugada volví a salir; todos me recibieron con muchos aplausos y piropos: ¡viva la sabrosita!, ¡muévete igual de ricoooo chulada de mujer!, ¡mueve rico tu culito mi reina!, ¡sabrosita!; en fin hasta groserías me decían; no los defraude y puse todo mi empeño para darles el mejor espectáculo de su vida, pude ver la cara de deseo y lujuria de muchos, note que su respiración era agitada.
La excitación que corría por todo mi cuerpo hizo que me moviera como ellos querían, como una verdadera puta; les ofrecí un verdadero espectáculo; todos estos hombres vieron a una hembra, una real hembra dispuesta a complacerlos; me porte como una hembra en celo, una hembra excitada, una hembra caliente, una hembra deseosa de todos los penes que en ese momento se encontraban en el bar de Juan; les puedo asegurar que si me lo hubieran permitido, a todos esos hombres les hubiera dado un pequeño masaje con mis manos a sus ricas vergas y una breve lamida en el tronco del pito, pues estaba completamente lujuriosa y ya deseaba sentir un pene en mi cuerpo y si todos esos hombres podrían saciar mi sed de sexo a todos les permitiría clavarme su camote en mi rajita uno por uno. Cuando me quite mi bra y mi tanga, los aventé al lujurioso publico, casi se pelean por ganar mis prendas intimas. Al terminar la melodía pude controlarme y calmarme para no cometer una locura. En ese momento se escucho la voz de Juan y explico brevemente el nuevo espectáculo; comento que dos hombres harían el amor con una chica, que ese espectáculo seria cada semana y que ningún otro bar ofrecía lo mismo y que ese momento yo era la seleccionada para dar ese espectáculo. ¡Siii!, ¡la güerita!, ¡si!, ¡si! gritaron muchos hombres, ¡queremos a la güerita!; ¡sii!, ¡siii!, ¡esta bien ricaaaa!, ¡mamacitaaa!. Todos eso piropos me derretían. En este momento ya me había puesto mi vestido.
Comenzó el espectáculo. Montaron en el escenario una mesa y dos sillas. Para calmar los ánimos Juan comento que este tipo de espectáculo se aria cada semana y que por favor se respetara a los participantes y a la chica seleccionada. Y comento que si veía el menor desorden daría por terminado todo y ya no haría más espectáculos de ese tipo, Uds. tienen la palabra, se dirigió a todos. José se aproximo a mi, pusieron una música algo cachonda comencé a bailarle a José; le fui quitando la camisa, para después bajarle y quitarle los pantalones y el bóxer, debido a los nervios José tenia el pene completamente dormido y arrugado, me arrodille ante el, para meterme su verga en mi húmeda boca, todo mundo quedo en silencio al ver como me tragaba el pito de José, pase las manos a sus nalgas para apoyarme, succionaba su pito, intente ponerlo duro, pero este no respondía, me puse de pie y de espaldas a el, me restregaba a su cuerpo acariciando su verga con mis nalgas; verdaderamente lo gozaba y me movía como una verdadera piruja, deseosa de clavarme esa verga. Esta escena le gusto a muchos hombres; volví a ponerme de rodillas ante José y nuevamente comencé a mamarle su pene, este tardo mucho en responder, pero al fin se puso duro como el acero y listo para coger, lo acaricie con mis mejillas disfrutándolo y agradeciéndole lo rico que se había puesto para mi, también lo masturbaba y lo acariciaba con mis manos para que todo mundo viera lo mucho que me encantan la vergas duras y ricas, me gire nuevamente, pero ahora dispuesta a que José me penetrara, puse los codos en la mesita esperando a que José metiera su verga en mi panocha, lo hizo tembloroso y con miedo, cuando me tomo de la cintura, sentí sus manos temblorosas y llenas de sudor, gire la cabeza y le suplique que ya me la metiera; su verga entro suavemente en mi cosita ya húmeda. Me zafe de el, gire completamente mi cuerpo y lo senté en una silla.
Tome de la mano a Javier y lo coloque de espaldas a la mesita, comencé a desnudarlo y al terminar de hacerlo salió su hermosa verga al aire, también la tenia arrugada y pequeña, pero no dejaba de verse hermosísima, la tome entre mis dedos le di una pequeña sacudida y me la metí en la boca. Entonces me senté de espaldas a José y frente a Javier; me clave en la verga de José mientras mamaba el rico pito de Javier. ¡Mmmm!, ¡aaaaaah!, ¡si!, ¡si!, ¡si!, se escuchaban mis ruidos al succionar la verga de Javier; yo gritaba a como mi garganta podía, mis gritos excitaba a todos los machos ahí presentes, además mi sentir era natural y ese momento lo disfrutaba tal cual piruja ofreciendo sus caricias; gozaba de las vergas de mis amantes. Todo el bar estaba en silencio, solo se escuchaban mis gritos de placer y la música de fondo. La verga de Javier es tan linda que a una chica del bar se le antojo, si decir nada se acerco y también comenzó a mamar el rico pito de Javier, estuvo como 5 minutos haciéndolo conmigo y después se retiro; los chicos aplaudieron su intervención.
Después José y Javier cambiaron de posición solo que Javier no se sentó en la silla, me metió su bella verga de pie y yo ligeramente inclinada mamándole el pito a José, sentía que los pitos de mis amantes chocaban en mi garganta; Javier saco su verga de mi panocha e hizo que dejara de mamar la verga de José, para acostarme en la mesa boca arriba; Javier me puso las piernas en sus hombros y me clavo su linda verga, mientras yo lamía los testículos y la verga de José. Después me incorpore para bajarme del escenario e ir por Juan, en el trayecto muchos hombres me manosearon e inclusive sentí varios dedos en mi rajita y ano, tome a Juan de la mano y lo subí al escenario, senté a José en la silla y me senté sobre de el clavándome su verga, le indique a Javier que me diera por el ano y así lo hizo, le pedí a Juan que me diera su verga en la boca; de esa forma me dieron una cogida sabrosísima ante muchos hombres deseosos de mi cuerpo; pude ver como muchos hombres se acariciaban el pene, creo que lo tenían duro y bien parado, bien rico, en otras palabras, ¡aaaah!, ¡si!, ¡que ricas vergas!, ¡mas verga¡, ¡mmmm!, creo que mis gritos de placer al ser cogida excitaba aun mas a los espectadores, nadie respiraba, nadie se movía, incluso las chicas taiboleras, no perdían detalle de la gran cogida que me estaban dando mis tres amantes.
Javier me daba bien sabroso por el ano, José me llenaba la vagina con su verga y Juan me tocaba hasta lo más profundo de mi garganta con su pitote. La escena que ofrecía en ese momento a muchos hombres me tenia a mil, no podía ni moverme, solo disfrutaba de las arremetidas de mis tres machos, de mis complacientes machos; cuando ya no podía mas les pedí a los tres que ya terminaran. Gritando dije: ¡quiero su leche!, ¡si!, ¡ya!, ¡quiero su semen en mi boca!, ¡ya!, ¡si!. Y así lo hicieron, primero fue Juan, quien saco su verga de mi boca para que todos vieran que su venida era real, me lleno la cara de su espeso semen, no trague mucho pues casi todo cayo en mi cara, aun así seguí succionando la verga de mi Juan; al terminar de venirse Juan, José hizo que me zafara de el y por lo tanto también de Javier, me puse de cuclillas y se vino también en mi cara, solo que logre tragarme mas semen, siguió la venida de Javier, esta fue muy intensa y muchos chorros cayeron en mis pechos, que rica venida, jale a mis tres amantes de sus pitos para darles nuevamente otras mamadas y limpiarles sus bien parados pitotes agradeciéndoles lo bien que se portaron en mi panocha y en mi boca; los gritos de los hombres ahí presentes no dejaban de escucharse por todo el bar, querían mas, querían también cogerme; al dirigirme al vestidor muchos de ellos trataron de obstruirme el paso, para que ellos me dieran su verga, al fin llegue al vestidor llena de caricias y manoseos por parte de muchos de ellos, ¡Uuuuuufffff!, ¡que aventura!, ¡que cogida tan rica me dieron mis machos!, ¡Cogida que volveré a repetir muchas veces mas!, simplemente por que me encanto.
Cuando me di cuente tenia mi vestido en la cintura hecho bolas y completamente arrugado, me lo acomode y así, sin chones ni bra llegue mas tarde a mi casa. En el vestidor muchas chicas me decían que era una barbara y me felicitaba por ser tan audaz ya que muchas de ellas deseaba hacer esto pero no se atrevían
Una hora mas, aproximadamente comenzó el mundial y muchos hombres seguían preguntando por mis servicios, estaban dispuestos a pagar lo que fuera por mi, y cuando iba a presentar otra escena de ese tipo.
Comentarios a:
[email protected]