El primer orgasmo (II)

Autor: sexobseso | 20-Jun

Heterosexuales
Con Elsa ya nos habíamos hecho amantes, luego que le ayudara a Con Elsa ya nos habíamos hecho amantes, luego que le ayudara a descubrirse como multiorgásmica. Eso me puso en una posición de privilegio ya que ahora se abandonaba a todos mis deseos. Yo ejercía ese derecho con lenta calma y paso a paso.

Luego de aquella primera noche nos empezamos a ver en su departamento, donde vivía con sus dos hijos: Marcelo y Verónica. A ambos yo los conocía desde muy chicos. Yo ya frecuentaba periódicamente su casa en calidad de amigo desde mucho tiempo antes, así es que no era raro que los fuera a visitar, a tomar unos mates o a ver alguna peli en la TV e incluso a quedarme a dormir ya que vivía muy alejado de ese departamento. La cuestión ahora era diferente solo para nosotros, ya que el resto no sabia nada de nuestra aventurilla. Ella había quedado muy sensible de aquella experiencia en el hotel, por ello cuando estábamos en la mesa del comedor tomando mate, yo la acariciaba con mi pierna por debajo de la mesa y sentía que ella se tensaba. Cuando quedábamos solo me reputeaba por hacerle "eso", que la ponía muy nerviosa.

Un Domingo, los hijos se fueron a la casa de los abuelos y hacia un calor terrible, por lo que ambos estábamos en traje de baño. Reitero que ella nunca se creyó atractiva a los hombres y tampoco le interesaba que le presten atención por lo que consideraba todo lo referente al cuidado y tratamiento de bellezas como algo superfluo solo ejercidos por aquellas que no tenían nada que hacer. Mirándole la entrepierna le pregunte si nunca se había depilado y me dijo que no, que hacia años que no frecuentaba ni una playa ni una pileta como para preocuparle aquel detalle.

- "¿No me dejas que te afeite?" le pregunté.

Le encanto la idea y pusimos manos a la obra preparando la gran afeitada. Calenté un poco de agua, taje el jabón del baño y, de una disparada, fui al almacén de la esquina a comprar una brocha de afeitar. Con los elementos listos la hice desnudar y sentar en la mesa del comedor, con los pies apoyados en la misma y abriendo bien sus piernas. Comencé a pasarle la brocha enjabonada por toda su concha y ella experimentó una mezcla de cosquillas y placer. Luego, muy despacio, comencé a afeitarle la concha. Al terminar le pregunte si tenia algún aceite humectador. Trajo del baño un aceite de esos que se usan para las colitas de los BB. La volví a hacer subir a la mesa y le derrame un chorro desde su vientre para que, al correr, llegara hasta su concha. Al llegar allí, comencé a frotársela lentamente y el masaje se convirtió de humectador y protector en algo sumamente erótico en poco tiempo. Se lo acariciaba con la mano abierta y ella había tirado su cabeza hacia atrás y había cerrado sus ojos. Con la misma caricia hacia que mis dedos llegaran hasta su culo y allí ejercía un poco de presión y sentía que ella fruncía el culo. Volví a echar un poco de aceite en su concha e hice que mis dedos se mojaran bien. Cuando llegue a su culo trate de meter mi dedo mayor. Ella no me dejaba. Le pedí que se relajara y que con sus manos se abriera las nalgas. Con cierto recelo, lo hizo. Metí lentamente mi dedo, entre quejidos y convulsiones de ella. Comencé a meterlo y sacarlo muy, pero muy despacio, hasta que llegó a tener todo el dedo metido. Ahí me demore un rato como para permitirle relajarse bien y gozarlo. Cuando sentí que se relajaba bien, retome los movimientos de ida y vuelta, subiendo poco a poco la velocidad con que lo hacia.

Sus movimientos, retorciéndose, me hacían ver que lo estaba gozando mucho. Con el dedo pulgar de la misma mano, le empecé a acariciar el clítoris y a metérselo a la misma frecuencia que se lo metía por el culo. En un momento dado, sentí con muchísima claridad que su culo ejercía una especie de succión de mi dedo y un grito ahogado me confirmó que había llegado a su orgasmo. Me sorprendí porque esa era la primera vez que sentía una reacción semejante de un culo: lo había sentido con alguna concha de una mujer que me cogió muy bien, pero un culo. Nunca. Y en ese preciso momento me propuse sentir esa succión en mi pija. Le conté todo esto a ella. No me quería creer lo de la succión. En realidad me importaba poco si creía o no: yo la quería coger por el culo. Hice que se sentara en una silla. Yo saqué mi pija y se la puse al alcance de la boca... no hacia falta más... si hay algo que le había gustado la primera vez era justamente chapármela. Así es que deje que lo hiciera (lo hacia maravillosamente bien). Cuando la sentí que estaba bien dura, la hice para nuevamente, que se apoyara con las tetas en la mesa. Eso me dejó expuesto su hermoso culo. Le volví a echar aceite y me aceité bien la pija. Le dije que la agarrara con la mano y que la llevara hasta la puerta del culo. Cuando la apoyé allí, le abrí bien las nalgas y comencé a empujar. Iba y venía muy despacio como para ir dilatándola poco a poco. Ella se había agarrado fuertemente del borde de la mesa y tenia los nudillos blancos de la fuerza que ejercía. Cuando sentí que había entrado la cabeza, me detuve. Estábamos muy agitados los dos. Hice que se enderezara un poco para poder acariciarle las tetas. Al agarrárselas, se las apreté suavemente pero aumentando la presión. Le pellizque los pezones.

Luego bajé una de mis manos hasta su concha recién afeitada y la empecé a masturbar. Eso hizo que se empezara a mover e hizo que mi pija se clavara mas profundamente en su culo. Se había inclinado más sobre la mesa y me dijo que estaba por correrse. Entonces aceleré el ritmo en su culo. Acabó. Y al acabar con un quejido sentí en mi pija que su culo comenzaba nuevamente a tener esos espasmos que se asemejan mucho a una succión. El placer que sentí no lo puedo describir. Creí que las bolas se me quedaban vacías de tanta leche que sentía que le estaba largando. Me apoyé sobre su espalda. Las piernas me temblaban. La respiración y los latidos del corazón se parecían a un ataque cardíaco. Quedamos así un rato largo, hasta que sentí que la pija salía sola al bajar de tamaño. A partir de aquel día, cada vez que cogíamos, si no lo hacíamos por el culo, aunque sea un dedo le tenia que meter para sentir esa succión fenomenal. Y si yo me olvidaba, ella se encargaba de recordármelo.

Comentarios a [email protected]

Relatos relacionados

[Transexual] No era tan joven cuando, por un problema circunstancial, debí recurrir a un masajista durante una corta estancia en Mendoza. No conociendo a nadie para solucionar un dolor en una pierna, producto de una torcedura, busqué en un diario local y encontré el aviso de este profesional, al que llame de inmediato y acordé una cita para la tarde. Al llegar al consultorio, la persona, de edad mediana y algo gordito, me recibió, y lo primero que me dijo y que me llamó la atención fue: “¡Hola, ¿qué tal?... Andá sacándote la ropita!”. Yo había tenido escarceos con otros chicos, siendo adolescente, pero no estaba pasando por un momento de necesidad a nivel sexual ni nada de eso; por mi cabeza no pasaba ningún pensamiento libidinoso.
17-Feb
24179
Desde que entré a la universidad las cosas me fueron imposibles. Realmente todos los días me levantaba sin ganas de ir a ese establecimiento a lidiar con los directivos y demás empleados. Un día tuvimos una hora libre dado que uno de los profesores había faltado, así que salí rápidamente de clase y me fui hacia un lugar medio alejado en donde podía estar solo por un tiempo. Desde este lugar, que estaba en el piso superior, se podía ver la entrada de la escuela, así que no hice más...
25-Feb
56355
Tenía yo catorce años en aquel entonces y estudiaba en uno de esos colegios para niños de clase alta en un puerto del Pacífico mexicano (Acapulco), cosa que no me gustaba del todo, porque los profesores eran bastante estrictos con los alumnos.Ahora bien, lo bueno del asunto era que en el colegio, había unas chiquillas sumamente hermosas. Algunas de ellas provenían de aristocráticas familias extranjeras, residentes en el país. Otras, en cambio, eran hijas de personas que cumplían labores diplomáticas en los consulados del puerto, o bien, hijas de magnates,...
23-Jan
19233
Hace una semana mi hermano ariel me hizo mujer fue una experiencia inolvidabe. hola mí nombre es alicia linaje tengo 16 años y mi hermano ariel 18 años digamos que soy de buen cuerpo mis medidas son 89-62-105 hace una semana fui de vacaciones junto a mi familia a cancun donde mis padres rentaron 2 habitaciones una para ellos y una para mi y mi hermano en la cual solo tenía una cama que tendríamos que compartir la noche que llegamos todo parecía normal hasta la mañana siguiente que vi a mi...
19-Aug
31605
ERAN YA MAS DE LAS 10 DE LA NOCHE CUANDO ENTRE AL METRO EN LA ESTACION DE LA PLAZA DEL PARQUE PRINCIPAL DEL PALACIO.. BAJE LAS ESCALERAS, PASE EL TORNIQUETE Y CAMINE AL ANDEN, PARA ESPERAR EL METRO QUE ME LLEVARIA CERCA DE MI CASA. COMO HIBA YO??? VENIA CON PENA, PUES TRAIA EL PANTS MOJADO Y SENTIA MI ROPA INTERIOR MOJADA Y PEGAJOSA, Y MI PANTS COLOR CLARO SE NOTABA BIEN MOJADO Y MANCHADO, Y CAMINAVA DESPACIO PUES SE ME ESTABA SALIENDO UNO DE LOS ULTIMOS CHORROS DE...
19-Aug
40552
Esto sucedió cuando el verano pasado viajé a la Capital para visitar a mi amiga Leticia que estaba estudiando medicina en Buenos Aires. Al llegar a su departamento del centro me recibió con un cálido beso en la mejilla y un prolongado abrazo ya que hacía varios meses que no nos veíamos....cuando me condujo para el living yo me dispuse a disfrutar de la ?vista?; Leticia medía alrededor de 1,70 tenía unos muslos y pantorrillas muy bien formadas producto de horas dedicadas al gimnasio que se marcaban más por los...
06-Jan
19794
Hola mi nombre es alex tengo 16 soy alto ,delgado y con ojos claros mi profe tiene 26 años es alta ,delgada y bien proporcionada. El jueves en el cole en un inpulso le dije a la profesora que no se exitara a lo cual ella me llamo a afuera del aula para desirme que deveria ir a su casa a aser un trabajo de lo contrario aria que me suspendan. El dia sabado fui temprano a la casa d la profe la cual queda serca de la mia alli la...
14-Aug
63258
Era un dia normal como todos los días llegue al colegio y como raro siempre tarde ya es costumbre voy entrando y todos me miran como si fuera un bicho raro pero bueno allá ellos seguid hasta mi salón y tenia clases con la catira (Prof. de física le dicen la catira porque valga la redundancia lo es y ella no se molestan que le digan asi ya es conocida hasta por los demás profesores como la catira) Catira: señorita Gómez bienvenida a la clase que gusto que llegue tan...
13-Nov
17035
                   Las manos de la niña estaban llenas de flores y sobre su falda descansaba una caja de fósforos que escondía un grillito cantor. Sus dedos eran pequeños y blancos y debían, tal vez, oler a plastilina o a ese aroma a madera que tienen los lápices cuando se les saca la punta. Sentada en la yerba del parque con las piernecitas estiradas, miraba atenta los colores de los pétalos, deshojaba las flores como si fueran prolongaciones sensitivas de su propio ser y canturreaba con voz muy dulce para...
03-Jun
16783